La historia del mundo está contada por aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel género humano, de un modo u otro,avance.
Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Roberto Heras, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que podamos apreciar no sólo la vida de Roberto Heras, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Roberto Heras, gentes a quienes de de una forma u otra Roberto Heras influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Roberto Heras.
Vida y Biografía de Roberto Heras
(Béjar, 1974) Ciclista español. Roberto Heras Hernández nació el 21 de febrero de 1974 en la ciudad helmántica de Béjar, segundo de los 4 hijos de un matrimonio de clase media baja. Empezó a competir como federado de la Escuela de Ciclismo Bejarana a los catorce años, tras haberse que se dedica al fútbol y al atletismo con exactamente el mismo espíritu de sacrificio y combatividad de que haría gala durante su trayectoria.
En categoría juvenil formó una parte del aparato Caja Salamanca y Soria, de Palencia. Como principiante comenzó a resaltar en el aparato Cafés Fortaleza (el futuro Orbea) en disputas regionales, más que nada las que se festejaban en el País Vasco. Y en 1995, merced al hombre al que mucho más admira y que mucho más le ha enseñado, el ex- ciclista Lale Cubino, entró en el Kelme, donde militaba uno de sus ídolos, Pedro Escartín. Tenía un sueldo de un par de millones de pesetas.
Aun como semiprofesional, en 1996 fue quinto en la Vuelta a Navarra. Destacaba por su baja estatura (1,69 m) y su poco peso (poco mucho más de 59 kg). Su trayectoria fue bastante progresiva. En 1997 comenzó de manera oficial como profesional y ganó su primera etapa en la Vuelta, donde acabó quinto. Al año siguiente ganó el Gran Premio de Amorebieta y se impuso en una época de la Vuelta.
Además de esto, comenzó en el Giro de Italia, donde dejó su sello ganando la etapa reina. Ascendió múltiples puestos en la clasificación de la Unión Ciclista Internacional (UCI, en sus iniciales en inglés), hasta finalizar en el puesto 39 en 1999, año en que fue tercero de la Vuelta, ganada por Jan Ullrich. Aquel año, Heras ganó una época en el Giro (en el que quedó quinto) y fue subcampeón de la Volta a Catalunya, aún en el Kelme-Costa Blanca, del que se transformó en líder indiscutible.
Gregario de Armstrong
En la Vuelta del año 2000, Alex Zülle y más que nada Jan Ullrich eran los claros preferidos, al lado de ciertos españoles, como Fernando Escartín o Abraham Olano. Pero Heras, que había quedado tercero en la Vuelta ’99 y quinto en su primera participación en el Tour, en 2000, sorprendió a propios y extraños al enfundarse el maillot amarillo, que no abandonaría, al coronar de manera épica el inquietante Angliru asturiano. Era el diez de septiembre, una fecha que tienen que retener los enormes apasionados.
El corredor del Kelme logró una Vuelta tan fantástica (el segundo clasificado, Ángel Luis Casero, quedó a 2 mn 33 s), que Lance Armstrong, con una oferta irrechazable (200 millones de pesetas cada un año), se lo llevó al US Postal Service a fin de que fuera su “guardaespaldas” en el Tour; no en balde, el texano lo consideraba el “mejor escalador de todo el mundo”.
Heras tenía ahora el primer maravilloso título en su palmarés y no vaciló en mudar de aparato, tras sostener una dura guerra con el directivo del Kelme, si bien siempre y en todo momento se ha distinguido por ser el corredor que mucho más aprecian los compañeros de aparato y los oponentes del pelotón. Pero el Kelme se resistía a perderlo pues era la primera enorme prueba ciclista que ganaba en veintiún años de vida. Antes de irse, Roberto obsequió un computador portátil de tecnología punta a todos sus ahora ex- compañeros.
En 2001 logró el trabajo “sucio” para Armstrong en la montaña, con lo que acabó el Tour en la decimoquinta situación. Pero sus otros logros lo auparon al puesto número 5 de la clasificación de la UCI. En 2002 daba la sensación de que iba a hallar su segunda Vuelta, tras ostentar el liderato a lo largo de siete días. Pero una caída le logró perder el maillot amarillo en la última día. Aquel año ganó empero el premio a la regularidad en la Vuelta y logró el título en la Volta.
En 2003 se rehizo de aquella decepción del año previo y ganó su segunda Vuelta y fue subcampeón de la Volta. Al año siguiente, en medio de una forma y ahora como miembro del Liberty Seguros, comandado por el respetado Manolo Sainz, igualó el récord de tres Vueltas de Tony Rominger y, ganó, además de esto, la Bicicleta Vasca. En aquella Vuelta vistió el maillot de líder a lo largo de diez días, si bien solo ganó una época, la de Calar Prominente.
Aparte de las precedentes estadísticas, cabe destacar que, en 2000, fue vencedor del Criterium de la Asociación de Ciclistas Profesionales, del Criterium Internacional de la Comunidad Valenciana y del Memorial Pedro González. Aquel año, además de esto, fue escogido Mejor Deportista de Salamanca.
En la Vuelta a España 2005, a falta de tres etapas, concluyó la montaña con mucho más de 5 minutos de virtud sobre su inmediato fan, el ruso afincado en España Denis Menchov, quien en el final de la Vuelta sería segundo, con una desventaja de 4 minutos 36 segundos, seguido del español Carlos Sastre. Heras había reventado la Vuelta en Pajares. Con ello se difuminaba la oportunidad de que un extranjero ganara la Vuelta y lograba un jalón histórico para el ciclismo español.
Ganador de diez etapas en 9 participaciones en la ronda de españa, se había enfundado en 36 oportunidades el maillot de líder; además de esto, en 1999 y en 2002 subió al podio como tercero y subcampeón, respectivamente, y, al final, había logrado sus títulos con tres equipos distintas: el Kelme, el US Postal (2 títulos) y el Liberty Seguros.
Sin embargo, el planeta del ciclismo quedó conmocionado en el momento en que el 8 de noviembre de 2005 los medios han publicado que el corredor había dado positivo en EPO en un control antidopaje en la penúltima etapa de la Vuelta. El 25 de noviembre, el Consejo Superior de Deportes ratificó ese resultado y Heras sería despojado de su título (Menchov era el nuevo ganador) y sancionado por un par de años. Al saber los desenlaces, el corredor, entre los pocos héroes del ciclismo moderno por su forma de ganar atacando en la montaña, repitió que jamás se había dopado y que lucharía por probar su inocencia. “Para mí, es más esencial mi crédito personal y profesional que ganar una Vuelta”, ha dicho.
Roberto Heras está casado y tiene una hija, Marta, natural de 2003. A lo largo de su dilatada carrera, ha recibido muchas distinciones, pero valora singularmente la Medalla de Plata de la Real Orden del Mérito Deportivo que, el 25 de enero de 2002, le impuso el rey Juan Carlos I.
El ciclismo español, tras la retirada de Miguel Induráin (ganador de cinco Tours pero que nunca logró vencer en la Vuelta) y de Abraham Olano, que adjuntado con el navarro relució en los Juegos Olímpicos y en los Campeonatos del Mundo, echaba en falta un hombre-récord. Lo halló en este tímido y enjuto corredor, quien, en el momento en que no debió estar bajo el mando de Lance Armstrong, supo probar su valía en una prueba tan riguroso como la Vuelta a España, poco a poco más llena de óbices.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de un ser como Roberto Heras, que poseyó su importancia en un momento concreto de la historia, es vital procurar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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