Ya sea inspirando a más seres humanos o tomando parte de la acción. William Faulkner es uno de esos seres humanos cuya vida, realmente, merece nuestra atención debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de William Faulkner es comprender más sobre una época concreta de la historia de la humanidad.
Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como William Faulkner, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de William Faulkner, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por William Faulkner, personas a quienes de un modo u otro William Faulkner influenció, y por supuesto, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió William Faulkner.
Las biografías y las vidas de personas que, como William Faulkner, seducen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de William Faulkner, porqué William Faulkner vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(William Falkner; New Albany, Estados Unidos, 1897 - Oxford, id., 1962) Escritor estadounidense. William Faulkner figura entre los enormes prosistas que, en el periodo de tiempo de entreguerras, impulsó con su obra la renovación de las técnicas narrativas y la superación de las tendencias realistas y naturalistas de la centuria previo. Por la importancia de su producción y la predominación que debía ejercer, se le ubica al mismo nivel de los profesores de europa del intérvalo de tiempo: Marcel Proust, Franz Kafka y James Joyce.
Pertenecía a una familia clásico y sudista, marcada por los recuerdos de la guerra de Secesión, más que nada por la figura de su bisabuelo, el coronel William Clark Falkner, personaje romántico y creador de una novela de éxito efímero. En Oxford, la escasa atención que prestaba Faulkner a sus estudios y al ya que le logró su familia en Correos anduvo paralela a su avidez lectora, bajo la guía de un amigo de la familia, el letrado Phil Stone.
Más allá de que su historia transcurrió en su mayor parte en el Sur, que le serviría de inspiración literaria prácticamente insaciable, viajó bastante: conocía con perfección ciudades como Los Ángeles, Nueva Orleans, Nueva York o Toronto y vivió prácticamente cinco años en París, donde se puede destacar que no frecuentó los círculos literarios de la llamada Generación Perdida.
Perseguía muy responsablemente el éxito literario, que no alcanzó, no obstante, hasta la publicación de El estruendos y la furia (1929), novela de marcado tono en fase de prueba en que la anécdota es contada por 4 voces diferentes (entre ellas la de un retrasado mental), siguiendo la técnica del «torrente de conciencia», o sea, la presentación directa de los pensamientos que se muestran en la cabeza antes de su estructuración racional.
El experimentalismo de Faulkner prosiguió mostrándose en sus siguientes novelas: en ¡Absalón, Absalón! (1936), la composición temporal del relato se transforma en enrevesada, al continuar el hilo de la charla o del recuerdo, en vez de la linealidad de la narración clásico, al tiempo que Las palmeras salvajes (1939) es una novela única formada por 2 novelas, con los episodios intercalados, tal es así que se establece entre ellas un juego de ecos y también ironías jamás cerrado por sus leyentes ni por los críticos.
El mito muestra a William Faulkner como un escritor compulsivo, que trabajaba a la noche y en largas sesiones, mito que cultivó él mismo y que halla su mejor reflejo en su personalísimo estilo, construido desde oraciones amplias y arrolladas, de enorme barroquismo y capacidad expresiva, que fue criticado a veces por su carácter elevado, pero a cuya fascinación es bien difícil sustraerse y que se impuso al final a los críticos.
Pese a haber logrado el reconocimiento en vida, e inclusive parcialmente joven, Faulkner vivió varios años sumido en un alcoholismo destructivo. La publicación, en 1950, de sus Narraciones terminadas, unida al Premio Nobel que recibió ese año, le dio el espaldarazo definitivo que precisaba para ser recibido, en su país, como el enorme escritor que era.
Su vida cambió desde este instante: recibió varios honores, escribió guiones de cine para productoras cinematográficas de Hollywood (trabajo que admitía eminentemente por fundamentos económicos, dado su alto ritmo de gasto) y se transformó, en definitiva, en un hombre público, e inclusive fue nombrado embajador itinerante por el presidente Eisenhower. Los últimos años de su historia, que transcurrieron entre charlas, colaboraciones con el director Howard Hawks, viajes, relaciones sentimentales fugaces y curas de desintoxicación, dan la impresión de una angustia creciente y jamás resuelta.
«No se escapa al Sur, uno no se cura de su pasado», afirma entre los individuos de El estruendos y la furia, y, de hecho, el ámbito de la mayor parte de sus novelas es el imaginario condado sureño de Yoknapatawpha, cuyas connotaciones y poder simbólico le proporcionan un aura prácticamente bíblica. En este sentido, la obra de Faulkner ha de ser contemplada como un todo, en la medida en que toda ella se encuentra marcada por esta intención de recrear la vida del sur de Estados Unidos, por mucho que tal localismo no impide que sus individuos y sus obsesiones, tan limitados a un tiempo y un espacio específicos, adquieran una proyección universal.
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Está claro que descubrir en lo más recóndito a William Faulkner es algo que está reservado a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de William Faulkner es una suerte de enigmaque probablemente lleguemos a rehacer si contribuimos conjuntamente.
Por esta razón, si eres de aquellos que creen en que de forma colaborativa se puede elaborar algo mejor, y tienes información sobre la vida de William Faulkner, o sobre algún particularidad de su persona u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como William Faulkner, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es vital procurar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú con respecto a William Faulkner. Estaremos complacidos de perfilar esta biografía con más información.