La historia de las civilizaciones la narran aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela humanidad, de una forma u otra,prospere.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como Reese Witherspoon, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa sustancial para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Reese Witherspoon, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Reese Witherspoon, aquellas personas a quienes de un modo u otro Reese Witherspoon influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Reese Witherspoon.
(Laura Jeanne Reese Witherspoon; Nueva Orleans, 1976) Actriz estadounidense. Aunque por su trayectoria parecía destinada a transformarse en experto en comedia romántica, en 2006 fue premiada con el Oscar a la mejor actriz por un papel dramático en la película En la cuerda floja, de James Mangold, donde interpretaba el papel de June Carter, compañera y mujer del legendario artista de country Johnny Cash.
Hija de un cirujano militar, al cumplir 4 años la familia dejó su pequeña localidad de origen para moverse a una base militar en Wiesbaden (Alemania). Tres años después los Witherspoon retornaron a Estados Unidos y se establecieron en Nashville-Davidson, Tennessee. Reese era una pequeña reservada, más allá de lo que su madre, enfermera de profesión, decidió presentarla a castings de publicidad al cumplir siete años. Aunque la vocación de la pequeña Reese se encontraba lejos aún de manifestarse, está claro que esta actividad le resultó ventajosa años después, puesto que la cámara y el plató no le resultaron extraños.
Al margen de los avisos de publicidad que rodaba muchas veces, nada hacía presagiar que se transformara en actriz. Su pasatiempo preferido eran los libros, que leía apartada de su familia y amigos. Pero próximamente descubrió el teatro, afición que la llevó a formar parte en un certamen de jóvenes talentos que tuvo la fortuna de ganar con once años.
En un inicio compatibilizaba su recién descubierta vocación con su pasión de siempre y en todo momento, la literatura inglesa, especialidad que deseaba estudiar. Para ello se inscribió en la Universidad de Stanford. No obstante, su actividad universitaria duró solo un par de años, puesto que en 1990 fue requerida por Robert Mulligan para el rodaje de Verano en Louisiana, ya que su carácter y su físico de chavala sureña (carita de rubia inocente y solamente 1,57 m de estatura) se ajustaban con perfección al papel.
Tras distintas visualizaciones en películas sin excesiva influencia, en 1995 rodó, al lado de Mark Wahlberg, el thriller Pasión obsesiva. Fue entonces en el momento en que se percató de que su trayectoria cinematográfica podía llegar lejos, lo que se confirmó en el momento en que un año después trabajó en Freeway, un violento largometraje sin dependencia comandado por Matthew Bright y en el que compartía reparto con Kiefer Sutherland y una asimismo muy joven Brittany Murphy.
Freeway, premiada en el Festival de Cine de Sundance, la dio a entender entre los seguidores del cine sin dependencia. La posterior emisión del largometraje en la HBO y el increíble índice de audiencia cosechado transformaron en familiar la cara de la pequeña actriz de Louisiana. Curiosamente, el Festival Internacional de Cine de Cataluña, festejado en Sitges, la escogió mejor actriz del programa.
En 1998, Reese Witherspoon ha podido realizar situación uno de sus sueños: rodar al lado de Paul Newman. Con el legendario actor de Ohio trabajó en Al caer el sol, de Robert Benton. El reparto, que incluía asimismo a Susan Sarandon y Gene Hackman, no podía ser mucho más increíble. Pero fue un anhelo mucho más profundo el que se consumó a los pocos meses en el momento en que, en la celebración de su vigésimo primer cumpleaños, conoció a Ryan Phillippe, quien después se transformaría en su marido. Cuando poco después trabajó con él en el tórrido largometraje Crueles pretenciones, ahora eran novios. Ese mismo año nació Ava Elizabeth, la primera hija de Reese y Ryan, que eligieron casarse.
Crueles pretenciones (1999) era una exclusiva y morbosa adaptación de la novela Las amistades peligrosas de Pierre Choderlos de Laclos, y dejó a Witherspoon afilar sus encantos realizando de ingenua en el papel de Annette Hargrove (trasunto de Marie de Merteuil) y acrecentar su cuenta bancaria en 250.000 dólares estadounidenses, una cantidad que en aquel momento le pareció una fortuna. La joven se encontraba en racha: la llamaron para el rodaje de American Psycho, al lado de Christian Bale, y para formar parte como estrella convidada en entre las teleseries mucho más populares de Estados Unidos, Friends.
Pero la producción que la lanzó a la popularidad fue indudablemente Una rubia muy legal (2001). El papel de Elle Woods parecía hecho a su medida. Se trataba de la habitual rubia, supuestamente boba, solo interesada por su vestuario y por hallar un óptimo partido. Abandonada por su novio, que quiere ingresar en política y buscarse una pareja con mucho más clase, Elle ingresa en Harvard y consigue estudiar derecho. El largometraje resultó un éxito de taquilla y transformó a la actriz en la novedosa promesa de la comedia romántica.
En este género se encuadraron sus siguientes trabajos: Sweet Home Alabama (2002) y la adaptación de la parte de Oscar Wilde La relevancia de nombrarse Ernesto (2002). En 2003 rodó la segunda una parte de Una rubia muy legal, emprendimiento en el que participó asimismo como productora ejecutiva. La experiencia le resultó muy gratificante, y con el dinero logrado decidió montar un año después su productora, Type A Films, englobada en el conjunto Universal Studios. El año empezó bien y acabó mejor aún: en otoño nació Deacon, su segundo hijo con Ryan Phillippe.
Fatigada de los tics interpretativos que comporta la comedia, y dueña de su destino, Reese decidió imprimir un giro a su trayectoria y especializarse en permisos mucho más serios. El primero de su novedosa etapa fue el de Becky Sharp en La feria de las vanidades (2004), de Mira Nair, fundamentada en la novela homónima de William Makepeace Thackeray. En este largometraje daba vida a una mujer inexorable, resuelta a subir en la escala popular a cualquier precio.
En su segundo intento dramático, Witherspoon dio en el clavo. Su trabajo en En la cuerda floja (2005), en el que interpretaba a June Carter, compañera sentimental y artística del mítico artista de country Johnny Cash, mereció el aplauso prácticamente unánime de la crítica, un inesperado Globo de Oro (entre otros galardones) y, más que nada, el Oscar a la mejor actriz. Bien es verdad que en 2005 la lista de nominadas no incluía a oponentes bastante experimentadas, con la obvia salvedad de Charlize Theron. Por fortuna (indudablemente) para Reese, Theron ahora había recibido el galardón solo un par de años antes.
Con unas semanas de diferencia respecto a En la cuerda floja, Witherspoon rodó su retorno a la comedia, Ojalá fuera cierto. Aunque eclipsada por su trabajo en el oscarizado largometraje, hablamos de de las mejores interpretaciones de la actriz, que compartió letrero con Mark Ruffalo. Por su participación en Penelope, de Mark Palansky, cobró 29 millones de dólares estadounidenses, lo que la transformaba en la actriz mejor pagada de Hollywood, desbancando a Julia Roberts.
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