Vida y Biografía de Rómulo Gallegos
(Rómulo Gallegos Freire; Caracas, Venezuela, 1884 - 1969) Novelista y político venezolano. Junto con el argentino Ricardo Güiraldes y el colombiano José Eustasio Rivera, Rómulo Gallegos fue entre los máximos representantes de la inclinación verdadera que sobrevivió en la narrativa latinoamericana de las primeras décadas del siglo XX, intérvalo de tiempo en que convivió con el avance de la novela indigenista.
Rómulo Gallegos logró estudios universitarios de Agrimensura y de Derecho en la Universidad Central de su país, pero no llegó a terminarlos. Empleado de trenes y instructor en institutos privados, llegó a ser subdirector de la Escuela Normal y directivo del Liceo de Caracas (1922-1928).
El dictador Juan Vicente Gómez le nombró en 1931 senador por el estado de Apure, pero sus convicciones democráticas le hicieron expatriarse y renunciar al cargo. En 1935, fallecido el dictador, Rómulo Gallegos volvió a Venezuela, y en 1936 fue nombrado ministro de Educación en el gobierno de Eleazar López Contreras, cargo al que asimismo renunció por exactamente los mismos escrúpulos morales.
En 1947 fue escogido presidente de la República, pero fue depuesto por año siguiente por una junta militar encabezada por Carlos Delgado Chalbaud. Exiliado nuevamente en Cuba y México, Rómulo Gallegos regresó a su país siendo liberado este de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958.
En sus principios de narrador, Rómulo Gallegos publicó Los aventureros (1913), una compilación de cuentos. Siguió a esta obra El último Solar (1920), una novela que reeditaría en 1930 con el título de Reinaldo Solar, historia de la caída de una familia aristocrática por medio de su último gerente, en el que se adivina a su amigo Enrique Soublette, con quien fundase en 1909 la gaceta Alborada.
Escribió después La trepadora (1925), entre cuyos individuos se destaca Victoria Guanipa, figura ambiciosa y sin escrúpulos. Doña Bárbara (1929) es una auténtica epopeya que tiene como ámbito la llanura venezolana. Cantaclaro (1934) es la novela de un artista habitual que recorre las aldeas y los campos. Canaima (1935) cuenta la presencia ruda de unos hacendados en las riberas del Orinoco. Posteriormente publicó Pobre negro (1937), El forastero (1942), Sobre exactamente la misma tierra (1943), La brizna de paja en el viento (1952), La situación en la vida (1954) y La doncella y el último patriota (1957), obra esta con la que conseguiría el premio Nacional de Literatura.
Doña Bárbara
Hay concordancia en apuntar Doña Bárbara (1929) como la más esencial de las proyectos de Rómulo Gallegos, en la medida en que con ella comienza una refulgente temporada para toda la novelística de sudamérica: la de las considerables historias autóctonas (carentes de toda predominación europea) cuyo eje se forma desde hechos y individuos sorprendentes salidos de un ambiente solamente explorado: el altiplano, la llanura y las gigantes selvas de América. En ella representó la vieja oposición entre civilización y barbarie, tributaria de la tradición humanista liberal del siglo XIX, a través de el recurso a una simbolización de individuos, entornos y especificaciones que puede, a veces, parecer esquemática, pero que es de una enorme efectividad narrativa.
Mucho más que una novela costumbrista o criollista, Doña Bárbara es una enorme epopeya autóctona, animada a veces por una magnífica fuerza lírica. Todo en ella da un giro y se desplaza sobre un espacio impresionante, la llanura venezolana, de cuyo seno, duros y valientes, brotan los hombres y las mujeres, agitados por las mucho más complicadas conmuevas. A la inspiración desbordante de Rómulo Gallegos se une aquí un arte original y criollísimo, con el que se describen esos individuos ahora tradicionales en la literatura venezolana y de todo el conjunto de naciones: Santos Luzardo, Pajarote, Ño Pernalete, Mujiquita, El Brujeador, Marisela y, por supuesto, doña Bárbara, símbolo patético y desconcertante que en la novela de Gallegos forma la figura mucho más reveladora.
El razonamiento de Doña Bárbara es bien simple pero interesante. Santos Luzardo, un llanero que ha vivido una gran parte de su historia en la localidad, vuelve a la sabana para recobrar las características de su familia. Allí va a deber confrontar con un planeta salvaje y impresionante, infectado de bestias peligrosas, donde el hombre se ve en la necesidad persistente de controlar la naturaleza para conseguir subsistir. No menos difícil va a ser el reto de confrontar a una sociedad rural regida por viejas tradiciones, por el autoritarismo y la arbitrariedad. Santos va a deber batallar asimismo contra esos que quieren apropiarse de sus tierras, como es la situacion de su vecina Doña Bárbara, una mujer sin escrúpulos, terrateniente aventurera y misteriosa, interesante y maléfica, que prolonga su poder por toda la región.
El joven y también vehemente Santos Luzardo no puede eludir ceder frente a los encantos de esta hembra sensual y vigorosa, quien por su parte se conquista de él. Finalmente, con asistencia de ciertos peones leales, las fuerzas del bien triunfan sobre el mal, la paz regresa a reinar en la sabana y Doña Bárbara termina por irse del sitio. Santos contrae matrimonio con su prima Marisela, una chica salvaje y tierna al unísono.
Doña Bárbara representa el alma primitiva y complicada de la hembra dominadora, y al tiempo el espíritu de la tierra. Por eso es imposible decir que sea buena o mala; actúa según con sus instintos, que la esclavizan y le infunden su obstinada y elemental energía. Frente a ella, Santos representa el espíritu civilizador que pelea y triunfa de sus poderes, inflamado y sostenido por el cariño a nuestra tierra que ineficazmente doña Bárbara desea sostener sosten a su avaricia lúgubre.
En situación, el triunfo de Santos Luzardo (que por fin le resulta dado por la escapada de doña Bárbara, en un ademán de trágica resignación), no viene a ser otra cosa que el triunfo de la tierra, a la que se consagrará terminantemente Luzardo, defendiéndola de sus varios contrincantes, y llevando a ella sus nobles propósitos de justicia y humanidad. Tal es en poco tiempo síntesis el fundamento de esta obra magistral que, por su contenido y sus muchas bellezas, forma entre las producciones mucho más valiosas de la literatura de america de siempre.
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