Stephen Harper

La historia de las civilizaciones está contada por aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,avance.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que tuvo Stephen Harper en la historia. El modo en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Stephen Harper, sino que posiblemente legó una huella mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Stephen Harper en persona.Stephen Harper ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Comprender las luces y las sombras de las personas relevantes como Stephen Harper, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Stephen Harper, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Stephen Harper, personas a quienes de de una u otra forma Stephen Harper influyó, y ciertamente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Stephen Harper.

Vida y Biografía de Stephen Harper

(Toronto, 1959) Político conservador canadiense que fue presidente de Canadá desde 2006 hasta 2015. Nacido en el seno de una familia acomodada (su padre era contable de una compañía petrolífera) comenzó a estudiar en la Universidad de Toronto en 1978, pero prontísimo se trasladó a Edmonton, capital de la provincia de Alberta, para trabajar como usado en la industria petrolera. Prosiguió sus estudios en la Universidad de Calgary, en exactamente la misma provincia, por la que se licenció en economía en 1985.

Comenzó su trayectoria política como ayudante de un diputado del Partido Conservador de Calgary en 1985. Decepcionado por las demandas intestinas entre los conservadores, en 1988 se unió a su instructor universitario, Preston Manning, y otros jóvenes políticos para constituir el Partido de la Reforma, de orientación ultraconservadora y campo regional, crítico del federalismo centralizado propugnado por el Partido Liberal y defensor de la autonomía financiera a ultranza de las provincias.

Derrotado en las selecciones legislativas de 1988, fue escogido diputado por vez primera en 1993, tras su virulenta campaña contra el Acuerdo de Charlottetown (22 de agosto de 1992), la reforma constitucional que dio a Quebec el estatuto de “sociedad diferente”, rechazado en referéndum por todas y cada una de las provincias occidentales. También se mostró comprometido en el referéndum sobre la independencia de Quebec, cuyo resultado selló la derrota de los separatistas (30 de octubre de 1995).

En conflicto con la dirección de su partido, dimitió como diputado en el primer mes del año de 1997 y fue nombrado vicepresidente de la National Citizens Coalition (NCC), una asociación de ciudadanos, conjunto de presión y centro de estudios (think tank), que flageló el despilfarro de los fondos públicos y propugnó la democracia directa a través de referéndum. Radicalizó su oratoria, proclamó que el Partido de la Reforma había descuidado los principios del conservadurismo económico y lanzó una diatriba contra el Partido Liberal, al que acusó de perpetuarse en el poder a través de un sistema poco servible y lesivo para los intereses de las provincias occidentales.

Liberal en economía, pero intransigente en cuestiones de ética y prácticas, sus opositores lo relacionaron con la derecha cristiana estadounidense mucho más extremista. No obstante, para asegurar su promoción política, logró marginar a la extrema derecha y centrar el partido. Adversario de los nacionalistas de Quebec, se opuso a la Declaración de Calgary sobre la unidad nacional (diciembre de 1997), propugnada por el Partido Liberal, que denigró como “un plan de apaciguamiento” del nacionalismo quebequense.

En 2000 Harper se unió a la Alianza Canadiense, sucesora del Partido de la Reforma, de la que fue escogido presidente en 2001, y por año siguiente regresó a la Cámara de los Comunes, nuevamente como diputado por Calgary y jefe del primordial partido de la oposición, tras una campaña centrada en la moralización de la vida pública. En mayo de 2002 fue escogido de manera oficial líder de la oposición en la Cámara de los Comunes. Abanderado de la unión de todas y cada una de las fuerzas conservadoras, negoció en misterio la fusión de la Alianza con el Partido Progresista Conservador, tras el fracaso de este en las selecciones, y de ella brotó el nuevo Partido Conservador de Canadá (diciembre de 2003), del que fue escogido presidente.

Por vez primera, Harper dirigió a todos y cada uno de los conservadores unidos en la campaña electoral de junio de 2004. Con capacidad, logró apaciguar las tensiones entre moderados y radicales de derecha, pero sus situaciones contra el bilingüismo federal, el aborto y las uniones gays terminaron, según todos y cada uno de los rastros, por quitarle votos en los ámbitos centristas. El presidente saliente, Paul Martin, del Partido Liberal, volvió a vencer, si bien con una mayoría relativa de 135 escaños. El Partido Conservador quedó seguidamente con 72 escaños.

Más allá de la derrota, Harper fue reelegido presidente del partido con el 84 % de los votos en la convención conmemorada en Montreal (17-19 de marzo de 2005), que adoptó un programa menos conservador, del que desapareció la oposición al aborto y al bilingüismo federal, pero que sostuvo el rechazo del matrimonio homosexual. También matizó su hostilidad al protocolo de Kyoto, que quiere batallar el calentamiento global. Cuando el Gobierno aceptó coyunturalmente el respaldo del separatista Bloque Quebequés para sacar adelante el presupuesto, Harper acusó al presidente de haber perdido “la autoridad ética para gobernar”.

A consecuencia de múltiples escándalos financieros que sacudieron al Partido Liberal, los conservadores subieron espectacularmente en intención de voto en las investigaciones, lo que fue aprovechado por Harper para enseñar una petición de censura contra el Gobierno federal del liberal Paul Martin. Ante la separación del Partido Liberal con sus asociados del Nuevo Partido Democrático (NDP), la petición de censura salió adelante por 171 votos a favor y 133 en contra (24 de noviembre de 2005), lo que provocó la dimisión del Gobierno y la convocatoria de selecciones en general adelantadas.

A lo largo de la campaña electoral, los liberales se hallaron a la protectora en razón de novedosas acusaciones de malversación de fondos públicos, y probablemente se confundieron al publicar una campaña de denigración contra el líder conservador, al que tildaron de extremista inspirado por la derecha de norteamérica. Harper contraatacó presentándose como el vencedor de la unidad canadiense y de la justicia fiscal, con la capacidad de achicar los impuestos y establecer nuevamente los puentes con Quebec sin por este motivo dañar las pretensiones de las provincias occidentales.

Tras las reclamaciones de autonomía provincial protegidas por Harper se escondía como resulta lógico el inconveniente del petróleo y de otros elementos naturales. Los primordiales yacimientos petrolíferos están en la provincia occidental de Alberta, donde solo viven 3 de los 32 millones de pobladores. La situación es que el Occidente canadiense se enriquece con celeridad y atrae a un creciente número de personas, al paso que Quebec e inclusive Ontario, ámbas provincias que fraguaron la federación, están en franco retroceso.

En las selecciones en general del 23 de enero de 2006, el Partido Conservador consiguió el 36 % de los votos y 124 de los 308 miembros del congreso de los diputados de la Cámara de los Comunes. El Partido Liberal logró el 30 % de los sufragios y 103 escaños. El Bloque Quebequés, nacionalista, defensor de los intereses de Quebec en las instituciones federales de Ottawa, preservó sus 51 escaños, y el Nuevo Partido Democrático (NDP, de centroizquierda) mejoró sus situaciones al pasar de 18 a 29 escaños.

A consecuencia de estos desenlaces tan poco definitivos, Harper se vio obligado a conformar un Gobierno declaradamente moderado, en minoría en la Cámara de los Comunes, que contaría con la tolerancia del Partido Liberal, puesto que este precisaba de una “cura” de oposición, para sostener la seguridad del gobierno. Una vez mucho más, a pesar del sistema electoral de estilo británico (mayoritario, uninominal, por distritos), los votantes se negaron a ofrecer un cheque en blanco a cualquier partido, de forma que el vencedor relativo debería emprender con precaución los temas mucho más controvertidos, desde la autonomía financiera provincial hasta la situación de Quebec y las relaciones con Estados Unidos.

Stephen Harper es de religión protestante y está casado desde 1993 con Laureen Teskey, con la que tiene 2 hijos: Benjamin (1996) y Rachel (1999). Gran aficionado al hockey sobre hielo, se afirma seguidor del Calgary Flames.

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