La historia del mundo está contada por aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela civilización, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otras personas o tomando parte de la acción. Valentín de Foronda es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Valentín de Foronda es conocer más acerca de época determinada de la historia del género humano.
Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como Valentín de Foronda, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que podamos valorar no sólo la existencia de Valentín de Foronda, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Valentín de Foronda, personas a quienes de de una u otra forma Valentín de Foronda influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Valentín de Foronda.
(Vitoria, 1751 - Pamplona, 1821) Ilustrado español. Impulsor del Seminario de Vergara, donde dio clases de economía política, disfrutó de la protección del ministro Cabarrús y se mostró defensor de la pervivencia del Banco de San Carlos y de la Compañía de Filipinas. Fue entre los ilustrados españoles mucho más radicales, traductor de Bielefeld, Buffon, Condillac, Marmontel y Panckoucke. Entre sus proyectos resaltan las Cartas sobre materias político-económicas (1788-1789, publicadas en Espíritu de los más destacados diarios), a las que prosiguieron después novedosas recopilaciones: Cartas sobre los temas mucho más deliciosos de economía política (1794) y Cartas sobre la policía (1801). Sus proyectos tienen relevancia por los datos que dan sobre la civilización y la ciencia actualmente, y por los principios económicos antimercantilistas y antifisiocráticos sobre los que teoriza el creador.
Tras una estancia en Francia, Valentín de Foronda fue escogido en 1777 regidor de Vitoria, orden a lo largo del como asistió a fundar la Casa de la Misericordia de Vitoria. En 1782 se trasladó a Vergara (Guipúzcoa), donde trabajó en la promoción del Real Seminario de Vergara y también dio clases de economía política. Viajó por el Reino Unido, Prusia y también Italia, y hacia 1780 fijó su vivienda en Burdeos (Francia), donde sostuvo contactos con varios de los representantes del pensamiento ilustrado actualmente.
Más tarde fue designado cónsul general (1802-1807) y solicitado de los negocios españoles en Estados Unidos (1808-1809), funcionalidades que desempeñó en la localidad de Filadelfia, donde trabó amistad con el presidente Thomas Jefferson. A su regreso a España la Junta Suprema le nombró en 1810 gobernador honorario del Ejército, y, después de las Cortes de Cádiz (1810-1813), integrante de la Junta de Censura, protectora de la independencia de imprenta, en Galicia.
Siendo protegido del ministro de Hacienda, Francisco Cabarrús, Foronda defendió la pervivencia del Banco Nacional de San Carlos y participó como accionista en la Compañía de Filipinas. En 1814, tras la restauración absolutista de Fernando VII, ingresó en una prisión madrileña a consecuencia de sus ideas políticas, y por año siguiente fue sentenciado a diez años de destierro en Pamplona. En 1821, a lo largo del Trienio Constitucional, fue escogido ministro del Tribunal Especial de Guerra y Marina. Perteneció a la Sociedad Bascongada de Amigos del País, a la Sociedad Filosófica Americana y a la Real Academia de Ciencias y Bellas Artes de Burdeos.
Valentín de Foronda fué considerado entre los máximos representantes de la corriente crítica del pensamiento ilustrado. Tradujo, por ejemplo proyectos, Instituciones políticas, del Barón de Bielefeld; Lógica, de Étienne Bonnet de Condillac; Belisario, de Jean François Marmontel, y la Enciclopedia metódica de Charles Panckoucke; escribió también distintos estudios sobre Jean-Jacques Rousseau.
De sus varias proyectos meritan destacarse las Cartas sobre los temas mucho más deliciosos de economía política (1794), clara defensa de los especiales políticos y económicos liberales y crítica del análisis económico fisiocrático de François Quesnay. La pluralidad de su producción se puede ver en libros como Miscelánea o Colección de múltiples alegatos (1783), a pesar de que sigue siempre y en todo momento como iniciativa rectora el principio de que toda conducta política debe asentarse en los derechos de independencia, propiedad y seguridad; hablamos de una colección de los alegatos pronunciados en la Sociedad Bascongada de Amigos del País, que incluye, entre otros muchos contenidos escritos, Disertación sobre lo honrosa que es la profesión del comercio (1778), Disertación sobre la novedosa Compañía de Indias Orientales (1784) y Cartas sobre el Banco de San Carlos (1786-1787).
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