Ramón López Velarde

La historia del mundo la narran aquellas mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado queel género humano, de un modo u otro,avance.

Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Ramón López Velarde es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestra atención debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Ramón López Velarde es conocer más acerca de etapa determinada de la historia de la humanidad.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Ramón López Velarde en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Ramón López Velarde, sino que posiblemente dejó una huella mucho más vasta de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Ramón López Velarde en persona.Ramón López Velarde fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Ramón López Velarde, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Ramón López Velarde, el motivo por qué Ramón López Velarde vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Ramón López Velarde

(Jerez, 1888 - México, 1921) Poeta mexicano que compuso, con ocasión del primer centenario de la Independencia, el poema Suave Patria, que acostumbra considerarse el poema nacional de México. Ramón López Velarde se considera, pese a su corta vida, el mucho más particularmente mexicano, el mucho más "nacional" por decirlo de alguna manera, de los líricos del país. Es el poeta de la temporada modernista con mayor arraigo mexicano, pero un arraigo que no llega a fructificar en su espíritu renovador y sostiene, en el lenguaje y el estilo, una tranquilidad prácticamente tradicional, un carácter espiritual que lo vinculan con la tradición.

Nativo de Jerez, en el estado de Zacatecas, en 1888, poco puede decirse de su corta vida: cursó sus primeros estudios en los seminarios de Zacatecas y Aguascalientes y se inscribió, entonces, en la Universidad de San Luis de Potosí para estudiar la carrera de leyes. Murió prematuramente a los treinta y tres años, en la Ciudad de México, en 1921. Tentado por la política, como muchos otros escritores mexicanos, en 1911 se presentó a las selecciones como candidato a diputado suplente por su localidad natal, que viene dentro en las listas del Partido Católico.

En 1914 viajó a Ciudad de México, donde se instaló haciendo un trabajo primero en su profesión de letrado y, entonces, en las segregarías de Gobernación y Relaciones Exteriores; fue asimismo instructor de literatura. Publicó sus crónicas políticas en múltiples periódicos: El Regional de Guadalajara (1909), La Nación (1912), El Eco de San Luis (1913), El Nacional Bisemanal (1915-1916), Revista de Revistas (1915-1917), Vida Moderna (1916) y Pegaso (1917).

En La sangre devota (1916), su primer libro de poesías, tienen la posibilidad de descubrirse ahora los temas recurrentes en su obra: el cariño, el mal y la preocupación por los sitios patrios. Con su obra resurge en la lírica mexicana un acento prácticamente olvidado, una voz, la de la provincia, que había mudo ahora. En 1919, apareció Zozobra, su segunda obra poética, donde aborda trágica y francamente los inconvenientes del erotismo, la religión y la desaparición. En 1921, al festejarse el primer centenario de la Independencia, escribió Suave patria, en cuyos versos épicos y líricos exalta los sentimientos nacionalistas.

Su prematura desaparición arrebató a las letras mexicanas un constructor de colosal fuerza y talento personal. Tras su muerte fueron mostrándose sus demás proyectos, que en unos casos habían sido preparadas por nuestro creador, y en otros se salvaron de periódicos y gacetas. Se editó el tercer volumen de su producción poética (El son del corazón, 1932) y otros tres que poseen su obra en prosa (El minutero, 1923; El don de febrero. Poesía, cartas y documentos, 1952; y Prosas políticas, aparecido en 1953).

La poesía de Ramón López Velarde

La peculiar estética del creador asomó ahora en La sangre devota (1916), un volumen de poesía cariñosa destinado a su musa, llamada en la obra Fuensanta y en la vida real Josefa de los Ríos. A este volumen inaugural prosiguió Zozobra (1919), en el que examina las "flores del pecado" sembradas a lo largo de su relación con Margarita Quijano, y un último libro de poemas aparecido póstumamente: El son del corazón (1932).

En todos ellos se siente un acendrado catolicismo que tiene como contrapeso la pasión cariñosa. Así resaltó esa ambigüedad el chileno Pablo Neruda: "viene asimismo el líquido erotismo de su poesía que circula en su obra como enterrado, envuelto por el largo verano, por la castidad apuntada al pecado". De modo similar se expresó el mexicano Xavier Villaurrutia, para quien la poesía de López Velarde es "la mucho más intensa, la mucho más audaz tentativa de descubrir el alma esconde de un hombre; de poner a flote las mucho más sumergidas y también inasequibles angustias; de expresar los mucho más vivos tormentos y las ocultas zozobras del espíritu frente a las llamadas del erotismo, de la religiosidad y de la desaparición."

A pesar de su corto vida y su corto obra, la relevancia de López Velarde y la predominación que ha ejercido en la poesía de america actualizada son incontrovertibles. En su poesía se apuntó y exaltó un acento peculiar que refleja el "alma nacional" de su país. Algunos, como Pedro Henríquez Ureña, llaman a esta cualidad mexicana "el sentimiento sutil"; y Díez-Canedo añade otros títulos: "el tono velado, el color crepuscular". Si se toma como un ejemplo la mucho más conocida poesía de López Velarde, Suave patria, de manera fácil se apreciarán esas especificaciones en sus melancólicas y aterciopeladas estrofas.

No obstante, López Velarde no es tanto nacional como provincial; no quiere quizás expresar tanto el alma entera de México sino más bien algunos puntos de su fondo salvaje, y al tiempo dulce, propios de su historia diaria. "López Velarde (afirma el historiador G. González Peña) empezó a dar a la poesía el tema regional, la nota provincial. Llevó a ella la sensación de fragancia y calor, el ritmo austero y el lamento en sordina, el sentimiento de piedad y la felicidad y la melancolía de los terruños naturales".

Desde el criterio técnico hay en López Velarde no tanto novedad de adjetivación como un giro imprevisto de la oración, y el hallazgo de extrañas discordancias, de colores rudos y, con todo, armoniosos. Ocasionalmente se avisan en su obra elementos postrománticos o modernistas, si bien fue entre los primeros autores de su tiempo que se sublevaron contra el tono perjudicado y el esteticismo de este último movimiento. En opinión de la crítica, sus excesos fueron resultado de la persistente búsqueda de una voz propia y original; su auténtica relevancia radica en el sabio régimen del paisaje, el planteo del contraste extremista que hay entre el campo y la localidad, y la pelea entre los anhelos estéticos y religiosos, por una parte, y la sensualidad pagana por otro.

Semejantes elementos alcanzan para su obra una tensión que le dan un espacio único en las letras mexicanas. Su predominación fue realmente notable no solo en la poesía mexicana, ya que se aprecia su huella hasta en ciertos versistas argentinos de generaciones siguientes, como Silvina Ocampo y Ricardo Y también. Molinari. La predominación de su poesía cariñosa es observable en Xavier Villaurrutia.

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Obviamente llegar a comprender a Ramón López Velarde es algo que está reservado a pocas personas, y que intentar reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Ramón López Velarde es una suerte de puzzleque posiblemente podamos reconstruir si contribuimos todos a la vez.

Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que de modo colaborativo existen posibilidades de hacer algo mejor, y tienes información con respecto a la biografía de Ramón López Velarde, o sobre algún matiz de su figura u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Ramón López Velarde, que detentó su significación en un momento histórico concreto, es esencia tratar de brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

No lo dudes y contacta con nosotros para contarnos qué sabes tú acerca de Ramón López Velarde. Estaremos complacidos de completar esta biografía con más información.