La historia del mundo está escrita por aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado queel género humano, de una forma u otra,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la importancia que atesoró Sixto Durán Ballén en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo mientras permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Sixto Durán Ballén, sino que a lo mejor produjo una huella mucho más honda de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Sixto Durán Ballén personalmente.Sixto Durán Ballén fue una de esas personas que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
(Boston, Estados Unidos, 1921 - Quito, 2016) Político y arquitecto ecuatoriano que fue presidente de la república entre 1992 y 1996. Estudió arquitectura en Estados Unidos y fue nombrado ministro de Obras Públicas en el gobierno de Camilo Ponce Enríquez, cargo desde el que diseñó un ambicioso plan de proyectos públicas por el que se edificaron varias rutas y se remodeló parte importante de las que ya están. También puso en marcha la construcción de los aeropuertos de Quito y Guayaquil y los puertos de Guayaquil y Puerto Bolívar, el tendido de la red de telefonía y un plan de canalización de agua bebible.
Escogido alcalde de Quito en 1970, en el ejercicio de este cargo, que desempeñó hasta 1978, afianzó su popularidad como eficiente gestor y realizador de proyectos, dotando a la ciudad más importante ecuatoriana, de estilo colonial, de modernas vías de circunvalación y túneles de ingreso. Tras enseñar su candidatura por una coalición de partidos conservadores y vencer en las selecciones, fue ungido presidente de la república en 1992. Durante su orden (1992-1996), debió contestar a la agitación sindical que provocaron sus políticas neoliberales (huelga general de junio de 1994) y al enfrentamiento fronterizo con Perú en 1995.
Sixto Durán Ballén empezó de hecho a gobernar con un programa de carácter precisamente neoliberal que apuntaló el aspecto económico y desalentó el popular, con lo que debió realizar en frente de varios enfrentamientos internos. En enero de 1993, la anunciada reforma destinada a regular las inversiones extranjeras para abrir el campo público a las privatizaciones provocó un fuerte rechazo de los sindicatos y los partidos de la oposición; después, el descontento habitual generado por las medidas de austeridad económica cristalizó en una huelga general. A principios de 1994, las fuertes subidas de los costos de los artículos petrolíferos, destinadas a contemplar el déficit presupuestario, fueron respondidas por trabajadores y alumnos, que se confrontaron ferozmente a la policía.
En junio de 1994 se abrió un nuevo frente para el gobierno: la aprobación, con el acompañamiento de los enormes dueños y los agroexportadores, de la Ley de Desarrollo de la Tierra, que provocó la oposición de la Confederación Nacional de los Pueblos Indígenas del Ecuador (CONAIE). Mientras los primeros argüían que la novedosa ley favorecería las inversiones y aumentaría la producción agrícola al normalizar la propiedad de la tierra, los indígenas aseveraban que suponía un frenazo a la moderada reforma agraria impulsada hasta el momento y una amenaza para los derechos de pastoreo de las comunidades indígenas. Las manifestaciones sociales, apoyadas por los sindicatos, forzaron al gobierno a negociar con los dueños y los indígenas la modificación de la ley.
Por otro lado, si bien la política económica del gobierno logró liquidar la inflación y acrecentar las reservas de percibes, la evolución del mercado mundial afectó de manera negativa a los primordiales modelos de exportación, como el petróleo, los plátanos y las gambas. Otro inconveniente que pesaba sobre la economía ecuatoriana era la deuda externa, que forzó al cese de pagos a los bancos privados en el mes de agosto de 1994, más allá de que en el mes de octubre el gobierno alcanzó un acuerdo con los bancos comerciales para reestructurar la deuda.
En enero de 1995 se volvió a reavivar la vieja disputa fronteriza sobre la selva amazónica entre Ecuador y Perú. Quito no olvidaba el agravio que supuso la firma del Protocolo de Río, que dio fin a la guerra fronteriza de 1942, al comprender que se le habían arrebatado 178.000 km cuadrados de selva que le pertenecían según los límites de los viejos virreinatos españoles. En situación, el Protocolo de Río dejaba 87 km sin demarcar y jamás había sido recibido de modo definitivo por Ecuador, cuyo Senado lo había proclamado nulo en 1960.
El hallazgo de un nuevo afluente del Amazonas, el río Cenepa, en la Cordillera del Cóndor, llevó a Ecuador a reivindicar la cabecera del mismo para progresar su ingreso a la cuenca del Amazonas y sus probables yacimientos de oro y petróleo. En enero de 1995, Sixto Durán Ballén declaró el estado de urgencia y también instó a la defensa de la patria, al paso que los ejércitos ecuatoriano y peruano llamaban a los reservistas y empezaba la escalada militar. Tras varios combates sostenidos en la región en disputa entre Ecuador y Perú, en el mes de marzo se impuso un prominente el fuego bajo los auspicios de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Chile, los países garantes del Protocolo de Río. La administración de esta crisis dio a Durán un sensible incremento de popularidad.
No obstante, el prestigio del gobierno de Sixto Durán se desmoronó pocos meses tras terminada la contienda, en el momento en que el vicepresidente Alberto Dahik fue cesado por el Congreso tras ser acusado de manejos dolosos de los costos reservados para la "compra" de miembros del congreso de los diputados. Durán Ballén no ha podido actualizar el Estado ni privatizar las áreas estratégicas, puesto que este último trámite fue rechazado a través de plebiscito en el mes de noviembre de 1995. En las selecciones de 1996 el pueblo, agobiado por una profunda crisis económica, votó de nuevo por el populismo, representado esta vez por Abdalá Bucaram Ortiz.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de alguien como Sixto Durán Ballén, que tuvo su trascendencia en un momento concreto de la historia, es esencia intentar mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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