La historia universal está escrita por aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que atesoró Willem Duisenberg en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Willem Duisenberg, sino que a lo mejor legó una señal mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Willem Duisenberg en persona.Willem Duisenberg fue uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Willem Duisenberg, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Willem Duisenberg, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Willem Duisenberg, gentes a quienes de de una u otra forma Willem Duisenberg influenció, y ciertamente, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Willem Duisenberg.
Las biografías y las vidas de personas que, como Willem Duisenberg, atraen nuestra atención, deben valernos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Willem Duisenberg, el motivo por qué Willem Duisenberg vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Willem Frederick Duisenberg; Heerenveen, Países Bajos, 1935) Economista y político holandés, presidente del Banco Central Europeo a lo largo de la transición al euro.
Licenciado en ciencias económicas por la Universidad de Groninga, se doctoró en 1965 (tras haber estado 4 años como asistente de instructor) con una proposición sobre «Las secuelas económicas del desarme» y se especializó en relaciones económicas de todo el mundo, materia donde ahondó extensamente durante su trayectoria. Su capacitación se completó con los 4 años que pasó en Washington, haciendo un trabajo para el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De regreso en su país, su primer trabajo fue el de asesor del banco central holandés, antes de comenzar a ejercer en 1970 como instructor de macroeconomía en la Facultad de Economía de Ámsterdam, cargo en el que continuó a lo largo de tres años, antes de ser nombrado ministro de Economía en el gobierno encabezado por Joop Den Uyl.
Si bien su experiencia del ministerio no fue realmente bien vista públicamente, más que nada por procurar instaurar la regla del 1 %, por la que el gasto público no podía medrar mucho más que ese porcentaje del producto interior salvaje (PIB), su trayectoria no solo no se atascó sino siguió incontenible. Nada mucho más dejar su cartera, en 1977, pasó a regentar el Banco de Pagos Internacionales, y cinco años después fue nombrado directivo del Banco Nacional de Holanda, cargo que proseguiría desempeñando y que compatibilizó con la presidencia del consejo de dirección del Banco Internacional de Pagos, con origen en la localidad suiza de Basilea.
Durante los últimos quince años precedentes a la llegada del euro, como presidente del Banco Nacional de Holanda, no solo logró sostener permanente el florín, sino, merced a su línea de austeridad a ultranza, asimismo logró situar la inflación de holanda entre las mucho más bajas de Europa y permitió que la economía de su país fuera entre las mucho más equilibrados de la Unión Europea, disminuyendo el déficit, que se encontraba muy cerca del diez % del PIB, a un 3 %. Entre sus éxitos habría que situar, además de esto, dado que el desarrollo de empleo fuera considerablemente más veloz que el que se dio en otra temporada.
Creador de varios estudios económicos, entre aquéllos que resaltan El FMI y el Sistema Monetario Internacional (1966), El equilibrio británico de pagos (1969) o Comentarios sobre la inflación importada (1970), este holandés, casado, padre de 2 hijos y enorme apasionado del golf, designado por la Corona integrante del Consejo Económico y Social, fue integrante del Instituto de Investigación de La Haya, presidente de la Fundación Guillermo I y presidente de la Fundación del Premio Erasmus.
En 1993 logró continuar ampliando su currículo, siendo nombrado de nuevo presidente de otro organismo bancario de enorme importancia, en un caso así del Comité de Gobernadores de Bancos Centrales De europa. Apenas un año después ahora era integrante del consejo directivo del Instituto Monetario Europeo (IME), el feto del futuro BCE, pero debería aguardar prácticamente un par de años para ser nominado para un nuevo cargo.
Según con las bases constitutivas, el Banco Central Europeo (BCE), el llamado banco de los bancos, está regido por un comité ejecutivo y los gobernantes de los bancos centrales nacionales. Dicho comité se compone de un presidente, un vicepresidente y de 2 a 4 consejeros, todos ellos nombrados de común acuerdo por los gobiernos de los países competidores en la tercera etapa de la Unión Económica y Monetaria (UEM).
En el momento de ser escogido como sustituto de Alexandre Lamfalussy, el 14 de mayo de 1996, el holandés Willem Duisenberg contó con el acompañamiento de los pertenecientes de los Quince. Su intención declarada era hallar «vender» el euro a los alemanes de esta manera que de antemano lo logró con éxito a sus compatriotas. Ello, unido a su extendida experiencia como administrador, le puso en insuperable situación para ocupar el sillón ejecutivo del BCE desde 1999. Las probadas talentos de buen comunicador de Willem Duisenberg (domina cinco lenguajes con perfección), un plan que se apoyaba más que nada en los retos potenciales de los desarrollos informáticos, su afán por sostener el nuevo orden y su capacidad de juicio fueron las bazas que tuvo a favor suyo para transformarse en el máximo responsable del futuro BCE.
Culminados los pasos anteriores previstos en el desarrollo de la UEM, Duisenberg presentó el 30 de agosto de 2001 en la localidad alemana de Frankfurt, sede del BCE, los billetes y monedas reales de euro que iban a substituir, desde el 1 de enero de 2002, las monedas nacionales usadas por 300 millones de ciudadanos de la Unión Europea. «El euro -ha dicho a los cronistas- es considerablemente más que una moneda: es un símbolo de la integración de Europa; países en tantas ocasiones asolados por la guerra se comprometen en este momento a sostener la independencia, la democracia y los derechos humanos.»
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Indudablemente descubrir en lo más recóndito a Willem Duisenberg es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer quién fue y cómo fue la vida de Willem Duisenberg es una especie de rompecabezasque con bastante probabilidad logremos reconstruir si colaboramos juntos.
A causa de esto, si eres de aquellos que confían en que colaborando se puede hacer algo mejor, y posees información con respecto a la vida de Willem Duisenberg, o con respecto a algún particularidad de su figura u obra que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Willem Duisenberg, que poseyó su importancia en una época concreta, es esencia intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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