Ya sea inspirando a más personas o siendo parte de la actuación. Stieg Larsson es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Stieg Larsson es comprender más sobre una época concreta de la historia del género humano.
Vida y Biografía de Stieg Larsson
(Karl Stig-Erland Larsson; Skelleftea, Västerbotten, 1954 - Estocolmo, 2004) Escritor y periodista sueco. Especializado en conjuntos de ultraderecha, brincó a la popularidad tras su fallecimiento a causa de la publicación de su trilogía de novelas Millennium, entre los mayores fenómenos editoriales de las últimas décadas. A partir de 2009 el efecto Larsson llegó asimismo a las pantallas cinematográficas, con el estreno y el rotundo éxito de la versión fílmica de sus novelas.
Nativo de Skelleftea, en la provincia administrativa de Västerbotten, el pequeño Stieg era hijo de progenitores jovenes con pocos elementos, que lo llevaron por este motivo a vivir con sus abuelos, en el pequeño ayuntamiento de Norsjb. Su abuelo, un comunista antifascista intensamente implicado en la pelea por los derechos de los trabajadores que había sido recluido en un campo de trabajo, sería una predominación esencial para él. Cuentan quienes conocían a Larsson que en el momento en que en 1962, a raíz a la desaparición del adulto mayor, se vio obligado a regresar con sus progenitores (que a la sazón ahora tenían otro hijo), no logró amoldarse; no deseaba vivir con ellos, por el momento no eran sus interlocutores en el planeta. Se fue de casa a los dieciséis años.
Corrían los primeros años de la década de 1970 en el momento en que se implicó en política y también inició su militancia en la Kommunistiska Arbetareförbundet (Liga Comunista de Trabajadores). Fue en esa época en el momento en que, después de los un par de años de servicio militar obligación, viajó con cierta frecuencia a África y, como corresponsal de guerra, fue testigo de primera mano de la guerra civil en Eritrea. También por entonces, en una manifestación contra la guerra de Vietnam, conoció a la que sería su compañera para el resto de sus días, Eva Gabrielsson.
Si bien no llegó a cursar la carrera de periodismo, entre 1977 y 1999 Larsson trabajó como periodista y diseñador gráfico para la agencia de novedades Tidningarnas Telegrambyra (TT). Paralelamente, su deber en la pelea contra los movimientos de ultraderecha y el racismo lo llevó a fundar el emprendimiento antiviolencia Stop the Racism en la época de la década de 1980, y a fomentar años después, en 1995, la Fundación Expo, de cuya gaceta, Expo, sería directivo. A la par publicó múltiples libros de investigación periodística sobre los conjuntos nazis en Suecia y las oscuras conexiones entre la extrema derecha y la política y las finanzas, llegando a ser tan especialista en la materia que fue requerido por Scotland Yard y por la OSCE.
Expo, gaceta de investigación encargada de controlar el apogeo del racismo en Suecia, se transformó en un líder en Escandinavia, equiparable a la británica Searchlight. Se trata de publicaciones incómodas para ciertos grupúsculos, con lo que sus autores se ven forzados a sostener el anonimato frente probables represalias. Larsson recibía tantas amenazas que tuvo que decantarse por la clandestinidad: no constaba en los registros oficiales ni en las guías telefónicas; no ha podido casarse con su compañera por miedo a que algún papel pudiese delatar su paradero.
En medio de esta vida semiclandestina y de persecuciones, Larsson se refugió en su enorme pasión: los libros. Gran lector, aficionado a la ciencia ficción (era presidente de la sociedad que reúne a los fanaticos del género en Escandinavia y dirigió unos cuantos fanzines especialistas) y entusiasta del género negro que forjaran Dashiell Hammett y Raymond Chandler, comenzó a redactar por las noches, para entretenerse.
De esta manera se forjaría entre las sagas mucho más insignes de las últimas décadas, la trilogía Millennium. A períodico, tras el trabajo, y hasta las 3 o las 4 de la madrugada, ingiriendo proporciones descomunales de café y fumando cigarros de manera compulsiva, Larsson crearía entre las parejas mucho más recordables que haya dado la literatura criminal: Lisbeth Salander, la pirata informático complicada y rebelde, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y su contrapunto, Mikael Blomkvist, un periodista de investigación que es precisamente un álter ego del propio Larsson.
De esta manera escribió, en tres años, las mucho más de 2.200 páginas de la saga. Sin embargo, el creador jamás vería sus libros publicados: el 9 de noviembre de 2004, días tras haber entregado a su editor el tercer volumen de la serie, y antes de la publicación del primero, Stieg Larsson murió víctima de un infarto, sin poder ser testigo de un éxito que terminaría por equipararle a Dan Brown, Stephenie Meyer, Carlos Ruiz Zafón, Roberto Saviano o algún otro reconocido creador de best sellers. Su compañera a lo largo de mucho más de treinta años tampoco lo podría gozar en su justa medida, en tanto que, al no estar en matrimonio, la legislación sueca no le dejaba heredar; los derechos de creador pasaron por ley al padre y al hermano de Larsson, a quienes el periodista no había visto desde hacía varios años.
La primera distribución de Millennium, llamada Män som hatar kvinnor (verdaderamente, Hombres que detestan a las mujeres, 2005) se publicó en Suecia a los pocos meses del fallecimiento del creador y supuso un auténtico fenómeno editorial que próximamente se extendió a otros países, como Reino Unido y Francia. En español apareció en 2008 con el título Los hombres que no amaban a las mujeres. El éxito fue asimismo inmediato y desencadenó tal larssonmanía que ese año llegó a las librerías el segundo volumen, La muchacha que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Flickan som lekte med elden; verdaderamente, La pequeña que jugaba con fuego, 2006). No se quedó a la zaga el tercer volumen, Luftslottet som sprängdes (El castillo en el aire que voló en trozos, 2007), anunciado en castellano en 2009 como La reina en el palacio de las corrientes de aire, del que en un solo día se vendieron mucho más de 200.000 ejemplares.
La adicción que producían las peripecias de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist parecía no tener fin. A mediados de 2009, los tres libros habían sido traducidos a mucho más de 40 lenguajes y habían rebasado la cifra de diez millones de ejemplares vendidos. Sólo en Suecia se habían vendido tres millones de volúmenes, esto es, un libro por cada tres pobladores. En España, la trilogía superó con creces el millón de ventas, y en el mes de octubre de 2009 el primer volumen anunciado llevaba 65 semanas ininterrumpidas en la lista de los diez libros mucho más vendidos.
Si el éxito del papel fue contundente, no lo fue menos el de la adaptación cinematográfica de las tres novelas de la saga. Dirigidas por Niels Arden Oplev y protagonizadas por los actores suecos Michael Nyqvist y Noomi Rapace, fueron rodadas en 2009 y batieron récords de taquilla en toda Europa. El éxito de estas producciones de europa llamó inmediatamente la atención de Hollywood, que causó ahora en 2011 la "versión de america" de la primera distribución de la saga. Titulada The Girl with the Dragon Tattoo, fue apuntada por David Fincher y contó en su reparto con el estelar Daniel Craig, personaje principal de los últimos Bond, y con Rooney Mara para el papel de Lisbeth. La segunda y la tercera parte llegaron a las salas de proyección en el lapso de 2012 y 2013.
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