Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Theodor Fontane en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes conocieron a Theodor Fontane, sino que a lo mejor legó una huella mucho más vasta de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Theodor Fontane personalmente.Theodor Fontane ha sido un ser humano que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Theodor Fontane, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa esencial para que podamos apreciar no sólo la existencia de Theodor Fontane, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Theodor Fontane, personas a quienes de de una u otra forma Theodor Fontane influenció, y desde luego, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Theodor Fontane.
(Neuruppin, 1819 - Berlín, 1898) Escritor alemán, máximo gerente de la novela verdadera en su país. La composición de varias Baladas ocupó el primer periodo de su actividad. Sin embargo, resaltó como creador de novelas, caracterizadas por su régimen de los temas sociales; entre ellas se puede destacar Antes de la tormenta (1878), La infiel (1882) y su pieza maestra, Effi Briest (1895). Es creador asimismo de tres volúmenes autobiográficos (1871, 1894 y 1898).
Hijo de emigrados franceses, el carácter poco riguroso de su padre privó al jóven de una guía incesante y segura; de esta manera, los estudios de Theodor Fontane resultaron desorganizados: estuvo en el centro y en una escuela técnica, y después apreció la carencia de una sólida capacitación tradicional. De 1836 a 1849 fue ayudante de farmacia en Berlín, Magdeburgo, Dresde y, nuevamente, en la primera de estas ciudades. En 1844 había efectuado un primer viaje a Inglaterra, adonde volvería años después.
Entusiasmado desde temprana edad por la lírica, publicó ahora en su juventud versos de distintos géneros. En Berlín participó en el círculo literario El túnel del Spree. En 1849 contrajo matrimonio, abandonó la profesión de farmacéutico y comenzó a ocuparse al periodismo. Entre 1855 y 1859 vivió en Inglaterra, donde dirigió un periódico; vuelto a su país, prosiguió haciendo un trabajo como periodista, pero dispuso de sobra tiempo para su tarea literaria. En este aspecto resultaron singularmente contentos ciertas baladas que entonces reunió en el tomo Baladas (1861). De entre su obra de carácter lírico merece destacarse asimismo Caminatas por la marca de Brandenburgo (1862-1888), libro en el que con prosa poética detalla imágenes de su patria chavala.
A lo largo de la guerra franco-prusiana estuvo en Francia; en 1870 fue detenido como espía, pero unos meses después, merced a la intervención de Bismarck, recuperó la independencia. Tras cinco quinquenios de modesta ejercitación literaria ha podido poder cierto desahogo que le dejó ocuparse completamente al arte narrativo. A partir de 1876 escribió una sucesión de novelas, ciertas cuales no publicó hasta después, pues su carácter minucioso le llevaba a comprobar y pulimentar todo el tiempo sus contenidos escritos.
Contaba el creador cincuenta y nueve años en el momento en que apareció su primera novela, Antes de la tormenta (1878), obra cuya acción se ubica en el Berlín y el Brandenburgo precedentes a las guerras de independencia contra Napoleón y que cuestiona la vigencia y el valor de la aristocracia prusiana.
En La infiel (1882), novela fundamentada en hechos reales sucedidos en la sociedad berlinesa y cuyo título procede de un popular cuadro de Tintoretto, trató el tema del adulterio y el divorcio. Una mujer joven, incomprendida por su marido, halla otro compañero y contrae nuevo matrimonio; congruente con el ambiente burgués, el desenlace es conciliador. El interés no reside tanto en la fácil trama como en la descripción del acomodado ámbito burgués de Berlín; admirable es además de esto la caracterización de los individuos, entre aquéllos que resalta la figura del marido engañado, Ezechiel van der Straaten. Theodor Fontane volvió a tratar el tema del adulterio en Cécile (1886).
Schach von Wuthenow (1882) es la última novela histórica de Fontane y avanza en el Berlín de 1806: el oficial Schach von Wuthenow se casa, en vez de con la mujer querida, con la hija, a la que no quiere y es fea; acaba suicidándose por temor a la broma. El tema es, nuevamente, la aristocracia prusiana y su incapacidad para la acción, apresada por un código de honor anquilosado. A continuación escribió Errores y extravíos (1887) y Stine (1890), obra de la que se puede destacar el lenguaje colorido, que tiene dentro el dialecto berlinés.
Tras Irreparable (1891) y La señora Jenny Treibel (1892), Fontane publicó su mejor novela, Effi Briest (1894), una narración "redactada prácticamente con el psicógrafo", según nuestro creador, donde "todos y cada uno de los procesos anímicos racionalmente aceptables se hacen evidentes a través de insinuaciones de palabra y movimientos". Effi Briest es la narración de una muchacha mujer que, por aburrimiento, cae a cargo de un apasionado frívolo. Su marido solo revela esa situación por al azar bastante tiempo después, y no por pasión y deseo de venganza, sino más bien por convención y rigidez, aniquila al apasionado en desafío. Effi Briest se separa y es excluida de los círculos donde hasta el día de hoy se movía, y muere de forma temprana de tristeza. Su razonamiento y su enfoque emparentan esta novela con otras piezas maestras del realismo europeo: Madame Bovary (1856), de Gustave Flaubert, Ana Karenina (1875-1876), de León Tolstói, o La Regenta (1884-1885), de Leopoldo Alas «Clarín».
En 1894 consiguió el titulo honorífico de la Facultad berlinesa de Filosofía. La última novela de Theodor Fontane, Stechlin (1897), apareció póstumamente. Theodor Fontane dejó asimismo unas memorias, Mis años de niñez (1894), y una abundante correo. Fue indudablemente entre los escritores mucho más significativos del final de siglo; del naturalismo tomó la inclinación por la descripción del ámbito, y en lo relacionado al estudio de los individuos se le considera, por su hondura, precursor de la actualizada novela sicológica. El concejo de Berlín occidental instauró en 1949 el "Premio Fontane".
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