Salvador Allende

Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Salvador Allende es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Salvador Allende es comprender más sobre una época concreta de la historia del género humano.

Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como Salvador Allende, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Salvador Allende, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Salvador Allende, aquellas personas a quienes de un modo u otro Salvador Allende influenció, y sin duda, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Salvador Allende.

Las biografías y las vidas de personas que, como Salvador Allende, seducen nuestra curiosidad, tienen que servirnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Salvador Allende, el motivo por qué Salvador Allende vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Salvador Allende

(Salvador Allende Gossens; Valparaíso, 1908 - Santiago de Chile, 1973) Político chileno, líder del Partido Socialista, del que asimismo fue cofundador en 1933. Fue presidente de Chile desde 1970 hasta el golpe para derrocar al gobierno comandado por el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, día en que murió en el Palacio de la Moneda, que fue bombardeado por los golpistas.

Salvador Allende perteneció a una familia de clase media acomodada. Estudió medicina y, ahora desde su temporada de alumno de la universidad, formó una parte de conjuntos de inclinación izquierdista. Más tarde, alternó su dedicación a la política con el ejercicio profesional. Participó en la decisión parlamentaria de 1937, y salió escogido diputado por Valparaíso. Fue ministro de sanidad del gabinete de Pedro Aguirre Cerdá entre 1939 y 1942. A partir de entonces se transformó en líder indiscutible del partido socialista.

En 1952, 1958 y 1962 se presentó a las selecciones de presidentes. En la primera ocasión fue por un tiempo expulsado del partido por admitir el acompañamiento de los marxistas, que habían sido ilegalizados, y quedó en cuarto sitio. En 1958, con el acompañamiento socialista y comunista, quedó seguidamente tras Jorge Alessandri.

En 1964 fue derrotado por Eduardo Frei Montalva, que propugnaba un programa de "revolución en independencia", cuyos puntos sustantivos eran la reforma agraria, el lugar de un programa designado a aumentar la participación de la ciudadanía, la chilenización del cobre (esto es, el control por el estado de los resultados positivos de su explotación) y la realización de una reforma educacional. La candidatura de Allende, que encabezaba el FRAP, formado por la coalición de socialistas y marxistas, solo suponía diferencias de ritmo y extensión. El FRAP planteaba nacionalizar la integridad de las compañías cupríferas, transformándolas en propiedad popular por medio del Estado, y una reforma agraria de mayor alcance.

El resultado de las selecciones de presidentes del 4 de septiembre de 1964 fue claro y definitivo. Eduardo Frei consiguió el 56,9% de los votos, en la medida en que Salvador Allende conseguía el 38,93% del total. La "revolución en independencia" se encontraba concebida como un intento de cambiar las construcciones escenciales del país, pero en el contexto de la democracia y el respeto al orden institucional. Las críticas que desde un principio brotaron hacia el gobierno de Frei tuvieron su origen en la naturaleza de las medidas a tomar. Para la derecha, las transformaciones proposiciones tenían un repudiable carácter socialista. Para la izquierda, eran solo intentos reformistas, condenados al fracaso por su banalidad.

En paralelo con el progreso de esenciales medidas sociales, el panorama político a lo largo del gobierno de Frei Montalva fue de incremento de la polarización, aun dentro del Partido Democratacristiano, que padeció esenciales divisiones, tal como el desligamiento de ámbitos de su juventud hacia posiciones mucho más enlazadas a la izquierda. Por fin, las selecciones parlamentarias de 1969 enseñaron la novedosa situación política del país, mientras sus desenlaces apuntaron a concretar tercios irreconciliables, en buena medida gracias a la disminución del acompañamiento al centro político y el fortalecimiento de las opciones de izquierda y de derecha.

Esta situación se reflejaría con mayor claridad en las selecciones de presidentes de 1970, marcadas por el combate de proyectos de sociedad antagónicos y también inviábles de conciliar. En ellas resultó victoriosa la coalición de marxistas, socialistas, campos del radicalismo y el MAPU en la llamada Unidad Popular, que se encontraba encabezada por Allende, con el 36, 3 % de los sufragios. El ajustado margen de diferencia con los votos recibidos por los otros 2 aspirantes, Jorge Alessandri por la derecha y Radomiro Tomic por la Democracia Cristiana, forzó a que la decisión de Allende fuera ratificada por el congreso, en el que se encaró a una fuerte oposición. Por fin, el 24 de octubre de 1970, tras conseguir el acompañamiento del Partido Demócrata Cristiano con la firma de un Estatuto de Garantías Democráticas que se incorporaría al artículo constitucional, Salvador Allende fue proclamado presidente.

La presidencia de Allende

Desde la fecha de comienzo del orden (el 3 de noviembre), las adversidades que el nuevo gobierno debió combatir fueron inmensas. Ya antes de la asunción presidencial se hicieron intentos por abortar el desarrollo, el mucho más grave de los que acabó con el homicidio por la parte de un comando de ultraderecha apoyado por la CIA del Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider, que era un decidido partidario de la subordinación del poder militar al civil.

A pesar de esto, la Unidad Popular, una vez en el gobierno, emprendió la realización de su plan de acción, el que ponía énfasis en la profundización de las medidas reformistas iniciadas por la administración previo. Así, se amplió el volumen de tierras expropiadas y se inició la socialización de esenciales compañías hasta el momento en manos privadas, las que pasaron a ser dirigidas por cooperativas de trabajadores asesorados por gobernantes tendentes al Gobierno. Además, se concretó la nacionalización del cobre, sin pago de indemnizaciones a las compañías norteamericanas, lo que significó el combate con los Estados Unidos, quienes desde ese instante apoyaron abiertamente a los conjuntos contrarios al gobierno socialista.

Esta oposición se estructuró en diferentes frentes; en lo político, en un parlamento en el que representantes de derecha y democratacristianos actuaban unidos; en el chato de lo ilegal, en los conjuntos de carácter terrorista que dinamitaron torres de alta tensión y líneas férreas. A pesar de esta recia oposición, el Gobierno de Allende contó con un acompañamiento esencial por la parte de la ciudadanía, particularmente de los campos populares, que se veían de manera directa favorecidos. En efecto, el Estado subsidiaba una gran parte de los servicios básicos, aparte de respaldar a organizaciones de trabajadores, campesinos y pobladores urbanos en sus solicitudes de participación.

Este acompañamiento a la presidencia de Allende se probaría precisamente en las selecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973, en las que los partidos de la Unidad Popular nacieron en número de votos. Junto con esto, el alegato político de los partidos de izquierda fue consiguiendo tintes poco a poco más radicales, en la medida en que el combate abierto con los conjuntos contrarios se hacía situación en las calles y también señalaba una situación de pelea de clases a sus ojos ineludible.

Acciones de conjuntos como el MIR y campos del Partido Socialista venían a corroborar este diagnóstico, al estimar urgente la creación y el fortalecimiento de instancias de "Poder Popular" que fuesen elecciones a los estrechos marcos que la institucionalidad prefijaba para una viable construcción de una sociedad socialista. Este intento, popular como la "Vía chilena al socialismo", conoció el interés y el acompañamiento de campos de todo el planeta, particularmente desde el Bloque Soviético, Cuba y los Países No Alineados, lo que se traducía en el envío de asistencia material y aconsejes industriales.

A pesar de ello, una secuencia de inconvenientes vinieron a polarizar aún mucho más a la sociedad chilena bajo la presidencia de Allende, en buena medida gracias a causas económicas. La inflación se realizó incontrolable, puesto que las levantas salariales y los costos del Estado fueron financiados con emisión de circulante sin base de sustentación en la producción, la que se vio reducida y contraída como resultado del bloqueo iniciado por los Estados Unidos y el persistente enfrentamiento que vivían muchas compañías, en virtual paralización persistente por la carencia de elementos. A ello se añadían inconvenientes de distribución de alimentos y recursos, lo que hacía bien difíciles las condiciones de vida del común de la población.

Este tiempo de desabastecimiento y crisis, incitado por los diferentes ámbitos políticos, se tradujo en varias movilizaciones a favor y contra el gobierno de Allende, la más esencial de las que fue la paralización del yacimiento de cobre de El Teniente, al lado de la huelga de los gremios de transportistas, que prácticamente inmovilizó el traslado de recursos de un punto a otro del país. A ello se sumaban enfrentamientos en la facultad y en los institutos expertos (médicos y instructores principalmente), que dibujaban una división profunda en todos y cada uno de los campos de la vida nacional.

Ante semejante situación, el presidente decidió tomar, ahora en 1973, medidas que sirviesen como automóviles de diálogo y negociación con la oposición democratacristiana, así como el ingreso de esenciales figuras militares al gabinete, representadas por el Comandante en Jefe, general Carlos Prats, y la oferta de efectuar un plebiscito para preguntar a la ciudadanía cerca de la continuidad del régimen o la convocatoria a novedosas selecciones. A estas medidas prosiguió un endurecimiento en las situaciones mucho más radicales de la izquierda, que planteaban al Primer Mandatario el cierre del Congreso y la utilización de Facultades Extraordinarias para gobernar.

La derecha y ciertos campos de la Democracia Cristiana consideraron la situación insoluble, con lo que eligieron, de manera aproximadamente abierta, recurrir al recurso del golpe para derrocar al gobierno militar contra el presidente Allende. En junio de 1973 hubo un primer intento de cuajo, popular como "El Tancazo": un regimiento de blindados de la ciudad más importante se levantó contra el gobierno, pero las fuerzas fieles, encabezadas por Prats, consiguieron controlar la situación.

Al final, el 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó un golpe militar, a lo largo del como bombardeó el palacio de la Moneda, sede del gobierno. El presidente Allende rechazó las demandas de rendición y murió en el palacio presidencial. En 1990 su cuerpo fue exhumado de la tumba anónima donde se encontraba, y recibió en Santiago un enterramiento formal y público.

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