La historia universal está escrita por aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela civilización, de una forma u otra,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró San Cayetano en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a San Cayetano, sino que posiblemente dejó una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a San Cayetano de forma personal.San Cayetano fue una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Vicenza, hacia 1480 - Nápoles, 1547) Sacerdote italiano principal creador de los Teatinos, popular asimismo como San Cayetano de Thiene. Era hijo de los condes de Thiene, cuyos castillos y feudos radicaban en la zona nórdica de la región.
Educado en un hogar católico y ejemplar, cursó estudios en la Universidad de Padua y se doctoró en Derecho y Teología. A finales de 1507 marchó a Roma, donde vivió entre las etapas mucho más refulgentes de su historia; en la corte del papa Julio II desempeñó el trabajo de escritor de Letras Apostólicas, lo que llevaba aneja la dignidad de protonotario apostólico.
En 1524 se ordenó sacerdote, y tres años después, adjuntado con el que sería futuro papa Pablo IV, Juan Pedro Carafa y otros, hicieron en Roma la asociación de Clérigos regulares, popularmente conocida como Teatinos, con el objetivo de fomentar el apostolado y la renovación espiritual del clero a fin de que imitaran la vida de los apóstoles, con su austeridad, desprendimiento de los recursos y ardor en la evangelización.
Esta congregación, que fue confirmada por Clemente VII en 1534, se extendió próximamente por el territorio de Venecia y el reino de Nápoles. San Cayetano de Thiene se distinguió por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo; concebía el sacerdocio como un estado de combate y padecimiento. Fue beatificado por Urbano VIII en 1629, y en 1671 el papa Clemente X ofició su canonización, en una liturgia donde asimismo fueron superiores a los altares San Francisco de Borja y Santa Rosa de Lima. Su festividad se festeja el 7 de agosto.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como San Cayetano, que poseyó su significación en una época determinada, es imprescindible procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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