La historia de las civilizaciones la escriben aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela civilización, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Willie Colón en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue determinante no sólo para las personas que trataron a Willie Colón, sino que a caso legó una huella mucho más honda de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Willie Colón de modo personal.Willie Colón ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Nueva York, 1950) Músico estadounidense de ascendencia puertorriqueña. Maestro del trombón y de la fusión de diferentes ritmos caribeños, afroamericanos y de la música urbana, formó al lado del cantante Héctor Lavoe entre las parejas mucho más importantes en la música latina de los años setenta, y se considera entre los vanguardistas en el avance del genuino movimiento salsero a fines de los años sesenta y principios de los setenta.
Nieto de emigrantes puertorriqueños, Willie Colón medró en el vecindario latino del distrito del Bronx, un hecho que marcaría una gran parte de su trayectoria personal y artística, con lo que ello implicaba de rebeldía y trasgresión de las reglas establecidas. Tras estudiar trompeta y clarinete, su admiración por Mon Rivera le llevó a inclinarse por el trombón a los catorce años, y un par de años después, en 1966, grabó su primer disco con el importante título de El Malo.
Editado por año siguiente por la firma Fania, en este primer trabajo ahora contó con la peculiar voz de Héctor Lavoe y también ingresó elementos del folklore musical puertorriqueño, especialmente la bomba, mezclado con los ritmos humillantes y ásperos propios del trombón, de lo que fueron buenos ejemplos temas tan triunfantes como Jazzy y I wish I had watermelon.
Al lado de otros relevantes músicos de origen caribeño como Ray Barretto, Bobby Valentín, Reynaldo Jorge o nuestro Héctor Lavoe, Willie Colón participó en 1971 en la grabación del concierto de las Estrellas de Fania, reconocido como el acontecimiento que lanzó el movimiento de la salsa de Nueva York. Ese mismo año su magistral interpretación del tema Piraña, conformado por Tite Curet Alonso, lo lanzó a la popularidad y lo transformó en entre los iconos de tal movimiento musical.
Bajo el sello de Fania y al lado de Héctor Lavoe grabó mucho más de doce discos hasta 1975, entre aquéllos que recalcaron Guisando (1969), Cosa Nostra (1970), El Juicio (1972), Asaltos Navideños (1972) y The Good, The Bad, The Ugly (1975), todos ellos muestras auténticas de la salsa urbana o de lo que vino a llamarse como "sonidos del vecindario", la mucho más leal exhibe del sentir del emigrante puertorriqueño en la enorme metrópoli neoyorquina. Con sus trabajos con Fania, su popularidad se extendió entre la red social hispana de Estados Unidos y por una gran parte de América latina; en 1975 tuvo la posibilidad de tocar al lado de su ídolo Mon Rivera.
A fines de los años setenta su espíritu rebelde lo llevó a desarrollar al lado del artista panameño Rubén Blades lo que se conoció como salsa conciencia, canciones que denunciaban la situación política y popular de América Latina; la conjunción con Blades resultó singularmente beneficiada, con trabajos de enorme calidad como Metiendo mano (1977) y Canciones del Solar de los Aburridos (1982); este último álbum fue premiado con un Grammy. Además de con los convocados, Willie Colón cooperó durante su trayectoria con artistas de la talla de Celia Cruz, Tito Puente o David Byrne, y también interpretó ciertos papeles en la televisión mexicana.
Desde los años noventa su faceta artística dejó pasó a una intensa actividad en la vida popular y política de norteamérica, en relación a su deber a favor de la red social hispana: de este modo, en 1993 se presentó a las selecciones primarias en el Estado de Nueva York; en 1995 se transformó en el primer hispano que ingresaba en el Consejo Nacional ASCAP; y en 1999 formó una parte de la delegación que fue recibida en el Vaticano por el papa Juan Pablo II con el fundamento del Jubileo 2000, aparte de ayudar frecuentemente con organizaciones humanitarias como Naciones Unidas y Amnistía En todo el mundo. Desde 1998 radicó en México Distrito Federal al lado de su mujer y también hijos.
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