Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Sir Douglas Haig es una de las personas cuya vida, en verdad, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Sir Douglas Haig es comprender más sobre etapa determinada de la historia del ser humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Sir Douglas Haig, seducen nuestra atención, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Sir Douglas Haig, el motivo por el cual Sir Douglas Haig vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inevitable, la historia.
Vida y Biografía de Sir Douglas Haig
(Sir Douglas Haig, primer Conde de Haig; Edimburgo, 1861 - Londres, 1928) Militar británico. Mariscal de campo y comandante en jefe de las fuerzas británicas en Francia a lo largo de la Primera Guerra Mundial, Haig hizo campañas ofensivas triunfantes pero muy criticadas en su país por el prominente número de bajas que costaron.
Integrante de una familia adinerada, tras estudiar en Clifton y en la Universidad de Oxford ingresó en el Royal Military College de Sandhurst, de donde salió, en el año 1885, con el nivel de teniente de húsares. En el año 1891, ahora con el nivel de capitán, Haig tomó parte bajo el mando del polémico general Horatio Kitchener en la reconquista de Sudán, país que se controló en el año 1898 tras una extendida y prolongada guerra, distinguiéndose en las peleas de Atbara y Omdurman.
Entre los años 1899 y 1902, siendo mayor, Haig participó en la Guerra de los Boers, en el sur de África, designado en el Estado Mayor del general French. Ascendido al nivel de teniente coronel, en el momento en que regresó a Inglaterra el rey Eduardo VII le nombró ayudante y también inspector general de caballeros en la India, puesto en el que continuó hasta 1906.
Solamente reventar la Primera Guerra Mundial, Inglaterra mandó al conjunto de naciones un pequeño ejército a cargo del general French, compuesto de 2 cuerpos de ejército: el 1º, comandado por Haig, con el nivel de teniente general, y el 11º, liderado por el general Smith Dorrien. Fue exactamente el regimiento de Haig el responsable de llevar a cabo en oposición al excelente empuje de la primera ofensiva alemana, siendo obligado a tomar la retirada para no perder mucho más hombres y no ser cortada la línea, acción donde Haig probó tener una enorme tranquilidad y aplomo en el caos causado por el repliege acelerado de sus tropas, primero sobre el río Oire, después sobre al Aisne y, finalmente, sobre el Marne.
En la guerra del Marne, Haig desempeñó un papel vital con sus tropas, franqueando en el mes de septiembre de 1914 el Gran Morin, el Aisne y el Marne, en cuyas alturas septentrionales continuó hasta el 16 de octubre del mismo año, en el momento en que fue designado adelante de Flandes con la meta prioritario de proteger el campo Poperinghe-Cassel. A pesar de la extremada dureza de los asaltos alemanes, las tropas de Haig lograron preservar íntegra la línea del frente.
A principios del año 1915, Haig participó en la ofensiva aliada sobre la zona de Artois, para, a fines de ese año, el 17 de diciembre, substituir a Sir John French (primer conde de Ypres) como comandante en jefe de todas y cada una de las fuerzas británicas en Francia, las que llegaron a lograr por esa fecha la cifra de 600.000 hombres. La campaña del año siguiente sobre el río Somme no ha podido ser mucho más catastrófica para Haig, puesto que perdió en la ofensiva mucho más de 420.000 hombres, acción por la que fue puesto con seriedad en duda en su país. Aun de esta forma, en el año 1917 Haig prosiguió adelante de las tropas británicas y fue alto al cargo de mariscal de campo.
El año 1917 no empezó mejor para Haig y sus hombres, en tanto que brotaron graves disconformidades sobre de qué forma proseguir la batalla entre el mando francés y el británico. Los franceses optaron por el cuidado de las líneas, al tiempo que Haig era partidario de desarrollar una ofensiva conjunta para romper las líneas oponentes y seguir hacia Berlín. En vista de la pasividad gala, Haig decidió accionar por su cuenta y peligro, lanzando un fuerte ataque en Flandes.
La tercera guerra de Ypres, creada entre los meses de julio a noviembre del año 1917, se saldó con unas pérdidas afines a la catastrófica guerra del Somme del año pasado, si bien Haig en esta ocasión sí logró su propósito de lograr las costas belgas, acción que dejó a los socios elaborar el ataque definitivo contra las fuerzas alemanas por año siguiente.
Merced a la charla interaliada conmemorada en Doullens (el 26 de marzo del año 1918) entre Lord Milner, el mariscal Philippe Pétain, Raymond Poincaré, Georges Clemenceau y nuestro Haig, se ha podido convenir una enorme ofensiva aliada acompasada, al tiempo que el mando militar supremo de las fuerzas aliadas se puso bajo las órdenes del general francés Ferdinand Foch. Haig, aparte de no poner ninguna objeción a esa resolución, cooperó íntimamente con Foch en los preparativos finales y en la realización de la ofensiva.
Las tropas británicas de Haig triunfaron las peleas de Amiens (del 8 al 12 de agosto), de Bopanme (del 21 de agosto al 1 de septiembre) y, para finalizar, la de Epeluy (del 12 al 18 de septiembre), hasta el momento en que alcanzaron la divisoria establecida por el enemigo, la Línea Hindenburg, la que fue verdaderamente llevada a cabo añicos por la ofensiva desplegada por Haig. Con el sendero expedito, Haig se realizó de manera fácil con Cambrai, San Quintín, Brujas y Gante y recobró Mons, alcanzando el Rin con sus tropas.
Una vez terminada la contienda, Haig fue nombrado por el rey Jorge V conde de Haig, y se dedicó con particular empeño, hasta su muerte, a la creación de la Legión Británica y a recorrer una gran parte del Imperio Británico colectando fondos para los veteranos de guerra.
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