La historia de las civilizaciones la escriben aquellas mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela sociedad, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que atesoró Rafael Urdaneta en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Rafael Urdaneta, sino que posiblemente produjo una señal mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Rafael Urdaneta de forma personal.Rafael Urdaneta fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como Rafael Urdaneta, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa esencial para que podamos poner en valor no sólo la vida de Rafael Urdaneta, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Rafael Urdaneta, personas a quienes de de una forma u otra Rafael Urdaneta influyó, y indudablemente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Rafael Urdaneta.
(Maracaibo, Zulia, 1788 - París, 1845) Militar y político venezolano, prócer de la Independencia y presidente de la «Enorme Colombia» (1830-1831). Tras acabar sus estudios de bachillerato, Rafael Urdaneta se trasladó a Bogotá para seguir su capacitación académica.
En esa localidad estaba en el momento en que, el 20 de julio de 1810, reventó el movimiento innovador independentista, al que se unió. Al año siguiente participó en la campaña del sur de Nueva Granada, y en 1813 combatió en la guerra de Santa Fe de Bogotá, donde fue hecho preso. A los pocos meses salió en independencia y se incorporó a las fuerzas del ejército que dirigía Simón Bolívar; con ellas participó en la «Campaña Admirable» (1813), que restituyó efímeramente la independencia de Venezuela.
Ascendido a general de división, en el mes de abril de 1815 Rafael Urdaneta marchó a la frontera de Cúcuta, donde combatió a los amos realistas Sebastián de la Calzada y Remigio Ramos. Ese mismo año pasó al Apure, donde, bajo las órdenes del general José Antonio Páez, participó en la guerra de El Yagual. En 1819 abrió operaciones en Margarita contra las costas de Barcelona y Cumaná, como una parte de los proyectos de Bolívar para la campaña de liberación de Nueva Granada (la presente Colombia).
En 1821 condujo desde Maracaibo su división mediante la provincia de Coro, a la que liberó, y de allí prosiguió hacia San Carlos a la concentración que hacía Bolívar en aquella localidad, para hacer la ofensiva final contra los realistas, mandados por el mariscal de campo Miguel de la Torre, en la guerra de Carabobo (24 de junio de 1821).
Con la victoria de Carabobo quedó terminantemente asentada la independencia de Venezuela y Colombia, territorios que Bolívar integró en la «Enorme Colombia», una confederación de las colonias liberadas a la que próximamente se incorporarían Ecuador y Panamá. El 17 de julio de 1821, Rafael Urdaneta fue ascendido a general en jefe y como tal ejercitó, en 1822, el cargo de comandante general del departamento de Cundinamarca y presidente de la Comisión de Repartimiento de Bienes Secuestrados. Entre 1823 y 1824 ejercitó la presidencia del Senado de la «Enorme Colombia». Desde marzo de 1824 hasta julio de 1827 rigió como gobernador el departamento del Zulia.
Desde 1828 hasta 1829 desempeñó la cartera de Guerra y Marina, y en 1830, tras el movimiento que derribó al presidente Joaquín Mosquera, aceptó la presidencia de la «Enorme Colombia» hasta 1831, en el momento en que por efecto del Convenio de las Juntas de Apulo renunció a favor del general de brigada Domingo Caicedo. Víctima de las tensiones internas, la «Enorme Colombia» se encontraba ahora en etapa de disolución; la separación de Venezuela fue apuntada por José Antonio Páez, primer presidente de la República de Venezuela (1831-1835).
En 1837, el presidente venezolano Carlos Soublette (1837-1839) lo nombró secretario de Guerra, cargo que desempeñó hasta 1839; tres años después participó en las liturgias del traslado de los restos del Libertador Simón Bolívar en su condición de presidente de la Sociedad Bolivariana. En 1843 Rafael Urdaneta volvió a la cartera de Guerra y Marina, donde continuó hasta su muerte, ocurrida a lo largo del desempeño de una misión oficial. En 1876 sus restos fueron trasladados a Venezuela y enterrados en el Panteón Nacional.
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Obviamente llegar a comprender a Rafael Urdaneta es algo que se reserva a pocas personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Rafael Urdaneta es una suerte de puzzleque con toda probabilidad logremos reconstruir si contribuimos juntos.
Por esta razón, si eres de aquellos que creen en que de forma cooperativa existen posibilidades de hacer algo mejor, y detentas información acerca de la existencia de Rafael Urdaneta, o con respecto a algún detalle de su persona u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Rafael Urdaneta, que tuvo su significación en una época determinada, es vital tratar de ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú sobre Rafael Urdaneta. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.