Richard Evelyn Byrd

Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Richard Evelyn Byrd es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Richard Evelyn Byrd es conocer más sobre periodo preciso de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Richard Evelyn Byrd en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Richard Evelyn Byrd, sino que posiblemente produjo una huella mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Richard Evelyn Byrd de forma personal.Richard Evelyn Byrd ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Richard Evelyn Byrd, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Richard Evelyn Byrd, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Richard Evelyn Byrd, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Richard Evelyn Byrd influenció, y desde luego, entender y comprender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Richard Evelyn Byrd.

Vida y Biografía de Richard Evelyn Byrd

(Winchester, 1888 - Boston, 1957) Marino, aviador y explorador estadounidense. Pionero de la aviación, dirigió expediciones aéreas y terrestres a la Antártida. Sobrevoló el Polo Norte y el Polo Sur, y efectuó un vuelo transatlántico de 42 horas entre Nueva York y Francia.

Integrante de una rica familia de colonos cuya presencia en el país americano se remontaba a fines del siglo XVII, en el momento en que tan solo contaba 12 años de edad se escapó de su casa impulsado por un innato deseo de aventuras, con el motivo de conocer a un amigo que vivía en las islas Filipinas. A su regreso, Richard Evelyn Byrd escribió un relato que asombró al mundo entero por su enorme madurez, en el que contaba las peripecias sucedidas en la prácticamente vuelta al planeta que logró.

Deseoso de proseguir la carrera de marino, en el año 1912 ingresó en la Academia Naval de los Estados Unidos. Dos años tras su ingreso salvó heroicamente a un hombre en riesgo de ser devorado por los tiburones en el mar del Caribe, acción que le supuso su primera condecoración. Aquejado de una frágil salud, Richard Y también. Byrd fue designado a puestos burocráticos que no le agradaban en lo más mínimo, con lo que aprovechó una lesión en un pie para soliciar la baja militar.

La entrada de los Estados Unidos de América en la Primera Guerra Mundial logró regresar a Byrd al ejército. Se alistó en la sección de la aviación de la marina, donde vio mayores opciones para liberar a su espíritu alterado. Además, previó la excepcional relevancia de la aviación a todos y cada uno de los escenarios, tanto militares como comerciales. En el año 1918, Byrd fue nombrado aviador naval; después, oficial de una base de hidroaviones, para terminar desempeñando, en 1919, la jefatura de las Fuerzas Aéreas estadounidenses en Canadá.

Ese año, Richard Byrd fracasó en su primer intento por sobrevolar el océano Atlántico de oeste a este, hazaña que se encontraba reservada a Charles Lindbergh. En 1925 fue nombrado jefe de la sección de aviación de la expedición a Groenlandia que dirigía el asimismo estadounidense Donald Baxter MacMillan. Byrd ha podido presenciar por vez primera la efectividad de los aeroplanos en la compañía polar, en el momento en que sobrevoló la isla de Ellesmere partiendo de Groenlandia.

El éxito del vuelo lo animó en la iniciativa de lograr el Polo Norte. En compañía de su copiloto Floyd Bennet, el 9 de mayo de 1926 Richard Byrd se elevó desde la base de Spitzberg, en la bahía del Rey, dentro de su monoplano Fokker (bautizado con el nombre de "Josefina Ford"). Cubrió con éxito la misión en tan solo 15 horas y 30 minutos, tras recorrer 1.600 kilométros, y se transformó en el primer conduzco que sobrevolaba el Polo Norte, adelantándose en poquísimo al italiano Umberto Nobile, que al día después alcanzó exactamente el mismo punto con el dirigible Norge. Por similar hazaña, Byrd fue condecorado con la Medalla de Honor del Congreso de los Estados Unidos de América.Por año siguiente, Byrd logró al fin atravesar el Atlántico, adjuntado con tres compañeros mucho más, transportando el primer correo transatlántico de Nueva York.

A partir de 1930, Richard Byrd dio comienzo a una extendida serie de expediciones a la Antártida, en suma seis, que fueron las que realmente le reportaron la popularidad y aureola de enorme explorador y explorador. En su primera expedición, llevada a cabo entre los años 1928 a 1930 y lista meticulosamente, Byrd instaló el campamento primordial, al que llamó "Little America", en la punta norte de la isla de Roosevelt, en la bahía de Whales (bahía de las ballenas). El campamento tenía laboratorios, guardes, talleres, estación de radio y hospital.

Solicitado de cartografiar 388.300 km² de tierras inhóspitas, en 1929 partió con su avión, acompañado de tres elementos mucho más de la expedición, con intención de ofrecer la vuelta completa al Polo Sur, hazaña que se logró con total éxito. La expedición asimismo logró descubrimientos geográficos atrayentes, así como la Mary Bird Land, la cordillera Edsel Ford, las montañas de Rockefeller y de Charles Boho, y la exploración completa de la tierra de Eduardo VII. En 1930 fue ascendido al nivel de comandante pese a hallarse retirado de la marina.

Su segunda expedición, efectuada entre los años 1933 y 1935, fue todavía mucho más increíble. Aunque regresó a la Antártida acompañado de un nutrido conjunto científico, Richard Byrd continuó totalmente apartado en una cabaña, a 200 km del campamento "Little America", con el propósito de hacer una secuencia de indagaciones meteorológicas y aurorales. Durante los cerca de seis meses que Byrd continuó apartado, tan solo se comunicó con el resto de su aparato a través de una fácil radio. El resultado de la expedición científica no ha podido ser mucho más provechosa y impactante: aparte de los estudios de Byrd, el resto de la expedición inspeccionó un extendido territorio de 1.165.000 km cuadrados y acometió indagaciones científicas de muy diversa índole.

Entre 1935 y 1939, Byrd repitió sus expediciones, sobrevoló los dos polos y edificó mapas y planos precisos de las zonas por las que pasaba. De este modo, Byrd contribuyó al total esclarecimiento y conocimiento de ámbas zonas mucho más ignotas que aún quedaban en el planeta. En el lapso de su tercera expedición a la Antártida, efectuó 4 vuelos de exploración y varios descubrimientos.

La cuarta expedición a la Antártida, entre 1946-1947, fue, sin ningún género de dudas, la mucho más ambiciosa. Byrd dispuso de toda la asistencia viable para la ocasión: 13 navíos, múltiples escuadras de aeroplanos, 4.000 hombres y 300 estudiosos que englobaban prácticamente todas las disciplinas científicas. El propósito prioritario de la misión prosiguió siendo de carácter científico, si bien asimismo había uno secundario fundamental para la Administración estadounidense: la ubicación de yacimientos minerales bajo el hielo, singularmente de uranio, precisos para la elaboración de armas nucleares. La misión terminó en el mes de abril de 1947 y se cartografiaron unos 325.000 km² (1/3 de estos territorios era incluido por vez primera en los mapas). Byrd sobrevoló por segunda vez el Polo Sur de radical a radical.

En 1955, Byrd fue designado jefe del programa antártico ordenado por los Estados Unidos de América, popular con el nombre de Operación Deep-Freeze, con ocasión de la celebración del Año Internacional Geofísico (1957). Pero, tras sobrevolar por tercera vez el Polo Sur, Byrd debió dejar el emprendimiento de su sexta expedición a la Antártida al caer dificultosamente enfermo. En 1957 murió en Boston a la edad de 69 años. Tanto su historia como sus aventuras y descubrimientos fueron plasmados por nuestro Byrd en las proyectos Hacia el cielo (1928), Little America (1930), Descubrimiento (1935), Explorando con Byrd (1938), y, por último, Solo (1938).

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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de un ser como Richard Evelyn Byrd, que tuvo su trascendencia en un momento histórico concreto, es imprescindible tratar de mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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