Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Tim Burton, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Tim Burton, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Tim Burton, gentes a quienes de de una u otra forma Tim Burton influenció, y ciertamente, comprender y entender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Tim Burton.
(Burbank, California, 1958) Director y productor de cine estadounidense. Destacado artífice tanto de la animación como de las películas con actores reales, lo mucho más propio de su filmografía se destaca por una increíble factura visual puesta al servicio de historias fabulosas y góticas, no exentas en ocasiones de un humor ácido y protagonizadas habitualmente por seres marginados o incomprendidos.
Desde su época de estudiante en su localidad natal mostró un enorme talento para el dibujo, lo que le llevó a inscribirse en el California Institute of Arts, donde completó su capacitación artística. Presentó sus trabajos en los estudios que fundase Walt Disney, que serían su rincón de creación a lo largo de años. Formó una parte del aparato de animadores de la compañía y participó, de esa forma, en la realización de largos como Tod y Toby y Taron y el caldero mágico.
Utilizando su buena relación con los ejecutivos de la productora, logró efectuar con su financiación 2 cortos, Vincent (1982) y Frankenweenie (1984), que enseñaron ahora las peculiaridades escenciales de su cine: estética expresionista, melancolia por los individuos del cine tradicional de terror y movimientos de cámara muy afines a los usados en el dibujo animado. Respondiendo a una llamada a distintos directivos para efectuar una secuencia de adaptaciones televisivas de cuentos tradicionales, Burton dirigió Aladino y la lámpara fantástica (1985), y ese año cooperó con la productora NBC para rodar entre los capítulos de la teleserie Alfred Hitchcock muestra, en concreto el que se titula El tarro, cuyo razonamiento se apoya en un cuento de Ray Bradbury. Muchos años después participaría en una serie similar producida por Steven Spielberg, Cuentos extraordinarios, que incluyó un capítulo de animación comandado por Burton, Family dog (1993).
Una estrella de la televisión, Pee-Wee Herman, fue el personaje principal de su primer extenso film, La enorme aventura de Pee-Wee (1985) a lo largo de cuyo rodaje trabajó con el músico que participaría en la mayor parte de sus siguientes grabes, Danny Elfman. En Bitelchús (1988), su siguiente película, introduce al espectador en un planeta disparatado, lleno de imaginación, que fue bien recibido por el público. Parecida singularidad probó en su adaptación a la enorme pantalla de un tradicional del cómic, Batman (1989), primera enorme producción donde participó y que, merced a su excelente resultado en taquilla, afianzó la situación de Burton en la industria de Hollywood. Por exactamente la misma época se transformó en productor ejecutivo de la adaptación televisiva de Bitelchús, una sucesión de dibujos animados destinada al público infantil.
La secuela de Batman llevó por título Batman regresa y llegó a las pantallas en 1992. Uno de los individuos mucho más relevantes de esta película es Catwoman, una pérfida superheroína interpretada por Michelle Pfeiffer. Eduardo Manostijeras (1990), interpretada por Johnny Depp y Winona Ryder, y Pesadilla antes de Navidad (1994) fueron sus siguientes proyectos en los que, en la fantasía, se retratan individuos incomprendidos, que solo por medio de los sueños tienen la posibilidad de ver efectuadas sus pretensiones. El segundo de los títulos convocados, comandado por Henry Selick y escrito y producido por Burton, es además de esto una importante exhibe de su cine de animación.
En 1995 rodó uno de sus proyectos mucho más personales, Ed Wood, cuyo razonamiento da un giro en torno al peculiar cineasta del mismo nombre, considerado entre los peores directivos de la historia del cine. En la película hace aparición como personaje el mítico actor de terror Bela Lugosi, fabulosamente interpretado por Martin Landau. El popular intérprete de grabes de terror es, al lado de Vincent Price, entre los actores mucho más admirados por Burton, cuyo cosmos personal debe bastante a las películas por ellos protagonizadas.
Mars attacks! (1996), para bastantes una pieza maestra de humor ácido, no fue bien comprendida por el público estadounidense, que rechazó la sátira excesiva de su sociedad que se muestra en el largometraje. Tras ésta, Burton rodó Sleepy Hollow (1999), una claustrofóbica historia de terror con su actor fetiche, Johnny Depp, una inquietante Christina Ricci y un increíble Cristopher Walken en su papel de enigmático caballero cortacabezas.
Tras Sleepy Hollow, Burton llevó a la pantalla una secuela de El mundo de los macacos protagonizada, por ejemplo, por su para entonces compañera sentimental, Helena Bonham Carter. La película, considerada por varios como errada, supuso un cierto fracaso para el directivo, si bien no fue ningún obstáculo para contratar nuevamente a una enorme estrella, Ewan McGregor, para interpretar otra fabulosa película llamada Big fish (2003), donde la crónica de la vida de un padre moribundo sirve de hilo conductor para narrar la relación con su hijo y el planeta de fantasía desarrollado para este.
Nuevamente con Johnny Depp, y acompañado asimismo de Bonham Carter, estrenó en el mes de agosto de 2005 Charlie y la factoría de chocolate, fundamentada en la novela juvenil homónima de Roald Dahl. Burton realizó un increíble despliegue de magia visual con el que logró nuevamente aunar un enorme éxito de taquilla con las buenas críticas. Repitió personajes principales, si bien en esta ocasión solo con la voz, en su novedosa película de animación, La novia cadáver (2005), una bella fantasía macabra que asimismo cosechó un colosal éxito de taquilla.
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