William Thomson [Lord Kelvin]

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la trascendencia que atesoró William Thomson [Lord Kelvin] en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a William Thomson [Lord Kelvin], sino que a lo mejor legó una huella mucho más vasta de lo que podamossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a William Thomson [Lord Kelvin] de forma personal.William Thomson [Lord Kelvin] fue un ser humano que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Apreciar las luces y las sombras de las personas relevantes como William Thomson [Lord Kelvin], personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de William Thomson [Lord Kelvin], sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por William Thomson [Lord Kelvin], personas a quienes de un modo u otro William Thomson [Lord Kelvin] influyó, y indudablemente, entender y comprender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió William Thomson [Lord Kelvin].

Vida y Biografía de William Thomson [Lord Kelvin]

(Belfast, 1824 - Netherhall, 1907) Físico y matemático británico asimismo popular como lord Kelvin, título nobiliario que le fue concedido en reconocimiento a sus estudios y también invenciones. Aunque fueron varias y visibles sus contribuciones a la física (y particularmente a la termodinámica), es singularmente recordado como el constructor de la escala termométrica que transporta su nombre (Escala de Kelvin).

Segundo hijo de James Thomson, instructor de matemáticas de la Universidad de Glasgow, William Thomson ingresó en 1841 en la Universidad de Cambridge, por la que se graduó en 1845, recibiendo además de esto el primer premio Smith. Inició entonces una estancia de un año en París, donde trabajó en el laboratorio de Henri Victor Regnault, quien por ese momento llevaba a cabo sus tradicionales indagaciones sobre el vapor.

En 1846, a los veintidós años, fue nombrado catedrático de filosofía natural de la Universidad de Glasgow. En la Inglaterra de esos tiempos los estudios experimentales no conocían un enorme éxito; más allá de ello, la cátedra de Kelvin se transformó en un púlpito que inspiró a lo largo de mucho más de medio siglo a los científicos, hasta el punto de que corresponde primordialmente a lord Kelvin el mérito del sitio preeminente que Gran Bretaña debía ocupar en el avance de la física.

Uno de sus primeros estudios de lord Kelvin se refería a la edad de la Tierra; sobre la base de la conducción del calor, pensó que unos cien millones de años atrás las condiciones físicas de nuestro mundo debían ser realmente diferentes de las presentes, lo que dio sitio a polémicas con los geólogos.

En 1847 conoció a James Prescott Joule en el curso de una asamblea científica conmemorada en Oxford. Por ese momento Joule había ahora realizado las vivencias que le habían tolerado determinar el calor como una manera de energía (y detallar sus equivalencias con la energía eléctrica y mecánica), con lo que se llegaba al primer principio de la termodinámica. Sin embargo, hubieron de pasar múltiples años antes que los físicos mucho más prominentes se mostraran según con Joule. Kelvin fue entre los primeros que lo hicieron, y gracias a ello fue criticado por George Stokes, quien lo consideraba "inclinado a transformarse en joulista".

Las ideas de Joule sobre la naturaleza del calor ejercitaron, ciertamente, una notable predominación en lord Kelvin, y llevaron a este, en 1848, a la creación de una escala termodinámica para la temperatura de carácter absoluto y, por ende, sin dependencia de los aparatos y las substancias usados. La escala de Kelvin empieza en el cero absoluto (0 K), temperatura que equivale -273,15 ºC en la escala de Celsius, y a -459,67 ºF en la de Fahrenheit. Mientras las escalas de Celsius y Fahrenheit son de empleo diario, la de Kelvin se utiliza predominantemente en el campo científico.

Kelvin siguió el sendero iniciado, y en 1851 presentó a la Royal Society de Edimburgo una memoria llamada Dynamical theory of heat (Teoría activa del calor). En este popular artículo figura el principio de la disipación de la energía, que, adjuntado con el enunciado semejante de Rudolf Clausius, del año previo, integra la base del segundo principio de la termodinámica. De este modo, Kelvin probó que las conclusiones de Sadi Carnot no se oponían a la obra de Benjamin Thompson de Rumford, Julius von Mayer y James Joule; la teoría activa del calor, juntamente con el principio de la conservación de la energía, fue admitida por todo el planeta.

El científico hizo además de esto distintas indagaciones en el campo de los sistemas de entidades de medida. En 1851, Wilhelm Eduard Weber había propuesto la app del sistema absoluto de entidades de Gauss al electromagnetismo, y Kelvin renovó semejantes proposiciones, hasta el momento en que en 1861 logró constituir, en el seno de la British Association, el popular comité designado a la determinación de las entidades eléctricas.

Aunque el día de hoy es recordado como constructor de la escala termodinámica absoluta, la notoriedad que William Thomson alcanzó en su temporada se debió primordialmente al perfeccionamiento de las transmisiones por cables submarinos. En 1855 discutió la teoría matemática de las señales mandadas mediante ellos y estudió los causantes que complicaban las transmisiones; sus indagaciones acabaron con la invención del galvanómetro que transporta su nombre y del siphon recorder, un registrador a través de sifón que fue patentado en 1861. Aportó también valiosas contribuciones a la navegación y también inventó distintos instrumentos.

En 1866, y más que nada en reconocimiento a los servicios prestados a la telegrafía transatlántica a través de cables, William Thomson recibió el título de caballero; en 1892 fue alto a la dignidad de par en calidad de Barón Kelvin de Largs. Hombre sencillo, hasta el punto de parecer en ocasiones retraído, lord Kelvin mostró siempre y en todo momento enorme afabilidad con los estudiantes, y jamás se sentía mucho más dichoso que en el momento en que podía asistir y documentar aun al mucho más humilde estudioso. Recibió otros muchos honores y reconocimientos, y en 1904 fue nombrado rector de la Universidad de Glasgow. Retirado de la cátedra, empleó prácticamente todo su tiempo en la ordenación de las charlas festejadas en los Estados Unidos sobre la teoría ondulatoria de la luz.

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