La historia de la civilización está contada por las personas quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel género humano, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo parte de la actuación. Zeuxis es una de las personas cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Zeuxis es comprender más acerca de periodo preciso de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que tuvo Zeuxis en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Zeuxis, sino que a caso legó una señal mucho más insondable de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Zeuxis de modo personal.Zeuxis fue una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Zeuxis
(Siglos V-IV a.C.) Pintor heleno. Se sabe que era natural de Heraclea, y de ámbas ciudades griegas de este nombre, se piensa que le vio nacer la del sur de Italia y no la del Ponto. En cualquier situación, pasó la mayoría de su historia en Atenas, donde fue entre los pintores mucho más cotizados de su tiempo.
En su Historia natural, el escritor de roma Plinio el Viejo asegura que Zeuxis se formó al lado de Neseo de Thasos y a Demófilo de Himera, y que empezó a colorear en el cuarto año de la 95 Olimpiada (397 a.C.). Alcanzó tal popularidad entre sus contemporáneos que Plinio ten en cuenta que llevaba en su cubierta el nombre bordado con letras de oro.
No queda ninguna obra suya, pero las fuentes viejas lo describen como uno de los más importantes pintores helenos de siempre. Existen muchas anécdotas a propósito de sus facultades para el realismo. Una de ellas cuenta de qué manera, con ocasión de una disputa con el asimismo pintor Parraso, pintó unas uvas que engañaban a los gorriones.
Otra fábula, repetida hasta la saciedad a lo largo del Renacimiento, cuenta que Zeuxis, para representar a Helena de Troya, suplicó a las cinco doncellas mucho más preciosas de Crotona que le dejaran colorear lo mucho más precioso de todas ellas. De esta forma inauguró un procedimiento para la creación de una hermosura ideal que después habría de transformarse en rincón común de la teoría estética. A partir de esta anécdota, Francisco Pacheco, profesor de Velázquez, explicó la relevancia de este recurso en su célebre Arte de la Pintura.
Aparentemente se encontraba experto en tablas mucho más que en murales (todavía no se pintaba sobre cuadro). A diferencia de su contrincante Parrasio, cuyas pinturas se caracterizaron por un estilo lineal, Zeuxis desarrolló una técnica a partir de luces y sombras para sugerir volumen y hondura. Plinio comprueba que pintó "monocromos en blanco", expresión que tiene relación a dibujos lineales sobre un fondo blanco o a pinturas blancas sobre fondo negro.
En opinión del creador heleno Luciano, Zeuxis consideró la captación de los efectos luminosos como su mayor hallazgo. Por eso Luciano dice, a propósito de la obra de Zeuxis La familia del centauro, que al profesor no le agradó la reacción del público, mucho más entusiasmado en su temática renovadora que en relación debía reciente y artístico en el manejo de la luz, con lo que retiró esta obra de la salón donde se exhibía. La tabla Zeus en su trono cubierto de todos y cada uno de los dioses era considerada, al lado del retrato de Helena, como su pieza maestra.
Zeuxis ejercitó una gran predominación en la pintura griega y romana de la antigüedad, si bien sus pinturas fuesen criticadas por Aristóteles (a fines del siglo IV a.C.) por anteponer el pathos (la expresión trágica) al ethos (el carácter, la psicología de los individuos). A pesar de estas reservas, sostuvo prominente su prestigio. Según la historia de historia legendaria, Zeuxis murió de risa mientras que se encontraba pintando a una vieja de aspecto cómico, y esta anécdota formó a veces un modelo para siguientes autorretratos de artistas. Así, el pintor holandés Aert de Gelder (1645-1727) se pintó a sí mismo como Zeuxis (Autorretrato, 1685, Städelsches Kunstinstitut, Frankfurt). También el autorretrato de Rembrandt riéndose que se conseva en el Wallraf-Richartz-Museum de Colonia (hacia 1665) se ha interpretado de este modo.
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Es cierto que conocer en profundidad a Zeuxis es algo que está reservado a escasas personas, y que intentar reconstruir quién y cómo fue la vida de Zeuxis es una especie de rompecabezasque probablemente podamos reconstruir si contribuimos todos juntos.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos imprescindibles, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Zeuxis, que poseyó su relevancia en una época concreta, es esencia tratar de brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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