Théodore Dubois

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que tuvo Théodore Dubois en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para quienes conocieron a Théodore Dubois, sino que a lo mejor legó una señal mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Théodore Dubois en persona.Théodore Dubois ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Théodore Dubois

(Rosnay, 1837 - París, 1924) Compositor y organista francés. Fue alumno del pianista Marmontel y efectuó estudios de fuga y composición con Ambroise Thomas. Obtuvo el primer Premio de Roma con su Cantata Atala en 1861. Tras su regreso de Italia, fue nombrado profesor de capilla en la iglesia parisina de Santa Clotilde, en sustitución del fallecido César Franck, y más tarde organista en la Madeleine de exactamente la misma localidad como sustituto de Camille Saint-Saëns.

En 1871 empezó a impartir clases de armonía y composición en el conservatorio de París, que dirigiría años después, entre 1896 y 1905, en substitución de su profesor Ambroise Thomas; Paul Dukas sería el más importante de sus acólitos. En 1894 fue escogido para ser parte de la Academia de Bellas Artes de París.

Dubois compuso primordialmente música para la escena. Buen ejemplo de esto son sus óperas Aben Hamed (1884) y Frithjof (1892). Además de estas proyectos, Dubois escribió tres óperas cómicas: La Guzla de l´Emir (1873), Le Pain bis (1879) y Xavière (1883), tal como el ballet La Farandole (1883).

Su producción musical incluye proyectos orquestales como la Sinfonía francesa compuesta en 1912 y música religiosa, dentro por misas, motetes y por los oratorios Las siete expresiones de Cristo (1867) y Le Paradis perdu (1878). Toda su producción musical fue publicada en París por la editorial Heugel. Dubois escribió asimismo un tratado de armonía que vio la luz en 1921.

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