Sebastián Fox Morcillo

La historia de la civilización está contada por los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela humanidad, de una forma u otra,avance.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que detentó Sebastián Fox Morcillo en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que estuvo en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Sebastián Fox Morcillo, sino que a caso legó una huella mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Sebastián Fox Morcillo en persona.Sebastián Fox Morcillo ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Sebastián Fox Morcillo

(Sevilla, c. 1526 - en un naufragio, de retorno de Lovaina a España, 1560) Filósofo y pensador español. Estudió en Sevilla, en Alcalá y en Lovaina. Pensador de espíritu ecléctico, procuró juntar el aristotelismo tomista y el platonismo (Filosofía de la naturaleza, 1554). Otras proyectos a resaltar son sus Comentarios a Platón (1552), Ética (1552-1554) y Filosofía natural (1553).

Considerado por Menéndez Pidal entre los máximos representantes de la escuela neoplatónica en el siglo XVI, Sebastián Fox Morcillo estudió humanidades, latín y heleno en su localidad natal y en las universidades de Alcalá de Henares y de Lovaina (Bélgica, hacia 1548). Probablemente fue acólito de los pensadores Pedro Nannio y Cornelio Valerio, y del matemático Jerónimo Frivio. En 1558 participó en la acusación contra Fadrique Furió Ceriol que realizaron el dominico Baltasar Pérez y el conjunto de Pedro Jiménez frente al Tribunal de la Inquisición.

Adjuntado con Luis Vives y Melchor Cano, Sebastián Fox figura entre los representantes de la corriente sintética que aspiraba a conciliar la filosofía de Santo Tomás de Aquino (quien aceptó en su sistema múltiples puntos del pensamiento de Aristóteles) con las posiciones del platonismo, en un intento de dejar en libertad a esta última inclinación de las derivaciones introducidas por los acólitos de Platón. Desde el criterio estilístico, imitó a Cicerón en sus estudios filosóficos.

Su obra cima es Filosofía de la naturaleza (De nature philosophia seu de Platonis et Aristotelis consensione libri V, 1554), donde pretendía reconciliar ámbas posiciones filosóficas citadas por medio de cinco libros, que versan, respectivamente, sobre los principios y causas de la capacitación de las cosas, sobre cosmología, sobre el reino mineral, sobre el reino vegetal y animal (introduciendo en este volumen el estudio del cuerpo humano) y sobre el alma y sus facultades.

Otra de sus proyectos resaltadas es De usu et exercitatione Dialecticae (1554), donde quedan aceptadas las ideas innatas (a las que llama “naturales nociones del alma”) y establece desde ellas un doble desarrollo de conocimiento: el que va de lo universal a lo singular o síntesis y el que va de lo singular a lo universal o análisis.

Fuera del campo rigurosamente filosófico, Sebastián Fox meditó sobre la historia en De Historiae institutione Dialogus (1557); según sus principios, la historia no debe quedar limitada a la descripción cronológica y geográfica, sino debe llevar a cabo alusión a las causas de los hechos y al pensamiento del humano, y fundamentarse en la realidad y en su finalidad como bien público.

Sobre literatura y arte versa su obra De imitatione seu de informandi styli ratione libri II (1554), en el que Fox Morcillo destaca la necesidad de imitar un solo modelo en el momento de conformar un estilo, y mantiene la inexistencia de reglas únicas para poder una imitación similar a la naturaleza, en tanto que cada creador y cada tema precisan un estilo propio. El rey Felipe II le había nombrado preceptor de su hijo el príncipe Carlos, pero en el lapso del viaje a la Península murió víctima de un naufragio en el momento en que retornaba de Lovaina.

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