Pervez Musharraf

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que atesoró Pervez Musharraf en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Pervez Musharraf, sino que posiblemente produjo una huella mucho más vasta de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Pervez Musharraf personalmente.Pervez Musharraf ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Pervez Musharraf

(Nueva Delhi, 1943) Militar pakistaní que fue presidente de Pakistán desde 2001 hasta 2008. Pervez Musharraf nació en 1943 en la ciudad más importante india, Nueva Delhi, en el seno de una familia acomodada enlazada al Punjab, zona septentrional de su país a la sazón aún que viene dentro en la India y, con posterioridad, tras la independencia pakistaní en 1947, fronteriza con ella. Su padre había sido diplomático. El joven Musharraf recibió educación principal en la localidad portuaria meridional de Karachi, sobre la costa del océano Índico.

Desde muy joven Musharraf acarició la iniciativa de hacerse militar, anhelo que llevó a la práctica a través de su incorporación a la Escuela de Estado Mayor de Quetta. Tras culminar su capacitación militar en 1964, fue designado al cargo de una unidad de artillería en la zona septentrional de Cachemira, donde intervino activamente en entre los primeros combates armados generados en esa región, causa perenne de pleitos entre Pakistán y la India.

En 1971, como consecuencia de nuevos combates en el área, Musharraf volvió a ejercer el mando sobre entidades militares pakistaníes y alimentó novedosas motivaciones de desavenencias contra el Estado indio, del que Pakistán se había segregado de forma traumática tras la emancipación del subcontinente de la metrópoli británica. En aquel desarrollo ulterior a la independencia de la India, la pertenencia mayoritaria de los pakistaníes a la religión musulmana, como es la situacion del propio Musharraf, había sido aspecto esencial para la capacitación del nuevo Estado de Pakistán. Inicialmente, Pakistán había nacido escindido en 2 territorios, occidental y oriental, de población islámica, separados por 1.700 km de distancia. Del Pakistán oriental brotaría en 1971, como Estado propio y también sin dependencia, Bangladesh, con capital en Dacca, tras una secesión sanguinolenta.

Viejos vínculos con Estados Unidos

Al terminar la década de los setenta, con los hechos ulteriores al derrocamiento del sha Mohammad Reza Pahlevi y la instauración de una república islámica por el Ayatolá Jomeini en su vecino meridional Irán, la Unión Soviética decidió la intervención militar directa de su ejército y su aviación en el territorio de Afganistán, fronterizo con las entonces repúblicas socialistas soviéticas de Uzbekistán y Tadjikistán. Dados, por su parte, la vecindad y los múltiples vínculos religiosos y étnicos del país afgano con Pakistán, el gobierno pakistaní de Islamabad decidió entonces elaborar en su suelo entidades mixtas de mujaidines, guerrilleros islámicos enormemente motivados, para batallar la irrupción soviética en el país limítrofe.

Como oficial del Estado Mayor, y de enraizadas convicciones islámicas, Musharraf recibió entonces el encargo de adiestrar militarmente aquellas entidades, configuradas como brigadas de todo el mundo, formadas por jóvenes asilados de Afganistán, de la etnia pakistaní mayoritaria pastún, o llegados de países de población musulmana, primordialmente argelinos, y egipcios, tal como de Estados árabes orientales. Así, Musharraf conoció a Osama bin Laden, entonces un joven ingeniero de la alta burguesía saudita, que organizaba asimismo, desde Pakistán primero y desde el interior de Afganistán después, la resistencia contra las tropas soviéticas; todo ello con fondos saudíes y bajo la supervisión de consejeros militares y del espionaje de Estados Unidos.

De esta etapa datan los vínculos, considerados agridulces, de Musharraf con diplomáticos, espías y militares estadounidenses. El ascendente de Washington sobre la república pakistaní fue una incesante durante la guerra fría (1946-1989), a consecuencia del tablero de intereses geopolíticos y estratégicos desarrollado en Asia continental, donde la Unión Soviética se alineaba la mayoria de las veces con la defensa de la Unión India, al paso que China y Estados Unidos apoyaban repetidamente a Pakistán.

Carrera ascendiente y golpe para derrocar al gobierno

La carrera militar de Pervez Musharraf siguió de manera prudente, pero incesante, hasta 1995, año en que fue ascendido a teniente general. Se le asignó entonces el mando supremo de la zona militar de Mangla, en el Punjab fronterizo con la India, zona de donde es oriunda su familia. Entretanto, el militar pakistaní había contraído matrimonio y tenía un hijo y una hija.

Su buena predisposición le granjeó el respeto de Nawaz Sharif, a la sazón presidente de Pakistán, quien, el 13 de octubre de 1998, lo nombró comandante en jefe del ejército y jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Sucedía en este cargo al general Jehangir Karamat, relevado de sus funcionalidades tras criticar al gobierno de Sharif.

En octubre de 1999, el presidente decidió del mismo modo destituir a Musharraf, al que en un comienzo había encumbrado. El jefe del gobierno pakistaní aprovechó una visita del general a Sri Lanka, viejo Ceilán, para separarlo del mando. Empero, con enorme astucia política, el general Musharraf maniobró y, solamente diez horas tras su relevo, logró que Sharif fuera depuesto por militares rebelados en su nombre, cuyo ascendente sobre las Fuerzas Armadas de Pakistán era ahora un hecho.

Las desavenencias entre Sharif y Musharraf habían surgido meses atrás, a propósito de una acción militar pakistaní en el glaciar de Kargil, en Cachemira. Musharraf ha dicho entonces que consideraba contraproducente la predominación de Washington sobre la política del presidente Sharif, cuya resolución de un avance militar en el glaciar fue cancelada poco tras una charla de Sharif con el mandatario de EEUU Bill Clinton. Este hecho determinó la separación de las relaciones de seguridad establecidas hace un tiempo entre el jefe del gobierno y el militar.

Tras un ínterin de ocho meses, el 20 de junio de 2001, Pervez Musharraf se proclamó presidente, disolvió el Parlamento federal y los Parlamentos autónomos y se realizó con el poder absoluto en Pakistán, resolución que fue muy criticada por ciertos países, entre ellos Estados Unidos. Siguiendo la tradición de sus precursores militares, acostumbrados a inserirse en la política, Musharraf se comprometió entonces a convocar novedosas selecciones, y anunció en el mes de agosto de 2001 la convocatoria de selecciones legislativas y autonómicas para octubre del siguiente año. Musharraf y el presidente de la India, Atal Bihari Vajpayee, habían mantenido en el mes de julio de 2001 en la localidad india de Agra una cima para establecer nuevamente las relaciones indo-pakistaníes, espoleadas por rivalidades que llevaron a transformar los dos Estados en integrantes del club nuclear, tras padecer mutuamente tres sanguinolentas guerras. La cima dio magros desenlaces.

Importancia tras el 11 de septiembre

Con posterioridad a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, Pakistán era, con Arabia Saudí, el único Estado de todo el mundo que reconocía al régimen islámico rigorista instalado en Afganistán tras la derrota militar y política, a manos de los talibán, de una coalición de organizaciones guerrilleras, más tarde llamada Alianza del Norte, que protagonizó parte importante de la pelea armada contra los ocupantes soviéticos.

El gobierno de George W. Bush recurrió al general Musharraf en demanda de colaboración para forzar la extradición de su viejo amigo Bin Laden, en teoría afincado en Afganistán, al que atribuyó los actos terroristas contra legaciones diplomáticas de Estados Unidos en Kenia, Tanzania y Arabia Saudí años atrás, con cientos de fallecidos, tal como la compromiso personal en la preparación de los atentados contra el World Trade Center de Nueva York y el ataque contra el edificio del Pentágono, en Washington.

Musharraf sostuvo en un inicio polémicas a propósito de las metas de Bush, por estimar que Washington no ofrecía pruebas definitivos de la compromiso de Bin Laden en la comisión de los atentados. Esta y otras desavenencias se hicieron patentes a lo largo de la visita efectuada a Pakistán en la época de octubre de 2001 por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell. Por otra sección, el presidente pakistaní sospechaba de los proyectos de Washington de dar a los mujaidines de la Alianza del Norte, en Afganistán, la opción alternativa política sustitutoria del régimen talibán con el que Musharraf, por inducción estadounidense, terminó por romper relaciones, más allá de que a regañadientes.

La condición de Pakistán como país dotado de armas nucleares daba de esta forma al orden de Pervez Musharraf un perfil política y militarmente muy importante. A pesar de su papel en el campo en todo el mundo, Pakistán no se libró de los peligros de desestabilización interna derivados de las manifestaciones masivas de su población contra la intervención estadounidense en Afganistán, cuya castigada población civil, que llegaba de forma masiva a sus fronteras, sostenía estrechos vínculos étnicos y religiosos con los pakistaníes.

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