Las biografías y las vidas de personas que, como Urraca García, seducen nuestro interés, deben ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Urraca García, porqué Urraca García vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(?, hacia 960- Covarrubias, Burgos, hacia 1032) Infanta de Castilla encargada de la vida religiosa y enlazada a la orden de San Benito. Era hija del conde de Castilla, Garci Fernández, y nieta por consiguiente del primer conde, Fernán González. Desde joven sintió la vocación religiosa, con lo que entró en contacto con el entonces monasterio dúplice de los Santos Cosme y Damián, fundado por su tía, la reina Urraca, en Covarrubias.
En el año 972, el conde Garci Fernández decidió hacer el infantado de Covarrubias para Urraca, lo que significó poner en predisposición de su hija la administración de un rico territorio. A pesar de esto, Urraca prefirió llevar a cabo de Covarrubias un señorío eclesiástico, ya que tomó el hábito en 978, en una liturgia a la que fueron todos y cada uno de los individuos esenciales del reino, tanto laicos como eclesiásticos, incluyendo el obispo de Burgos, que fue quien ofició la liturgia.
Desde este instante, Urraca se transformó en la primordial consejera de su padre, al paso que administraba prósperamente el infantado de Covarrubias; contribuyó decisivamente a realizar del monasterio de los Santos Cosme y Damián entre los centros espirituales mucho más relevantes en la Castilla de la temporada.
Su tarea como consejera fue bastante más esencial a lo largo del gobierno de su hermano, el conde Sancho García (990-1022), y asimismo en el de su sobrino, el efímero conde García Sánchez (1017-1029), dada la inestabilidad con que se inició su ingreso al título condal, que logró preciso que la otra hermana de Urraca, doña Mayor, mujer del rey navarro Sancho el Mayor, se hiciese cargo de la regencia de Castilla.
Como agradecimiento a la tarea de las dos mujeres, García Sánchez visitó a su tía Urraca en Covarrubias a lo largo de la primavera de 1024, instante en que le dio una esencial suma de dinero destinada a proyectos de optimización en la Colegiata de Covarrubias.
Los últimos documentos que hablan de a Urraca García con vida están datados en el año 1032, pero no se conoce con precisión cuándo murió. Fue enterrada bajo el altar mayor de la Colegiata de Covarrubias, donde todavía el día de hoy puede observarse su humilde sepulcro.
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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Urraca García, que detentó su importancia en un momento concreto de la historia, es esencia procurar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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