La historia universal está escrita por aquellas personas queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho queel género humano, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que detentó Paul Valéry en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Paul Valéry, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Paul Valéry personalmente.Paul Valéry ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Paul Valéry, cautivan nuestro interés, tienen que ayudarnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Paul Valéry, porqué Paul Valéry vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.
Vida y Biografía de Paul Valéry
(Paul Ambroise Valéry; Sète, 1871 - París, 1945) Escritor francés. Su obra poética, que alarga la tradición de Mallarmé, se considera como entre las mucho más esenciales de la poesía francesa del siglo XX. Su obra ensayística es la de un hombre escéptico y condescendiente, que desdeñaba las ideas irracionales y la inspiración poética, y creía en la superioridad ética y práctica del trabajo, la conciencia y la razón.
Estudió derecho en Montpellier, donde asimismo publicó sus primeras poesías: «Sueño», en la Revue maritime (1889); «Elevación de la luna», en Le Courier libre (1889); «La marcha imperial», en La Revue indépendante, y «Narciso charla», en La Conque (1891). Su amistad con Pierre Louïs le abrió las puertas del París literario, donde conoció a André Gide y a Stéphane Mallarmé (1891), a quien le uniría una enorme amistad. Su amor no correspondido por una tal Madame Rovira precipitó una crisis que le llevó, en 1892, a abandonar la poesía y a consagrarse al culto único de la razón y el intelecto.
En 1894 se instaló en París, y por año siguiente publicó los ensayos filosóficos Introducción al procedimiento de Leonardo da Vinci y La velada con el señor Edmond Teste; este último, aparecido en la gaceta Le Centaure, fue el primero de una sucesión de diez extractos donde muestra el poder de la cabeza enteramente volcada en la observación y deducción de los fenómenos.
Tras trabajar como funcionario del Ministerio de Guerra (1895), fue secretario especial de Édouard Lebey (1900-1920), entre los directivos de la agencia Havas. Obtuvo enorme notoriedad con la publicación del largo poema La joven Parca (1917), y de 2 volúmenes de versos, Álbum de versos viejos (1920) y Cármenes (1922), que incluye su poema El cementerio marino, reconocido como el prototipo de la «poesía pura» de Valéry. En 1925 ingresó en la Academia Francesa.
Sus proyectos siguientes fueron diálogos en prosa: Eupalinos o el Arquitecto (1923) y El alma y la danza (1923). Posteriormente publicó una recopilación de ensayos y charlas (Pluralidad, 5 vols., 1924-1944), y una sucesión de proyectos, como Rhumbs (1926), Analecta (1927), Literatura (1929), Miradas al planeta de hoy (1931), Malos pensamientos y otros (1941) y Tal como (1941-1943), consideradas el períodico intelectual de Valéry. Fue instructor de poética del Colegio de Francia (1937-1943).
Escribió asimismo para el teatro los ballets Amphion (1931) y Semíramis (1934), a los que Arthur Honegger puso música, y compuso el libreto de La cantata de Narciso (1942), con música de Germaine Tailleferre. Póstumamente se dieron a conocer el drama Mi Fausto (1946), y asimismo Historias rotas (1950), Cartas a ciertos (1952), Correspondencia con André Gide (1955), Descartes (1961) y, desde 1956, los varios volúmenes de sus Cuadernos.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Paul Valéry, que tuvo su relevancia en una época determinada, es indispensable tratar de mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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