Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Vsevolod Ivanov, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Vsevolod Ivanov, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Vsevolod Ivanov, personas a quienes de un modo u otro Vsevolod Ivanov influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Vsevolod Ivanov.
Las biografías y las vidas de personas que, como Vsevolod Ivanov, atraen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Vsevolod Ivanov, porqué Vsevolod Ivanov vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Vsevolod Ivanov
(Vsevolod Viacheslávovich Ivanov; Lebiajie, 1895 - Moscú, 1963) Escritor soviético. A los catorce años abandonó la escuela y la familia para proseguir a un circo. Durante bastante tiempo llevó una vida errante, y trabajó en oficios tan distintos como camarero, descargador, marinero, tipógrafo y faquir.
En 1921 llegó a Petrogrado con una carta de recomendación del periódico Soviestskaya Sibir (Siberia Soviética) en el que habían anunciado ciertos cuentos para Gorki. Este se interesó por la fortuna del joven Ivanov, lo presentó a Hermanos Serapione y le asistió a que saliesen publicados sus cuentos en Krasnaya Nov: Partizany (1921) Partigiani y El tren blindado 14-69 (1922).
La carrera literaria de Ivanov empezó con un éxito increíble, al que prosiguió un incesante ocaso. Fue un creador muy fecundo, que entre 1921 y 1923 había escrito todo cuanto le garantiza un espacio en la narración de la literatura rusa: las novelas Vidrios de colores, de 1922, Arena, de 1923, El día de Buda, de 1923, y varios Cuentos, entre ellos Ditja (1922), quizás el más destacable.
En estos años, Ivanov representa al tradicional romántico innovador: ve la revolución como un choque de fuerzas impersonales, un fenómeno natural, y la detalla en cuentos breves, prácticamente anécdotas, pocos en penetración sicológica pero ricos en "pathos". Incluso sus novelas de esta temporada no son novelas propiamente estas, ya que les falta unidad argumental. Su composición está fragmentada en múltiples planos, y continuos juegos con las palabras y neologismos delatan la deuda pagada a la prosa ornamental. En Ivanov, además de esto, esta se mezcla con una fuerte inclinación regionalista, que le transforma en vanguardista de la literatura soviética siberiana.
Su forma de ver la vida y la revolución como algo ciego y casual, como un triunfo del instinto, comenzó a desatar las críticas. Así, El secreto de los secretos recibió la acusación de prestar mucha atención al costado obscuro, salvaje y biológico del alma humana, tal como asimismo Michail-Serebrianaya dver (1929) y Osobnjak (1928).
Ivanov procuró amoldarse a los nuevos tiempos y escribió la novela "proletaria" Acero del Norte, de 1925; 2 piezas teatrales, El tren blindado 14-69, fundamentada en el cuento homónimo, y El asedio, de 1928; y una novela sobre el plan quinquenal, Viaje al país que todavía no existe, de 1930; pero generalmente los desenlaces fueron desilusionantes.
Tras la amplia y colorida novela autobiográfica Las aventuras de un faquir, de 1935, asimismo inferior a su producción antecedente, Ivanov regresó al tema de la revolución con Parchomenko (1939), biografía novelada de un popular héroe de la guerra civil, visto desde una exclusiva óptica mucho más verdadera y mucho más histórica, pero indudablemente condicionada por la atmósfera de "culto a la personalidad". Durante la guerra, Ivanov abordó sin bastante éxito los temas históricos con las novelas En el campo de Borodín, de 1943, y Durante la toma de Berlín, de 1946. Esta última fue citada entre las novelas "dañinos" en un célebre alegato de Zdanov.
Después, trató sobre temas literarios y escribió Encuentros con Gorki, de 1947 y la parte teatral Lomonosov (1953). Su última obra, Vamos a la India, de 1960, es una reelaboración de las Aventuras de un faquir. Gran una parte de la obra de Ivanov continúa nueva.
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