Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Rolando Villazón, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo fundamental para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Rolando Villazón, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Rolando Villazón, aquellas personas a quienes de un modo u otro Rolando Villazón influenció, y por supuesto, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Rolando Villazón.
(Ciudad de México, 1972) Cantante de ópera mexicano. De enorme expresividad sobre el ámbito, se dio a entender en el Certamen Internacional Operalia, ordenado por Plácido Domingo, figura con la que siempre y en todo momento se le ha relacionado. Con la soprano rusa Anna Netrebko formó entre las parejas artísticas mucho más conocidas de la escena operística de hoy.
A los once años ingresó en el Centro de Capacitación Artística Estudios de la ciudad más importante mexicana, en el que tomó clases de música, actuación, danza moderna y ballet. En 1990 inició su capacitación en el planeta de la ópera, de la mano del barítono Arturo Nieto, que se transformó en su primer profesor de canto. En 1992 ingresó en el Conservatorio Nacional de Música para proseguir con sus estudios, que serían guiados desde entonces por Enrique Jaso. Sus primeros papeles fueron Dorvil (La scala di seta), Florville (Il signor Bruschino) y Alessandro (Il rè pastore). Villazón alternó sus estudios y sus primeras interpretaciones con la participación en concursos de canto, como los de Guanajuato y Ciudad de México, en los que consiguió sus primeros triunfos.
El barítono Gabriel Mijares tomó entonces las bridas de la capacitación de la joven promesa, antes que diese el salto internacionalmente. Su progresión recibió un fuerte impulso en 1998 con el Programa Merota de la Ópera de San Francisco, que le dejó recibir clases de la soprano australiana Joan Sutherland y también interpretar el papel de Alfredo en La Traviata de Verdi. Igualmente esencial resultó su participación en el Programa de Artistas Jóvenes de la Ópera de Pittsburg, que le dejó formar parte en los montajes de I Capuleti y también Montecchi, Lucia di Lammermoor y Vanessa.
No obstante, el espaldarazo definitivo a la carrera de Villazón fue el segundo premio en el Certamen Internacional Operalia, auspiciado por Plácido Domingo, figura con la que siempre y en todo momento se ha relacionado al tenor mexicano. Ese mismo año llegó el anhelado debut en Europa, con el papel de Des Grieux (Manon), interpretado en Génova (Italia), al que prosiguió la primera aparición en los niveles franceses, con el Rodolfo de La Bohème de Puccini en la Ópera de Lyon en el último mes del año de 1999. La temporada 1999-2000 fue la de su puesta de largo en todo el mundo, que incluyó asimismo la interpretación del Alfredo de La Traviata en el Teatro Lírico Giuseppe Verdi de Trieste y en la Ópera de la Bastilla de París.
La fuerza de su canto se ha podido revisar en la temporada operística 2000-2001, donde, sin haber cumplido la treintena, se subió a niveles de todo el planeta: México, Alemania, Francia y Estados Unidos. Además de los comunes papeles de Alfredo (La Traviata) y Rodolfo (La Bohème), Villazón tomó parte en representaciones de Macbeth (como Macduff), L’elisir d’amore (Nemorino), Romeo y Julieta (Romeo) o Lucia di Lammermoor (Edgard). En la próxima temporada incorporó a su repertorio nuevos individuos, como el de Rinuccio en Gianni Schicchi, y actuó en los niveles de Ciudad de México, Berlín, Los Ángeles, Hamburgo, París y Trieste. En enero de 2002 ofreció tres recitales en Oviedo, donde fue su primera actuación en España; Villazón interpretó el papel de Romeo en la ópera de Charles Gounod, adaptación del Romeo y Julieta de Shakespeare.
El reconocimiento a su incontenible ascensión llegó en 2003 con el premio de Les Victoires de la Musique Classique recibido en Francia, que lo distinguió como revelación extranjera. En esta temporada (2002-2003), interpretó al Fausto de la ópera del mismo nombre y alternó su presencia en montajes con sus primeros recitales como solista, como el que ofreció en Ginebra (Suiza) en el mes de enero de 2003. La temporada 2003-2004 le llevó a niveles tan reputados como la Metropolitan Opera House de Nueva York y el Covent Garden de Londres, y a agrandar su repertorio con papeles como los de Hoffmann (en Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach) y Don Carlos (en la ópera homónima de Verdi).
El éxito de Villazón le dejó efectuar sus primeras grabaciones a solas, que tuvieron una insuperable acogida. En 2004, su trabajo Italian Opera Arias recibió el respetado premio Echo Klassic al mejor álbum de ópera del año (Alemania). En esa temporada (2004-2005) dio su primer recital a solas en Nueva York y también interpretó nuevos individuos, como el Don José en la Carmen de Georges Bizet o Il Duca de Rigoletto, de Verdi. Su canto llegó a niveles de primer nivel como el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, la Staatsoper de Viena y el Festival de Salzburgo.
Villazón recibió en 2005 nuevos premios, como las distinciones que consiguió su siguiente álbum a solas, que se titula Arias, en el que interpretaba proyectos de los músicos franceses Charles Gounod y Jules Massenet. La apuesta por autores menos populares por el enorme público fué incesante durante su trayectoria. Con Arias ganó el premio Echo al mejor intérprete del año y el respetado galardón Grammophon’s al mejor recital. La primera discografía de Villazón incluye, además de esto, grabaciones de óperas, como la de Romeo y Julieta, al lado de Ainhoa Arteta, El holandés errante, con dirección de Daniel Barenboim, o Tristán y también Isolda, al lado de Plácido Domingo. También en 2005 grabó por vez primera para el sello Deutsche Grammophon la ópera La Traviata, al lado de la soprano rusa Anna Netrebko, quien desde ese momento se transformó en su compañera inseparable en varias grabaciones y actuaciones. Ese mismo año participó en la banda sonora de la película musical Feliz Navidad, de Christian Carion.
La carrera de Villazón registró en la temporada 2005-2006 un incremento de actuaciones, paralelamente al prestigio cada vez mayor que el tenor mexicano tenía en círculos operísticos, pero asimismo entre el público, que gozaba con su personalidad incontenible sobre el ámbito. Los papeles en las óperas y representaciones se alternaban ahora por igual con los recitales y recitales a solas. Su repertorio incluyó Combattimento di Tancredo y también Clorinda, Werther, Eugenio Oneguin o el Réquiem de Verdi. En 2006 se editaron asimismo su disco a solas Opera Recital y la grabación de Combattimento.
El éxito incontenible del tenor mexicano provocó que el calendario de actuaciones se saturara, más que nada en la temporada 2006-2007, donde se redujeron las óperas y aumentaron los recitales y recitales como solista. La discografía de Villazón de esta manera lo reflejó, con la aparición de Gitano, disco en el que interpretaba arias de zarzuela bajo la dirección de Plácido Domingo, y Duetos, al lado de Anna Netrebko. El reconocimiento era unánime y de esta forma prosiguió en la temporada 2007-2008, que marcó un punto de cambio en su trayectoria. El cansancio físico y mental por una actividad furiosa provocó que el tenor tuviese que anular sus actuaciones y tomarse un reposo de cinco meses en 2007.
Villazón reanudó su actividad en 2008 con energías renovadas y nuevo trabajo en el mercado, Cielo y también mar, su primer disco a solas con Deutsche Grammophon, en el que volvió a apostar por piezas menos conocidas de autores como Giuseppe Verdi, Gaetano Donizetti, Arrigo Boito, Francesco Cilea, Saverio Mercadante, Antonio Carlos Gomes y Giuseppe Pietro. En exactamente el mismo sello apareció la grabación de La Bohème, al lado de Anna Netrebko. Esta unión dio pie asimismo a su primera aparición en el cine, en la versión cinematográfica de la ópera de Giacomo Puccini apuntada por Robert Dornhelm.
A lo largo de 2008 Villazón reguló el número de actuaciones y prosiguió recibiendo distinciones, como la insignia de Caballero de las Artes y Letras de Francia. En marzo fue premiado con el premio Les Victoires de la Musique Classique al mejor artista lírico del año.
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