La historia del mundo la narran las mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Ross MacDonald es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Ross MacDonald es comprender más sobre etapa determinada de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que tuvo Ross MacDonald en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes frecuentaron a Ross MacDonald, sino que posiblemente produjo una señal mucho más insondable de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Ross MacDonald en persona.Ross MacDonald ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Ross MacDonald, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa básica para que podamos valorar no sólo la existencia de Ross MacDonald, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Ross MacDonald, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Ross MacDonald influenció, y desde luego, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Ross MacDonald.
(Seudónimo de Kenneth Millar; Los Gatos, 1915 - Santa Bárbara, 1983) Escritor estadounidense, entre los mucho más esenciales del género policiaco y de los mucho más fecundos. Firmó de forma indistinta con su nombre o con el seudónimo de Ross MacDonald, si bien es considerablemente más popular por este último.
La acción beligerante, el trastueque de valores éticos y la crudeza en el lenguaje, tal como unos detectives privados duros y insolentes a quienes el cine daría popularidad, son varios de los aspectos propios de la novela negra, variación de la novela policial que aparece tras la Primera Guerra Mundial que tuvo en Dashiell Hammett y Raymond Chandler los 2 enormes profesores del género. Digno y señalado sustituto de los precedentes fue Ross MacDonald, constructor del detective Lew Archer, personaje en la línea del Philip Marlowe de Raymond Chandler.
El propio creador definió a Archer como "el hombre desclasado y también alterado de la democracia de america". Profundamente lúcido y reflexivo, el continuo contacto con el planeta del delito y las clases marginales provoca en el personaje un creciente escepticismo conforme profundiza en las miserias de la condición humana y en los oscuros laberintos del poder. Su voz es una ocasiones mordaz y otras irónica e inclusive tierna, y, como otros personajes principales del género, sostiene en ese ambiente corrupto sus escrúpulos y su dignidad. De este modo la narrativa de MacDonald, como la de sus profesores, no se disminuye al avance de una intriga; tiene dentro además de esto cargas de hondura contra un sistema popular que semeja sacar lo malo de cada hombre.
Tras haber anunciado ciertas narraciones con su auténtico nombre, desde la creación de Lew Archer empezó el creador a usar el seudónimo con que se realizó popular. El razonamiento de El caso Galton (1959) puede ser una ilustración de lo que son las novelas de esta serie. Lew Archer es contratado por Gordon Sable, letrado de la señora Galton, una millonaria que, sintiendo cerca la hora de su muerte, quiere reconciliarse con su hijo Anthony, a quien echó de su casa veinte años atrás a causa de un matrimonio desgraciado contraído fuera de su esfera popular, y del que no volvió a comprender desde ese momento.
Archer se dispone a confrontar con tan bien difícil labor con determinado escepticismo, compartido por exactamente el mismo Sable, en el momento en que el homicidio de un criado del letrado da sitio a una secuencia de pistas que por fin conducen a Archer al hallazgo de que Anthony fue asimismo ejecutado para hurtarle el dinero y las joyas que se había llevado al dejar su casa, y a revisar no solo la presencia sino más bien el paradero del hijo del matrimonio.
Esto sucede hacia medio libro; Archer se percata de que todo ha resultado bastante simple, con lo que empieza a dudar sobre la genuina identidad del jóven, a quien cree un farsante que se ofrece desenmascarar. Así consigue revelar, en lo que viene a ser una segunda una parte de la novela, una dificultosa trama a la que no fué extraño el criado (ejecutado por Sable), cuya finalidad era hacerse con la fortuna de la anciana dama. Pero el atrayente de la novela no radica tanto en la riqueza de la intriga como en la figura de Lew Archer. Detective precisamente refulgente como otros muchos del género, se distingue de sus congéneres por un cierto cansancio y por su incisiva visión de los hombres y de la vida en el momento de retratar un planeta movido por el egoísmo, la ambición o la estupidez.
Ross MacDonald mereció todos y cada uno de los galardones que conceden los Mistery Writers of América y la Crime Writers Association de Inglaterra. Algunos de los títulos mucho más relevantes de su amplia obra son El blanco móvil inteligente (1949), Con el agua al cuello (1950), La mueca de marfil (1952), Cita en la morgue (1953), Dinero negro (1966), El enemigo insólito (1968), La mirada del adiós (1969), El hombre sepultado (1971), La hermosa yacente (1973) y El martillo azul (1976).
¿Qué te ha parecido la existencia de Ross MacDonald? ¿Hallaste todo aquello que pensabas que ibas a encontrar?
Sin duda conocer en profundidad a Ross MacDonald es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Ross MacDonald es una suerte de enigmaque probablemente alcancemos a rehacer si cooperamos conjuntamente.
Por eso, si eres de aquellos que confían en que cooperando es posible crear algo mejor, y detentas información acerca de la existencia de Ross MacDonald, o sobre algún detalle de su personalidad u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de un ser como Ross MacDonald, que poseyó su trascendencia en una época determinada, es esencia procurar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué conoces acerca de Ross MacDonald. Estaremos complacidos de completar esta biografía con más información.