Pep Guardiola

La historia del mundo está escrita por aquellas mujeres y hombres quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel mundo, de un modo u otro,prospere.

Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo parte de la actuación. Pep Guardiola es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Pep Guardiola es comprender más acerca de una época concreta de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que tuvo Pep Guardiola en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Pep Guardiola, sino que posiblemente dejó una señal mucho más honda de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Pep Guardiola de forma personal.Pep Guardiola ha sido una persona que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Pep Guardiola, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que podamos apreciar no sólo la vida de Pep Guardiola, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Pep Guardiola, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Pep Guardiola influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Pep Guardiola.

Vida y Biografía de Pep Guardiola

(Josep Guardiola i Sala; Santpedor, Barcelona, 1971) Jugador y entrenador de fútbol español. Vinculado desde hace tiempo a la especialidad del FC Barcelona, fue como jugador una señalada figura del llamado Dream Team que, bajo la dirección de Johan Cruyff, ganó 4 ligas sucesivas y una Copa de Europa a inicios de los noventa. Su etapa como entrenador (2008-2012) se recordará como la mejor de la historia del club: sin solamente fichajes, echando mano de la cantera y con una filosofía fundamentada en la posesión del balón y el juego al primer toque en la línea de Cruyff, levantó un Barça desalentado y lo transformó en un aparato tan vistoso como arrollador, capaz al unísono de fascinar con la hermosura de su juego y de hacerse, en 4 años, con catorce de los dieciocho campeonatos que disputó.

Hijo de Valentí Guardiola, albañil, y Dolors Sala, ama de su casa, el pequeño Josep recibió su primera capacitación futbolística en las categorías infantiles del Nástic de Manresa. En 1984 entró en la Masía; tras pasar por todas y cada una de las categorías inferiores del Futbol Club Barcelona, comenzó con el primer aparato en la temporada 1990-1991, a las órdenes de un entrenador, Johan Cruyff, que en los años siguientes iba a cambiar el club. Con su técnica y su visión de juego, el centrocampista se transformó en entre las piezas clave de ese Dream Team que, a través de figuras como Ronald Koeman, Hristo Stoichkov, Romario de Souza, Michael Laudrup, José Mari Bakero o Andoni Zubizarreta, en un despliegue de fútbol al primer toque, veloz y efectivo, embelesó en la primera mitad de los años noventa y dio a los blaugrana 4 Ligas sucesivas entre 1991 y 1994 y la primera Copa de Europa, que el aparato levantó el 20 de mayo de 1992, en el mítico estadio de Wembley.

Ese año, en el ámbito en todo el mundo, Guardiola ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona con la selección de españa, con la que asimismo participaría en el Mundial de 1994 y en la Eurocopa 2000. Pep prosiguió en el Barça hasta 2001, bajo la batuta de Bobby Robson y Louis Van Gaal, unos años en los que engrosó su palmarés con ciertos desenlaces visibles, en especial en la temporada 1996-1997, con la Recopa, y en ámbas siguientes, con 2 torneos de Liga sucesivos, más allá de que en esta época estuvo múltiples meses apartado del lote de juego gracias a una grave lesión. Fueron en conjunto 472 partidos con la remera blaugrana.

En 2001, cumplidos ahora los treinta años, Guardiola decidió ofrecer un giro a su trayectoria y se fue a Italia, donde jugó con el Brescia (la temporada 2001-2002 y una parte de las siguiente) y pasó fugazmente por el AS Roma (2002-2003). No le fueron bien las cosas en aquel país, ya que fue acusado de dopaje por nandrolona (noviembre de 2001) en el momento en que militaba en las filas del cuadro lombardo y culpado en primera instancia a siete meses de prisión y 2.000 euros de multa. Cuando se conoció la sentencia, en el mes de mayo de 2005, Guardiola jugaba en el Al-Ahili de Qatar. Consciente de que toda su trayectoria se venía abajo, el futbolista vivió en esos años un genuino martirio y centró sus sacrificios en probar su inocencia, que siempre y en todo momento proclamó. Finalmente, en el mes de noviembre de 2007, el Tribunal de Apelación de Brescia le dio la razón y fue absuelto. Habían sido unos años bien difíciles para un deportista que había acabado su trayectoria como jugador en el Dorados de Sinaloa de México (2005-2006) y que, al conocerse su absolución, trabajaba en el cuadro técnico de las divisiones inferiores del FC Barcelona.

Pep Guardiola adiestraba a los chicos del Barça B en el momento en que, en el final de la temporada 2007-2008, el presidente del club, Joan Laporta, con el emprendimiento del técnico holandés Frank Rijkaard fatigado, lo llamó para hacerse cargo del primer aparato. Era un fichaje asombroso, dada la poca experiencia del ex- jugador como entrenador. La apuesta de Laporta logró correr ríos de tinta; a pesar de que como futbolista y como ex- capitán del Barça Guardiola ocupaba un espacio en la historia del club, varios fueron los culés y los medios que se presentaron incrédulos frente esa novedosa etapa de su historia. Y mucho más en el momento en que en los 2 primeros partidos de la Liga 2008-2009 el aparato solo cosechó un punto de los seis probables (perdió con el Numancia y empató con el Racing de Santander).

Y entonces ocurrió lo que parecía irrealizable. La maquinaria blaugrana comenzó a marchar y próximamente embelesó a propios y extraños. A los excelente resultados de la campaña liguera había que agregarle un juego increíble que no dejaba a absolutamente nadie indiferente. Pronto la prensa en todo el mundo se realizó eco de aquel aparato que funcionaba como un engranaje: precisión en el toque, pases magistrales y tantos de libro. Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Carles Puyol, Leo Messi y todos los players jamás daban un partido por perdido, reflejando el enérgico liderazgo del técnico y sus talentos para la motivación. Los emergentes de la cantera, por la que el flamante entrenador apostó sin reservas, se encumbraron hasta lo mucho más prominente.

La concordancia sobre el talento del nuevo Barça era poco a poco más visible y 2009 fue, indudablemente, el año mucho más glorioso de los mucho más de cien años de historia del barcelonismo. Y es que en 2009 el FC Barcelona ganó, sucesivamente, los seis títulos a los que aspiraba: la Copa del Rey, la Liga de españa y la Champions League, victorias que daban derecho a disputar la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes (antes Copa Intercontinental), que asimismo acabaron en las vitrinas del club. Y su entrenador se transformó en el único de la historia en hallar los seis títulos oficiales en un mismo año.

Los reconocimientos no se hicieron aguardar. La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) lo nombró mejor entrenador de todo el mundo de 2009; la prensa no escatimó encomios sobre el entrenador revelación y los culés le agradecerían para toda la vida su año mucho más dulce. Guardiola fue escogido Catalán del Año y recibía homenajes públicos, entre ellos el que le dedicó su pueblo natal; el técnico producía mucho más literatura que los astros cinematográficos (Palabra de Pep, Liderazgo de Guardiola, Escuchando a Guardiola. El pensamiento futbolístico y escencial del entrenador del Barça en 150 oraciones...) y mucho más euforia colectiva que absolutamente nadie. Se transformó en un genuino gurú del barcelonismo. Tal era su poder, tan amado era, que, frente al fin de la era Laporta, cuyo orden expiraba en el mes de junio de 2010, se vio obligado a ofrecer públicamente su palabra de que proseguiría adiestrando al primer aparato con el presidente que le sucediese. El 13 de junio se desveló la duda: Guardiola comenzaría la temporada 2010-2011 con el presidente Sandro Rosell.

Hasta entonces, en la temporada 2009-2010, sus players habían ganado su segunda Liga sucesiva, con 99 puntos, un nuevo récord en su palmarés y en la historia del campeonato nacional, imponiéndose por tres puntos a un contrincante, el Real Madrid de Cristiano Ronaldo, que más allá de sus permanentes sacrificios nada ha podido realizar para parar la máquina blaugrana. Cerraron la campaña imponiéndose en la Supercopa de españa. En la próxima, 2010-2011, el aparato prácticamente repitió la proeza de un par de años antes: conquistó nuevamente la Liga de españa y la Champions League, lo que le llevó a disputar y a vencer otra vez en la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. En su última temporada como técnico, 2011-2012, el aparato solo ha podido hacerse con la Copa del Rey. Pese a su increíble desempeño, los blaugrana encontraron en la Liga con un Madrid en medio de una forma; y, de la misma los blancos, cayeron en las semifinales de Champions.

Guardiola siempre y en todo momento deseó firmar contratos cada un año para no verse atado si las cosas se torcían. En su última temporada comenzaron a circular inquietudes sobre su continuidad, alimentadas por dado que, en una etapa bien avanzada de las disputas, no hubiese nuevo todavía su contrato; se recordaba asimismo que en unas afirmaciones a un periódico italiano había afirmado elegir "etapas cortas" adelante de un aparato. Poco antes del final de la temporada, Pep Guardiola anunció su marcha, ocasionando consternación entre los barcelonistas, que hubiesen amado retenerlo años y años. El técnico arguyó como fundamentos su cansancio y el "haberse vaciado"; precisaba un tiempo de restauración, y no descartaba regresar cualquier día al club, atendiendo al deseo de los culés y de su presidente, quien aseguró que siempre y en todo momento tendría las puertas abiertas.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de un ser como Pep Guardiola, que detentó su relevancia en una época concreta, es vital tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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