Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Vlad Tepes es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Vlad Tepes es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que atesoró Vlad Tepes en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras permaneció en el mundo fue determinante no sólo para quienes frecuentaron a Vlad Tepes, sino que tal vez legó una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Vlad Tepes de forma personal.Vlad Tepes fue una persona que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como Vlad Tepes, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Vlad Tepes, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Vlad Tepes, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Vlad Tepes influenció, y desde luego, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Vlad Tepes.
Las biografías y las vidas de personas que, como Vlad Tepes, seducen nuestra atención, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Vlad Tepes, porqué Vlad Tepes vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Vlad Tepes o Drácula; Schässburg, c. 1428 - cerca de Bucarest, 1476) Noble rumano, pensamiento de las mucho más horribles crueldades, de cuyo nombre se sirvió el escritor irlandés Bram Stoker para la creación del personaje principal de Drácula (1897), novela que dio forma determinante al mito del vampiro. Príncipe de Valaquia, reinó entre 1456 y 1462 como Vlad III, si bien es mucho más popular como Vlad Tepes (que significa Vlad el Empalador) o como Vlad Drácula (Vlad, hijo de Dracul). El epíteto "Dracul" (en rumano moderno, "el Demonio") es para muchos el alias que los súbditos habían dado a su padre, asimismo célebre por su crueldad, mientras que otros investigadores lo traducen como "el Dragón", y lo piensan un título honorífco adoptado por su padre tras entrar en la Orden del Dragón.
Nativo de Schässburg, cerca de Valaquia, viejo principado danubiano ubicado en los Cárpatos, Vlad Tepes fue entre los tres hijos lícitos de Vlad Dracul, príncipe de Valaquia y integrante de la Orden del Dragón. Esta orden, en la que ingresó Vlad por concesión de Segismundo de Luxemburgo en el año 1431, tenía como emblema una serpiente alada, símbolo del demonio en la civilización folclórica rumana, y en sus filas estaba una extendida estirpe de feroces guerreros.
Vlad Tepes vivió una niñez traumática, hecho que indudablemente resultó esencial en el momento de constituir su sádica personalidad. A la temprana edad de trece años fue entregado como rehén a los turcos por su padre. Durante su cautiverio, el joven Vlad fue adiestrado en las artes de la guerra, pero tras la desaparición de su padre abandonó de las filas turcas y reunió su ejército. En 1456 vio cumplido su sueño al transformarse en príncipe de Valaquia.
Fue entonces en el momento en que comenzó a forjarse la historia de historia legendaria sobre el sadismo de Vlad Tepes, a quien se atribuyen mucho más de cien mil muertes entre 1456 y 1462, periodo de su reinado. Los datos que han trascendido por medio de documentos y grabados de la época ponen de manifiesto la carencia de escrúpulos con la que Vlad Tepes ejecutaba a sus contrincantes. Así, era extendida la práctica del empalamiento, consistente en ensartar los cuerpos moribundos de los contrarios al príncipe en altas estacas de madera. También se practicaban la incineración y el desollamiento de los presos, torturas todas y cada una ellas con las que el príncipe parecía gozar en extremo.
La despiadado ofensiva turca llevada a cabo en 1462 contra los disidentes de Valaquia forzó a Vlad Tepes a escapar a Hungría. Una vez allí solicitó asilo al rey húngaro, quien, lejos de atender sus necesidades, lo recluyó a lo largo de 12 años, aduciendo falsas acusaciones. Pero no a lo largo de su cautiverio logró Vlad Tepes reprimir sus impulsos sádicos, y aparentemente sobornaba de forma frecuente a sus guardias para hallar aves a las que desplumaba sin piedad. La fortuna volvió a sonreírle en 1475, en el momento en que el rey de Hungría puso a su predisposición un ejército a fin de recobrar para su reino el territorio de Valaquia. Un año después, en el mes de noviembre de 1476, Vlad Tepes volvía a hacerse con el control del principado. Sin embargo, solamente algunas semanas después, cayó en una emboscada de los turcos, que lo asesinaron y exhibieron su cabeza en Estambul.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de una persona como Vlad Tepes, que tuvo su relevancia en una época determinada, es indispensable tratar de brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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