Rafael de Izquierdo

Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Rafael de Izquierdo es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Rafael de Izquierdo es conocer más sobre época determinada de la historia del ser humano.

Las biografías y las vidas de personas que, como Rafael de Izquierdo, atraen nuestro interés, deben valernos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Rafael de Izquierdo, porqué Rafael de Izquierdo vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Rafael de Izquierdo

(Santander, 1820 - 1882) Militar y gobernador español de las islas Filipinas que ejercitó su orden entre 1871 y 1873. El gobierno de Izquierdo estuvo marcado por su carácter conservador y las medidas represivas tomadas contra los curas acusados de la insurrección de 1872, un hecho vital de cara al nacimiento de un movimiento nacionalista filipino.

Rafael de Izquierdo inició su trayectoria militar con tan solo catorce años como cadete del regimiento de infantería de Gerona, unidad con la que participó en la primera guerra carlista. En marzo de 1836 fue herido en la guerra de Urizá, hecho que le valió la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, y por año siguiente nuevamente en el combate de Lecumberri. Estas acciones de guerra le llevaron a lograr la graduación de capitán con diecisiete años.

Ahora con el empleo de coronel sirvió en la campaña de África (1859-1860) y luchó en la guerra de Wad-Ras, a cuyo término fue ascendido al generalato. Después participó en la expedición a Santo Domingo (1864) y de regreso en la Península, apoyó los hechos revolucionarios de 1868 que acabaron con el derrocamiento de Isabel II. El nuevo gobierno le designó capitán general de Castilla La Novedosa; además de esto, fue integrante de la Asamblea que aprobó la Constitución democrática de 1869.

Tras la proclamación de Amadeo de Saboya (1870), el monarca le designó para hacerse cargo de la gobernación de las Filipinas, labor donde reemplazó a Carlos Mª De la Torre. Con popularidad de liberal, el nuevo gobernador procedió a utilizar ciertas reformas inconclusas por su antecesor, si bien eludiendo reforzar en esos puntos mucho más problemáticos.

De este modo, en materia didáctica intentó dedicar mayores medios para la construcción de academias y la remuneración de los profesores, pero en cambio dejó pendiente la espinosa cuestión de la secularización. Otras reformas de su orden se centraron en la optimización de las comunicaciones telegráficas y el servicio de correos, que pasó a ser desempeñado por una compañía privada.

En enero de 1872 debió llevar a cabo en frente de la insurrección de un destacamento militar originario en Cavite, que las tropas gubernativos sofocaron tras un par de días de pelea. Pese a no estar visibles las causas y los cabecillas de la rebelión, el gobernador Izquierdo estimó que la compromiso recaía en varios de los mucho más sobresalientes ilustrados filipinos, entre ellos los progenitores José Burgos, Mariano Gómez y Jacinto Zamora, el doctor Joaquín Pardo de Tavera, o el letrado José Mª Fundamenta. Aunque la mayor parte de ellos han recibido condenas de prisión, los tres religiosos fueron encontrados responsables de sedición y ejecutados en un desarrollo plagado de irregularidades, con lo que más adelante serían considerados los primeros mártires de la causa nacional filipina.

Este hecho fue aprovechado además de esto por Izquierdo para necesitar mayores poderes y poner freno a la existencia de filipinos en la administración civil, la iglesia y el ejército, si bien el gobierno español no accedió a la mayor parte de estas necesidades. Debido a problemas médicos, Rafael de Izquierdo dimitió del cargo y regresó a España el 8 de enero de 1873, siendo sustituido de manera interina por Manuel Mac-Crohon. Escribió la obra Algunas ideas sobre la reorganización del ejército (1869).

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