La historia de las civilizaciones está contada por las mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han ocasionado queel mundo, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que detentó Ricardo Samper en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Ricardo Samper, sino que posiblemente legó una señal mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Ricardo Samper de modo personal.Ricardo Samper ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas significativas como Ricardo Samper, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que podamos poner en valor no sólo la vida de Ricardo Samper, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Ricardo Samper, aquellas personas a quienes de un modo u otro Ricardo Samper influyó, y sin duda, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Ricardo Samper.
Vida y Biografía de Ricardo Samper
(Ricardo Samper y también Ibáñez; Valencia, 1881 - Leysin, 1938) Político español. Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, en el año 1905 empezó a ejercer como letrado en su bufete sin interrupción hasta el momento en que fue nombrado ministro de Trabajo. Al año siguiente de licenciarse ganó una plaza por oposición (tras una reñida disputa), en la Diputación provincial de Valencia, cargo que desempeñó sin dejar el ejercicio de su profesión hasta el año 1911, fecha donde abandonó el cargo en el momento en que su bufete había conseguido el prestigio bastante y alguna prosperidad.
Sus primero pasos en la política los realizó en el Partido de la Unión Republicana Autonomista de Valencia, dirigido por el escritor Vicente Blasco Ibáñez. En esta época cooperó con determinada asiduidad en el rotativo El Pueblo. Tras su cese voluntario de la Diputación, Samper fue escogido por su partido concejal del Ayuntamiento de Valencia, cargo en el que estuvo desde el año 1911 hasta 1920. Gracias a su enconada oposición contra la mayor parte monárquica, Samper Ibáñez fue nombrado, en el Ayuntamiento de Valencia, jefe de la minoría republicana.
Unos años antes de ser escogido alcalde de Valencia, Samper Ibáñez fue escogido diputado provincial, cargo en el que resaltó por su encomiable empeño en terminar con las corrientes prácticas caciquiles que venía usando la Comisión provincial. Finalmente, en el año 1920 fue de nuevo de nuevo escogido como concejal. Al formarse el nuevo Ayuntamiento el 1 de abril, la mayor parte republicana usó el derecho que tenían las Corporaciones para seleccionar a sus alcaldes, ascenso que recayó en Samper Ibáñez. Durante los un par de años en los que estuvo como edil, esto es, hasta el término legal de su orden, Samper Ibáñez dio varias charlas, intervino en prácticamente todos los mítines republicanos festejados en la provincia de Valencia, y continuó cooperando periódicamente en el rotativo El Pueblo.
Con el advenimiento de la Dictadura del general Primo de Rivera el 13 de septiembre del año 1923, Samper Ibáñez, exactamente la misma todos y cada uno de los políticos contrarios al nuevo régimen totalitario, fue defenestrado de su actividad política, tiempo en el que se dedicó enteramente a su trayectoria de letrado, consiguiendo subir su bufete a la categoría de los más destacados de Valencia. También desempeñó el cargo de presidente de la Casa de la Democracia y, después, el de presidente del Ateneo Mercantil.
Tras la caída del general Primo de Rivera y la posterior llegada de la Segunda República, Samper fue escogido diputado a Cortes por el Partido Radical y gerente en Valencia de su partido de siempre y en todo momento, la Unión Republicana Autonomista. Formó una parte de la Comisión encargada de elaborar el emprendimiento de la novedosa Constitución y, en especial, en los debates sobre la tan protestada reforma agraria, la ley de los encargados de trabajo y sobre los trágicos hechos de Casas Viejas.
En septiembre del año 1933, tras la caída del Gobierno de Azaña, Alejandro Lerroux fue solicitado por Niceto Alcalá Zamora de conformar un nuevo gabinete, en el que nombró a Samper Ibáñez ministro de Trabajo, cargo que ejercitó tan solo veinticinco días. No obstante, en esa corta etapa del ministerio Samper tuvo la posibilidad de formar parte activamente en distintos debates parlamentarios de particular importancia como, por poner un ejemplo, el combate enconado que mantuvo con el conjunto socialista con ocasión de las medidas dirigidas a corregir las irregularidades de los Jurados Mixtos y a atenuar los efectos de la Ley de Términos Municipales, aprobada previamente por el gobierno de Manuel Azaña.
En las selecciones repentinas que se festejaron en el mes de noviembre del mismo año, Samper Ibáñez fue de nuevo escogido diputado por Valencia. Alejandro Lerroux formó otro nuevo gobierno en el que volvió a tener Samper Ibáñez para la cartera de Industria y Comercio, cargo en el que estuvo hasta el mes de abril del año 1934. En el nuevo ministerio, Samper se preocupó por reactivar la celebración de nuevos tratados convenientes a la exportación de los artículos industriales españoles, a desarrollar una política de contingentes, como medio defensivo contra las limitaciones que venían aplicando la mayor parte de los países de europa mucho más desarrollados, y a reorganizar el Consejo Ordenador de la Economía Nacional, atendiendo a una coordinación entre los hombres de negocios y los elementos productores, los trabajadores.
Al sobrevenir la crisis del tema del estraperlo, que terminó con la caída del Gobierno de Lerroux, Samper Ibáñez fue solicitado, merced a su talante conciliador, por Niceto Alcalá Zamora de conformar un nuevo gobierno con la capacidad de socorrer la crisis, el que fue formado en tan solo veinticuatro horas, el 28 de abril del año 1934, en el que contó con el acompañamiento de las minorías radicales del país, de la Liga Regionalista, de Acción Popular y de la CEDA.
Samper Ibáñez debió realizar en frente de 2 espinosos temas que salpicaron su corto periplo como jefe del Gobierno: la problemática Ley de los Cultivos de Cataluña y la iniciativa vasca, por la parte de una comisión de sus provincias, para detallar el Estatuto de Autonomía. Aparte de estos 2 temas, simultáneamente ingresó múltiples proyectos de ley al parlamento para su posterior discusión, así como el de la reforma de la enseñanza, la ordenación ferroviaria, las novedosas leyes electorales para los ayuntamientos y provincias, y la ordenación de los recientes capitales. Pero gracias a su combate, tanto con la izquierda como con la derecha, Samper tuvo que renunciar de su cargo al retirarle el acompañamiento parlamentario la CEDA de Gil Robles, el 4 de octubre del mismo año.
Dando pruebas de su lealtad al partido, Samper entró a ser parte, por tercera vez, en el nuevo Gobierno de coalición derechista encabezado por Alejandro Lerroux, como ministro de Estado. El 16 de noviembre, adjuntado con el ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, dimitió de su cargo a consecuencia de los horribles hechos revolucionarios surgidos en Asturias, que el gobierno refrenó de forma despiadado. Por último, el año 1936, solamente reventar la Guerra Civil, Samper Ibáñez se fue a Suiza, huyendo de los catastrofes de la contienda, donde murió.
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