La historia del mundo está contada por aquellas personas queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela sociedad, de una forma u otra,progrese.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o tomando parte de la acción. Rafael Leonardo Callejas es uno de esos seres humanos cuya vida, en verdad, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Rafael Leonardo Callejas es conocer más acerca de periodo preciso de la historia del ser humano.
Las biografías y las vidas de personas que, como Rafael Leonardo Callejas, cautivan nuestra atención, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Rafael Leonardo Callejas, el motivo por qué Rafael Leonardo Callejas vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(Rafael Leonardo Callejas Romero; Tegucigalpa, 1943) Político hondureño. Estudió economía agrícola en Estados Unidos y, tras regresar a su país, ejercitó a lo largo de unos años como banquero y economista. Entre 1967 y 1971 se empleó en el Consejo Superior de Planificación Económica. En 1968 fue nombrado jefe de la Dirección de Planificación Agrícola y pasó a ocupar la dirección un par de años después.
Su primera incursión en la vida política hondureña se causó en 1975, en el momento en que fue escogido titular del Ministerio de Recursos Naturales por el entonces jefe de Gobierno, el general Juan Alberto Melgar Castro, quien había dirigido un golpe militar contra el presidente de la República, el general Osvaldo López Arellano, implicado en un escándalo financiero. Entre 1980 y 1982, Callejas fue tesorero del Partido Nacional de Honduras y, en los un par de años siguientes, actuó como integrante de la Comisión Política de la citada organización.
Se presentó como candidato a las selecciones de presidentes de 1985, en las que perdió por un margen de solamente 85.000 votos, en oposición al candidato liberal José Azcona. Durante 4 años fue el jefe de la oposición política hondureña, adelante del conservador Partido Nacional, y se rodeó de un círculo de ayudantes con enorme experiencia en las finanzas que desplazaron a los viejos líderes políticos del partido. El 27 de noviembre de 1989 ganó las selecciones de presidentes y aceptó el cargo en 1990 para un intérvalo de tiempo de 4 años, transformándose en el presidente número setenta de la República de Honduras y en el artífice del regreso al poder del Partido Nacional tras dieciocho años de sepa.
Los objetivos primarios de su orden fueron sostener un desarrollo económico sostenido, prosperar la administración de la justicia y recobrar la probabilidad política y financiera del país en el ámbito en todo el mundo. Dentro de su política de estrechamiento de nudos con otros estados, en 1991 asistió en la localidad mexicana de Guadalajara a la I Cumbre Iberoamericana; en 1992 viajó a México, donde fue entre los presentes de la firma de los Acuerdos de Paz entre el gobierno de El Salvador y la guerrilla.
En Washington se entrevistó con el presidente y el vicepresidente de Estados Unidos, George Bush y Dan Quayle, y negoció la asistencia que la administración de norteamérica concedería a Honduras; en España asistió a la II Cumbre Iberoamericana, que se festejó en La capital de españa; firmó con el presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, el acuerdo fronterizo sobre la región de El Amatillo, que había sido fundamento de enfrentamiento entre los dos países; en 1993 firmó en Caracas el deber de cooperación económica entre el G-3 (Colombia, México y Venezuela) y los países de América Central, primer paso para la consolidación de una región de libre comercio en ese área; asistió asimismo a la III Cumbre Iberoamericana, conmemorada en la localidad brasileira de Salvador de Bahía.
La crisis económica mundial y su colosal influencia en Honduras hundió las esperanzas de despegue económico concebidas por el Gobierno y sumió en la impopularidad a Callejas, que decidió no presentarse a la reelección en los comicios de noviembre de 1993. En enero de 1994 se festejó en Tegucigalpa el acto de transmisión de la Presidencia a Carlos Roberto Reina, el ganador de las selecciones de presidentes, y Leonardo Callejas cesó de manera oficial de su cargo.
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