Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Robert Taylor, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Robert Taylor, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Robert Taylor, gentes a quienes de de una u otra forma Robert Taylor influyó, y indudablemente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Robert Taylor.
Las biografías y las vidas de personas que, como Robert Taylor, atraen nuestro interés, tienen que valernos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Robert Taylor, el motivo por el cual Robert Taylor vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
Vida y Biografía de Robert Taylor
(Spangler Arlington Brugh Taylor; Filley, 1911 - Santa Mónica, 1969) Actor de cine estadounidense. Hijo de un médico rural, estudió música en el Doane College de Nebraska. A principios de los años treinta marchó a California para estudiar medicina en el Pomona College, estudios que abandonó para ocuparse a la interpretación. Debutó en el cine con un pequeño papel en Receta para la alegría (1934), una producción de la 20th Century Fox apuntada por David Butler. Poco después firmó un contrato con la Metro Goldwyn Mayer, donde participó en el corto Buried Loot, incluido en la extendida serie "Crime Does not Pay", y en películas de serie B.
Su primer enorme éxito fue Sublime obsesión (1935), de John M. Stahl, una producción de Universal Pictures donde participó merced a un convenio entre los estudios y que protagonizó al lado de Irene Dunne. Sin duda de los mejores dramas de su creador, Sublime obsesión cuenta la redención de un playboy merced a su amor por una muchacha que queda ciega en un incidente causado por él.
De vuelta a la Metro protagonizó varias películas como gallardo romántico merced a su atrayente físico, y rivalizó con nuestro Clark Gable entre el público femenino. La propaganda del estudio le llamó "el hombre del perfil especial". Entre sus mejores películas de esta temporada resaltó Margarita Gautier (1937), de George Cukor, vehículo para el lucimiento de Greta Garbo. Durante el rodaje de Contraseña (1937), de William A. Seiter, conoció a Barbara Stanwyck, con la que se casó en 1939.
De las mejores películas de su trayectoria fue El puente de Waterloo (1940), de Mervyn LeRoy, increíble drama en el que compartió cabeza de letrero con Vivien Leigh tras el gran éxito de la actriz con Lo que el viento se llevó (1939). Durante la Segunda Guerra Mundial, Taylor prestó servicio como instructor en la división aerotransportada de la Marina, para la que dirigió distintos reportajes de entrenamiento y participó como narrador en el reportaje The Fighting Lady.
Tras la guerra procuró desprenderse de su imagen de gallardo y también interpretó papeles mucho más complejos en películas mucho más oscuras, algo frecuente en los años de la posguerra. Los policiacos Undercurrent (1947), de Vincente Minnelli, o Traición (1949), de Victor Saville, que protagonizó al lado de Elizabeth Taylor, fueron 2 buenos ejemplos de este cambio de registro. En 1951 se divorció de Barbara Stanwyck.
Entre lo mucho más popular de su producción en los años cincuenta recalcaron sus grabes de temporada, en la mayoría de los casos adaptaciones de novelas históricas: Quo Vadis? (1950), de Mervyn LeRoy, donde interpretó a Marco Vinicio y, más que nada Ivanhoe (1952), de Richard Thorpe, están entre lo mucho más representativo de su filmografía.
Predeterminado como una de las considerables estrellas de la Metro, trabajó de manera ininterrumpida en toda clase de producciones merced a una experiencia y aptitud de trabajo que le transformaron en ejemplo entre sus compañeros y con las que reemplazó sus faltas como actor. Su vida personal transcurrió sosegada y sin escándalos. Tras divorciarse de Barbara Stanwyck se casó, en 1954, con la asimismo actriz Ursula Thiess.
Chicago, años treinta (1958), un estilizado largometraje policiaco en el que encarnó al letrado de un jefe mafioso (interpretado por Lee J. Cobb) y en el que formó pareja con Cyd Charisse, fue una de sus últimas enormes películas. Entre 1959 y 1962 protagonizó "The Detectives", una beligerante serie donde interpretó al detective Matt Holbrook. No abandonó el cine a lo largo de los años sesenta, pero sus trabajos por el momento no alcanzaron la categoría de los precedentes.
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Está claro que llegar a comprender a Robert Taylor es algo que está reservado a muy pocas personas, y que pretender recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Robert Taylor es una especie de rompecabezasque con toda probabilidad lleguemos a reconstruir si colaboramos todos en conjunto.
A causa de esto, si eres de las personas que confían en que de forma colaborativa existen posibilidades de crear algo mejor, y posees información en relación con la existencia de Robert Taylor, o con respecto a algún matiz de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de un ser como Robert Taylor, que tuvo su significación en un momento histórico concreto, es esencia procurar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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