La historia de las civilizaciones está contada por los hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho queel género humano, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Victor Hugo es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Victor Hugo es comprender más sobre una época concreta de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que tuvo Victor Hugo en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Victor Hugo, sino que posiblemente legó una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Victor Hugo en persona.Victor Hugo ha sido un ser humano que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Besançon, Francia, 1802 - París, 1885) Poeta, dramaturgo y novelista francés reconocido como el máximo exponente del Romanticismo en su país. La niñez de Victor Hugo transcurrió en Besançon, salvo un par de años (1811-1812) en que radicó con su familia en Madrid, donde su padre había sido nombrado comandante general. De temprana vocación literaria, ahora en 1816 escribió en un cuaderno escolar: «Deseo ser Chateaubriand o nada».
En 1819 resaltó en los Juegos Florales de Toulouse y creó la gaceta Le Conservateur littéraire, adjuntado con sus hermanos Abel y Eugène, pero su auténtica introducción en el planeta literario se causó en 1822, con su primera obra poética: Odas y poesías distintas. En el prefacio de su drama Cromwell (1827) rechazó las reglas del teatro neoclásico, proclamó el principio de la «independencia en el arte» y definió su tiempo desde el enfrentamiento entre la inclinación espiritual y el apresamiento en lo carnal del hombre; reconocido como el manifiesto fundacional del teatro romántico, el artículo situó a Victor Hugo como cabeza del movimiento, y su casa se transformó en la sede del cenáculo romántico.
Desde esa novedosa situación de jefe de filas del Romanticismo, y secundado por figuras como Alphonse de Lamartine, Alfred de Musset, Charles Nodier o Alfred de Vigny, el virtuosismo poético de Victor Hugo se puso de manifiesto en Las Orientales (1829), que satisfizo el gusto de sus contemporáneos por el exotismo oriental. La censura de su drama en cinco actos Marion Delorme retrasó su aparición en la escena teatral hasta el estreno de Hernani (1830), pieza maestra que triunfó en la Comédie Française. La representación de este drama formó un genuino escándalo, pero significó asimismo la victoria de la joven guarda romántica sobre el viejo clasicismo y marcó un jalón en la literatura por su separación con las recias reglas de la catástrofe francesa.
En 1830 inició una etapa de singular fecundidad literaria, en la que recalcaron, aparte de diferentes libros de poesía, su primera enorme novela, Nuestra Señora de París, y el drama Ruy Blas. En 1841 ingresó en la Academia Francesa, pero, desanimado por el rotundo fracaso de Los burgraves, abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija Léopoldine, acontecida mientras que él se encontraba de viaje, sumada al desengaño por la traición de su mujer con su amigo Sainte-Beuve, lo sumieron en una honda crisis.
Entregado a una actividad política poco a poco más intensa, Victor Hugo fue nombrado par de Francia en 1845. Pese a presentarse a las selecciones de 1848 en acompañamiento de la candidatura de Napoleón III Bonaparte, sus alegatos sobre la pobreza, los temas de Roma y la ley Falloux adelantaron su separación con el Partido Conservador. El 17 de julio de 1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Napoleón III y, tras el golpe de Estado, escapó a Bélgica. Si bien es verdad que no publicó ninguna obra entre 1843 y 1851, concibió su novela Los miserables y compuso varios poemas que se dieron a conocer más tarde.
En 1852 se instaló, con su familia, en Jersey (Reino Unido), de donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí continuó, en su propiedad de Hauteville-House, hasta 1870. Republicano convencido, denunció sin tregua los vicios del régimen conservador de su país y en 1859 rechazó la amnistía que le ofrecía Napoleón III.
De este exilio de veinte años nacieron Los castigos, refulgente sarta de poesías satíricas; la trilogía de El fin de Satán, Dios y La historia de historia legendaria de los siglos, ejemplo de poesía filosófica donde traza el sendero de la raza humana hacia la realidad y el bien desde la época bíblica hasta su tiempo; y su novela Los miserables, demanda de la situación de las clases mucho más humildes.
De vuelta a París, tras la caída de Napoleón III (1870), Victor Hugo fue ovacionado públicamente y escogido diputado. Fue derrotado en los comicios siguientes, pero en 1876 consiguió el escaño de senador de París, situación desde la que defendió la amnistía de los incondicionales de la Comuna. Sin embargo, desengañado por la política, regresó a Hauteville-House (1872-1873).
El ritmo de su producción reducía, pero su prestigio se incrementaba sin cesar: un banquete memoró el quincuagésimo aniversario de Hernani; en 1881, su cumpleaños fue festejado de manera oficial y los miembros del senado, en la tribuna, se levantaron sin salvedad en su honor. A su muerte, el gobierno francés dictaminó un día de luto nacional y sus restos fueron trasladados al Panteón. Considerado como entre los mayores versistas franceses, su predominación posterior sobre Baudelaire, Rimbaud e inclusive Mallarmé y los surrealistas es indiscutible.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como Victor Hugo, que detentó su trascendencia en una época concreta, es esencia procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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