La historia de las civilizaciones la escriben aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado quela sociedad, de una forma u otra,avance.
Ya sea inspirando a otras personas o tomando parte de la acción. Pierre Corneille es uno de esos sujetos cuya vida, en efecto, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Pierre Corneille es comprender más acerca de periodo preciso de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que detentó Pierre Corneille en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras permaneció en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Pierre Corneille, sino que tal vez dejó una señal mucho más honda de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Pierre Corneille de forma personal.Pierre Corneille fue una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Pierre Corneille, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la existencia de Pierre Corneille, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Pierre Corneille, gentes a quienes de un modo u otro Pierre Corneille influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Pierre Corneille.
Las biografías y las vidas de personas que, como Pierre Corneille, seducen nuestro interés, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Pierre Corneille, el motivo por el cual Pierre Corneille vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Ruán, Francia, 1606 - París, 1684) Dramaturgo francés. Hijo de un letrado, en 1615 ingresó en el instituto de los jesuitas de Ruán, donde próximamente llamaron la atención sus creaciones en versos latinos y ciertos poemas aplicados a Catherine Hue. Se licenció en derecho en 1624, y hasta 1628, año en que su padre le logró 2 cargos jurídicos, efectuó prácticas como letrado en el Parlamento de Ruán.
Su primera comedia, Melita, inspirada por una frustrada pasión juvenil, la estrenó en París, en 1629, la compañía de Mondory y Le Noir. Gracias al éxito de la obra, la compañía se estableció en el teatro del Marais, en el que se estrenarían todas y cada una de las producciones de Corneille hasta 1647. Durante siete años, mientras que comenzaba a ejercer como letrado, sus comedias se sucedieron con velocidad (Clitandro Clitandro o la inocencia liberada, La galería del palacio); además de esto, escribió su primera catástrofe, Medea. En 1635, designado por el cardenal Richelieu como entre los Cinco Autores, participó en la elaboración de La comedia de las Tullerías (1635).
El arrollador éxito de la tragicomedia El Cid, sobre la figura del héroe español Rodrigo Díaz de Vivar, logró que solo un par de meses tras su presentación en el mes de enero de 1637 circularan ahora las primeras copias. La obra provocó asimismo una enconada polémica, famosa como «la demanda del Cid», en parte adecuada a la acusación de plagio (la obra está fundamentada en Las mocedades del Cid, de Guillén de Castro), pero más que nada por el hecho de que rompía con las tres entidades teatrales tradicionales (de tiempo, de rincón y de acción), verdadero dogma para el teatro de la época; su osadía le valió aun la condena oficial de la Academia.
Entre 1640 y 1642, las desgracias Horacio y Cinna lo reafirmaron como el mayor dramaturgo de su época; en ellas, el creador se sostuvo en los límites de las entidades tradicionales, como haría desde entonces, y probó el absoluto dominio que tenía sobre ellas. En 1641 contrajo matrimonio con Marie de Lampérière. A la desaparición de Richelieu, disfrutó de la protección del cardenal Mazarino y fue aceptado en la Academia Francesa (1647).
En 1650, la maquinaria que se requiere para la escenificación de Andrómeda, presentada como su pieza maestra, justificó la construcción del Théâtre du Petit-Bourbon. Durante la Fronda, renunció al ejercicio de la abogacía para reemplazar al procurador general de Normandía, quien fue restituido en sus funcionalidades en 1651 sin que Corneille pudiese recobrar sus cargos precedentes. Nicomedes, la catástrofe que prosiguió entonces, lo enemistó con Mazarino por su acompañamiento implícito a Luis II de Borbón-Condé, su contrincante político.
Perdido el acompañamiento económico oficial, y hundido en una profunda crisis ética, acentuada por el fracaso de Pertharite, en 1652 anunció que abandonaba el teatro. Hasta 1658 se dedicó a la traducción en verso de La imitación de Cristo, parte tradicional de la literatura ascética que ofrece como modelo al mismo Jesucristo, y a la composición costosa del Teatro, obra en tres volúmenes que se editaron en 1660. Nicolás Fouquet le inspiró el tema de Edipo, la catástrofe con la que volvió al ámbito. Su carrera literaria se alargó aún quince años mucho más, pero por el momento no volvió a comprender los éxitos de etapas precedentes.
En 1662 se instaló en París con su familia, y desde 1663 recibió una pensión de forma anual por figurar, adjuntado con Molière y otros autores, en la lista de las gratificaciones reales. Compuso en esa época unos poemas panegíricos de Luis XIV y tradujo proyectos piadosas. Por estos años, la opinión pública se encontraba divida entre sus seguidores y los de Jean Racine, más allá de que su Tito y Berenice, en 1670, fue peor recibida por público y crítica que la obra de su contrincante sobre exactamente el mismo tema (Berenice).
Corneille se retiró terminantemente en 1674. A partir de 1677 sus desgracias fueron recuperadas y llevadas nuevamente al ámbito, y en 1682 se volvió a modificar Teatro. Corneille es, más especial, el creador de la catástrofe tradicional francesa; creó héroes fenomenales tanto por su excelencia ética como por su afán de gloria, y representó pasiones increíblemente violentas merced al vigor incomparable de su estilo oratorio.
¿Qué opinas de la vida de Pierre Corneille? ¿Has podido leer todo aquello que suponías que ibas a encontrar?
Obviamente conocer profundamente a Pierre Corneille es algo que se reserva a escasas personas, y que intentar reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Pierre Corneille es una suerte de puzzleque con toda probabilidad lleguemos a rehacer si contribuimos todos juntos.
Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que de forma cooperativa es posible crear algo mejor, y conservas información sobre la existencia de Pierre Corneille, o con respecto a algún pormenor de su figura u creación que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Pierre Corneille, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es esencia procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué sabes con respecto a Pierre Corneille. Estaremos muy contentos de poder completar esta biografía con más información.