Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo parte de la actuación. Saúl Yurkiévich es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Saúl Yurkiévich es conocer más sobre un periodo concreto de la historia de la humanidad.
(La Plata, 1931 - Caumont-sur-Durance, Francia, 2005) Poeta y crítico literario argentino. Autor de una destacable producción poética que, enraizada en el experimentalismo de los años sesenta, aborda en tono sobrio y reflexivo distintas proposiciones de renovación formal, es principalmente popular y respetado por su vasta, lúcida y aclaradora obra ensayística, que le transformó en entre los críticos literarios de mayor prestigio y proyección en el mundo entero.
Nativo de el seno de una familia humilde, experimentó desde su temprana juventud una acusada vocación humanística que le empujó, contra la intención de su padre, a especializarse en el estudio de las Letras, con singular dedicación al panorama de la literatura sudamericana moderna. Pronto se dio a entender por su particular clarividencia en el análisis y la interpretación de ciertas proyectos tan complicadas como el poemario Trilce (1932), del peruano César Vallejo (1892-1938), libro que adquirió genuina categoría de "tradicional" tras la publicación del ensayo de Yurkievich que se titula Valoración de Vallejo (1958).
Tres años después, Saúl Yurkievich penetró en el ámbito de la creación literaria con el volumen de versos que se titula Volanda Linde Lumbre (1961), en el que la vertiginosa alternancia de ritmos poéticos y elementos verbales -perceptibles ahora en el favorecido frontispicio de su título- ponía de manifiesto ciertas especificaciones que habrían de sostenerse permanentes durante su obra, como el rechazo de las preceptivas poéticas habituales -aprendido, indudablemente, de su fecundo análisis de la poesía de Vallejo- y de cualquier otra convención estricta y normativa que fuera en menoscabo de la libre expresividad del poema.
Estas originales proposiciones estilístico-formales de Saúl Yurkievich -que no eclipsaban, en el chato de la expresión, la hondura reflexiva de sus contenidos- tuvieron continuidad en otros poemarios suyos como Ciruela la loculita (1965) -en el que tienen la posibilidad de encontrarse ciertos de sus poemas experimentales mucho más conseguidos, como los titulados "Revolución" o "Pesadilla"-, Cuerpos (1965), Berenjenal y merodeo (1966), Fricciones (1969), Retener sin parar (1973), Riobomba (1978), Acaso acoso (1982), El trasver (1988), Vaivén (1988) y El sentimiento del sentido (2000).
En su faceta de ensayista y crítico literario, Saúl Yurkievich meditó, exactamente la misma en sus versos, sobre los métodos de representación verbal; las dos ocupaciones -la creación literaria y el análisis crítico- fueron, para el humanista platense, ámbas caras de una misma moneda: 2 maneras de aproximarse de manera creativa a esa palabra lúcida y reflexiva que piensa (en el verso) o dilucida (en la crítica) el planeta.
Aparte del estudio sobre Vallejo mencionado previamente, en su estricta producción crítica resaltan otros trabajos tan importantes como los titulados Modernidad de Apollinaire (1968), Fundadores de la novedosa poesía sudamericana (1971), Celebración del modernismo (1976), Poesía sudamericana 1960-1970 (1976), La confabulación con la palabra (1978), Julio Cortázar: Al calor de tu sombra (1986), Identidad cultural de Iberoamérica en su literatura (1987), A través de la trama. Sobre vanguardias literarias y otras concomitancias (1988), Julio Cortázar: mundos y métodos (1994) y La movediza modernidad (1996). Es, además, creador de la selección antológica y el prólogo a las Obras de Juan José Arreola (1996).
Autor asimismo de un libro de cuentos (Trampantojos, 1987), Saúl Yurkievich radicó en París desde 1969, localidad donde sostuvo importantes vínculos de amistad y cooperación literaria con ciertos escritores de la talla de su compatriota Julio Cortázar, quien le nombró albacea de su obra. Ejerció la docencia, en calidad de instructor de literatura sudamericana, en la Universidad de Vincennes (París), y también dio clases, tutoriales y charlas en muchas otras instituciones de enseñanza superior de América y Europa. Falleció a los 73 años de edad en un incidente de automóvil.
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