Paul Wolfowitz

La historia de las civilizaciones la cuentan aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela sociedad, de una forma u otra,prospere.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que detentó Paul Wolfowitz en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Paul Wolfowitz, sino que a caso dejó una huella mucho más profunda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Paul Wolfowitz de modo personal.Paul Wolfowitz fue una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Paul Wolfowitz

(Brooklyn, Nueva York, 1943) Político y también ideólogo neoconservador estadounidense que ha ocupado varios cargos importantes en la administración de norteamérica. Obtuvo especial notoriedad bajo la la administración de George W. Bush como inspirador, desde su cargo de vicesecretario de defensa, de conceptos como la "guerra precautoria" o el "eje del mal", que se emplearon como justificación de la guerra de Iraq.

Paul Dundes Wolfowitz nació el 22 de diciembre de 1943 en Brooklyn (Nueva York), en el seno de una familia de origen judío y polaco cuya mayor parte murió en el holocausto. Aprendió el hebreo en un medio familiar acendradamente espiritual. Su padre, Jacob Wolfowitz, era instructor de matemáticas en la Universidad de Cornell (Nueva York), donde él se licenció en química y matemáticas en 1965, aparte de proseguir los tutoriales de Allan Bloom. Cuando tenía catorce años pasó un curso en Israel, donde su padre era instructor visitante en la Universidad de Haifa.

Doctorado en ciencias políticas por la Universidad de Chicago en 1972, fue acólito de otras 2 personalidades esenciales de la vida intelectual estadounidense: el estratega Albert Wohlstetter y el pensador Leo Strauss. En 1966 logró su primer empleo en la Administración en la Oficina del Presupuesto. Gracias a la predominación de Wohlstetter, experto en estrategia militar, en el verano de 1969, adjuntado con Richard Perle, comenzó a ayudar con el Committee to Maintain a Prudent Defense Policy (CMPDP, Comité para el Mantenimiento de una Política Defensiva Sensato), un organismo desarrollado por el secretario de Estado Dean Acheson a lo largo de la Guerra Fría, que en la década de 1970 se dedicó a redactar reportes sobre la conveniencia de la defensa antimisiles para intentar seducir al Congreso.

Su proposición doctoral, orientada por Wohlstetter, versó sobre la desalinización de las aguas marinas en Oriente Medio. Durante tres años fue instructor de estudios de todo el mundo en la Universidad de Yale (1970-1973) y después trabajó en la Agencia para el Control de Armas y el Desarme (ACDA), bajo la dirección de Fred Ikle, muy implicada en los estudios y las negociaciones sobre la restricción de las armas estratégicas (SALT, Strategic Arms Limitation Talks) y otras cuestiones referentes a la proliferación nuclear. Su especialización en temas de defensa le llevó al Pentágono, donde fue directivo de Planificación Regional (1977-1981), a lo largo de la presidencia de Jimmy Carter.

“Wolfowitz logró la síntesis entre Strauss y Wohlstetter”, el pensador y el estratega, los 2 profesores de los neoconservadores, según su amigo Francis Fukuyama. Sus convicciones no cambiaron substancialmente desde su temporada de doctorando en Chicago: la fe en la relevancia del poder militar y la actuación de Estados Unidos como un poder benéfico en el planeta; la desconfianza hacia la Unión Soviética y los servicios de sabiduría estadounidenses y el desdén por las doctrinas de distensión y contención de Henry Kissinger. Ganó notoriedad con un análisis geopolítico en el que criticó el acompañamiento estadounidense a Sadam Hussein a lo largo de su guerra contra Van a ir.

Durante la presidencia de Ronald Reagan fue directivo del Policy Planning (centro de análisis político) en el Departamento de Estado (1981-1982), solicitado de la sección de Asia (1982-1986) y embajador en Indonesia (1986-1989), donde fue criticado por ciertas organizaciones defensoras de los derechos humanos, que le recriminaron su complacencia frente a la dictadura del general Suharto, al que llegó a elogiar públicamente por “su fuerte y señalado liderazgo” en el momento en que compareció como testigo en 1997 frente a un subcomité parlamentario estadounidense.

De 1989 a 1993, a lo largo de la presidencia de George Bush padre, Wolfowitz fue subsecretario de Política de Defensa en el Pentágono, entonces comandado por Richard Cheney. Desde ese cargo contribuyó decisivamente a la revisión de la estrategia, para amoldarla por fin de la Guerra Fría, y dirigió la planificación militar y económica de la guerra del Golfo (1991).

En la administración Bush

Tras la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca, Paul Wolfowitz fue designado vicesecretario de Defensa (2001-2005), número 2 del Pentágono, cargo desde el que apoyó inequívocamente al secretario Donald Rumsfeld en sus sacrificios por editar las Fuerzas Armadas para amoldarlas a los desafíos del siglo XXI.

Considerado como la fuerza intelectual del Gobierno de Bush, inspirador de la guerra precautoria y de la iniciativa de una cruzada contra el mal, abogó por la intervención en Iraq, explicando que los atentados del 11 de septiembre de 2001 modificaron el planeta para toda la vida. Defendió la proposición de que el de Sadam Hussein representaba el género de país arriesgado al que Estados Unidos debía llevar a cabo frente en la “posguerra fría”: una capacidad regional, liberada de la tutela de su padrino, la Unión Soviética, y que pretendía prolongar su predominación a cargo de los 2 socios estadounidenses, Arabia Saudí y también Israel. En su opinión, el tema de las armas de destrucción masiva en teoría a cargo del dictador iraquí fue secundario, en el momento en que no un mero motivo.

En cuanto planificador de la guerra total contra el terrorismo, sus opositores lo piensan inextricablemente asociado con varios de los fallos mucho más conocidos de la guerra de Iraq: el fundamento poderosamente ideológico del “eje del mal”, la inexistencia de las armas de destrucción masiva, las conjeturas cansado optimistas que presagiaban un recibimiento con los brazos libres de los soldados estadounidenses y la insistencia en que la reconstrucción podría ser sustentada económicamente con las rentas petroleras.

Más allá de su ascendencia judía y su respaldo inequívoco de Israel, donde habita una hermana suya, Wolfowitz reconoció los sufrimientos del pueblo palestino en su enfrentamiento con Israel y fue entre los pocos neoconservadores que apoyaba la creación de un Estado palestino como una parte de la solución del inconveniente. En 2002 fue siseado en el momento en que expresó esos sentimientos en una manifestación proisraelí.

Los servicios de Wolfowitz a la Administración con seis presidentes no le apartarían completamente de la reflexión académica y la enseñanza. Entre 1993 y 2001 fue decano de la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies (SAIS), de la Universidad Johns Hopkins, y instructor de relaciones de todo el mundo en la Universidad de Harvard. En 1993 fue instructor de estrategia de seguridad nacional en el National War College. En 1995, Wohlstetter creó el Instituto Balcánico, al que Wolfowitz se incorporó, con el propósito de publicar la naturaleza de la crisis en la extinta Yugoslavia, labor donde no solo participaron los neoconservadores, sino más bien asimismo los republicanos habituales y ciertos demócratas y también intelectuales como Bill Clinton, Zbigniew Brzezinski y Susan Sontag.

Presidente del Banco Mundial

El 16 de marzo de 2005, el presidente Bush ha propuesto a Wolfowitz como presidente del Banco Mundial, un cargo que comúnmente recae sobre un estadounidense. La resolución fue criticada entre bastidores por los Gobiernos mucho más opuestos a la guerra de Iraq (Francia y Alemania) y también interpretada seriamente por ciertos medios, como una exhibe de indiferencia, en el momento en que no de cinismo, pero asimismo del creciente interés de Washington por las instituciones multilaterales. Sus contrincantes inquirieron si el estratega del poder global de Washington sería con la capacidad de combatir contra la pobreza global. A la hora del voto, no obstante, el 31 de marzo, los representantes de todos y cada uno de los países aprobaron su ascenso, reconociendo la brillantez de su currículo y su aguda sabiduría, para un orden de cinco años.

Al agradecer a quienes lo habían afirmado, Wolfowitz reconoció que era “una figura discutida”, pero proclamó su lealtad al multilateralismo de la institución, a su propósito fundacional de achicar la pobreza, y añadió: “Nada hay mucho más gratificante que contribuir a las ciudades necesitadas y fomentar ocasiones, una noble misión a la que me dedicaré enteramente”. El 1 de junio reemplazó a James Wolfensohn, presidente del Banco a lo largo de los últimos diez años.

Paul Wolfowitz se casó en 1968 con Clara Selgin, con la que tuvo tres hijos. Se divorciaron en 2002. Autor de varios ensayos y productos sobre seguridad nacional y relaciones de todo el mundo, perteneció a la dirección de las gacetas Foreign Affairs y National Interest.

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