Serguéi Rajmáninov

La historia universal la narran las personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho queel género humano, de una forma u otra,progrese.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la importancia que detentó Serguéi Rajmáninov en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo mientras estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para quienes conocieron a Serguéi Rajmáninov, sino que posiblemente dejó una señal mucho más insondable de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Serguéi Rajmáninov en persona.Serguéi Rajmáninov ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Serguéi Rajmáninov, atraen nuestra atención, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Serguéi Rajmáninov, el motivo por qué Serguéi Rajmáninov vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Serguéi Rajmáninov

(Onega, 1873 - Beverly Hills, 1943) Compositor ruso. Fue entre los mucho más frágiles pianistas de su tiempo y, como compositor, el último enorme gerente del Romanticismo tardío ruso. Hijo de un capitán de la Guardia Imperial y descendiente de una familia noble, Serguéi Rajmáninov (asimismo transcrito Sergei Rachmaninov) inició sus estudios de piano en el Conservatorio de San Petersburgo a los nueve años. Tres años después fue recibido en el Conservatorio de Moscú por Zverev. Junto con otros 2 aventajados estudiantes, estuvo a lo largo de 4 años en la casa de Zverev, donde la estricta especialidad y la práctica supervisada brindaron como resultado un señalado avance técnico.

El deseo de Rajmáninov de proseguir estudios de composición, al tiempo que de piano, le condujeron al alejamiento de su instructor. Tras dejar a Zverev, desde 1888 fue acólito de Siloti (piano), Taneiev (contrapunto y fuga) y Arensky (composición) en el Conservatorio moscovita, finalizando sus estudios en 1892. Siendo todavía estudiante escribió las piezas para piano opus 3, a las que forma parte el célebre Preludio en do sostenido menor, y su ópera en un acto Aleko, que le valió la medalla de oro y que fue representada con enorme éxito en el Teatro Bolshoi en 1893. En estas primeras creaciones se acusa la predominación de Taneiev y Arensky.

Desde 1893 fue instructor de piano en la Escuela María de Moscú, actividad que abandonó para ocuparse a su trayectoria de virtuoso del piano. En este periodo compuso su Primera Sinfonía (1895); el garrafal estreno de esta obra bajo la dirección de Alexander Glazunov, en 1897, provocó las críticas de Cesar Cui y de la prensa de San Petersburgo y marcó al músico a lo largo de múltiples años. Como resultado de esto no volvió a crear hasta 1900.

No obstante, a lo largo de esos años resurgió como directivo de ópera al hacerse amigo del bajo Fiódor Chaliapin, con el que más tarde trabajó en giras de recitales. Juntos visitaron Italia y allí Rajmáninov comenzó a crear la que sería una de sus piezas maestras mucho más populares: el segundo Concierto para piano, por la que un jurado conformado por Rimski-Korsakov, Anatoli Liadov y Glazunov le concedió un premio en 1904. Se casó con su prima Natalia Satin y fue directivo de orquesta de la Ópera privada de S. I. Mamomotov en Moscú (1897-1898) y del Teatro Bolshoi (1904-1906). Anteriormente, en 1898 fue invitado por la Sociedad Filarmónica de Londres para regentar su orquesta.

Hacia 1906, los hechos políticos y sociales de Rusia empujaron al músico a buscar asilio en Alemania, donde se dedicó a la composición, particularmente a la ópera Monna Vanna (inacabada) y a la Segunda Sinfonía (1907), que más tarde ganó el primer premio en el Concurso Glinka. Más tarde vivió cierto tiempo en Rusia y Alemania, al unísono que efectuó giras de recitales como directivo y pianista por Europa Occidental, Inglaterra y Estados Unidos de América.

Serguéi Rajmáninov dejó finalmente su país en 1917, tras la Revolución de Octubre, para vivir a lo largo de cierto tiempo en Escandinavia. Posteriormente radicó en París, Suiza y, por último, en los Estados Unidos de América, donde se estableció en 1935, dedicándose más que nada a su trayectoria de intérprete hasta el momento en que murió en Beverly Hills (California), el 28 de marzo de 1943. Su música fue prohibida entre 1931 y 1935 por las autoridades rusas como producto de las críticas que Rajmáninov había dirigido al régimen soviético.

Entre sus proyectos se cuentan, aparte de las citadas, la ópera Francesca da Rimini (1904); las cantatas La Primavera (1902), Litugia de San Juan Crisóstomo (1910) y una Misa de vísperas (1915); Tres cantos populares rusos (1926) para coro y orquesta; 4 Conciertos para piano (1891-1942), y la Rapsodia sobre un tema de Paganini (1934) para piano y orquesta. Sus proyectos para piano con el certamen de orquesta sinfónica representan el desenlace en el período del concierto romántico cuya línea habían mantenido Schumann, Grieg, Listz y Tchaikowski. Influido por este último, Serguéi Rajmáninov ingresó la elocuencia romántica en un planteo melódico de refulgente colorido nacionalista.

Rajmáninov fue un fértil compositor del que se conocen poco sus proyectos inferiores, ajeno del ahora mencionado Preludio en do sostenido menor. Entre muchas otras producciones meritan citarse Trío elegíaco (1892) para violín, violoncelo y piano; Quinteto para piano y otro Trío para piano; múltiples piezas para violín y piano, para violoncelo y piano, para piano solo, 2 Sonatas (1907 y 1913), Variaciones sobre temas de Chopin (1902-1903) y Corelli (1932), y 4 proyectos para piano a 4 manos. Además, compuso setenta y siete lieder. En el género sinfónico, aparte de sus 2 Fantasías, creó por ejemplo proyectos el poema sinfónico apoyado en la escena de Boecklin La isla de los Muertos (1909).

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