Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Paul Signac, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que podamos apreciar no sólo la vida de Paul Signac, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Paul Signac, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Paul Signac influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Paul Signac.
Las biografías y las vidas de personas que, como Paul Signac, seducen nuestro interés, tienen que ayudarnos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Paul Signac, porqué Paul Signac vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inevitable, la historia.
(París, 1863-id., 1935) Pintor francés. Inicialmente se alineó con los impresionistas, pero tras entender a Georges Seurat en 1884 se adscribió, como artista y teorético, al neoimpresionismo o puntillismo. En sus proyectos plasmó más que nada situaciones marineras (puertos, veleros, faros), primero con un puntillismo riguroso y después con un toque mucho más extenso, proporcional a las dimensiones del cuadro. Son sus proyectos de estilo mucho más libre, menos estricto, las que recubran mayor interés y las que cautivaron de forman singular a Henri Matisse. Dos cuadros, El palacio de los Papas y La entrada al puerto de La Rochelle, patentizaron su creciente interés por la luz y los colores.
Que viene de una familia acomodada, Paul Signac ha podido ocuparse prácticamente completamente a la pintura. Se formó en la École des Arts-Décoratifs de París (1882) y en un taller libre. En 1884 cooperó activamente en la creación de la Société des Artistes Indépendants (de la que en 1903 ejercitaría la vicepresidencia y en 1909 la presidencia) y en la fundación del Salon des Indépendants. Dos años después participó en la IX Exposición Impresionista al lado de Edgar Degas, Jean-Louis Forain, Camille Pissarro, Paul Gauguin y Georges Seurat.
Bajo el impulso de Seurat, Signac ahondó en la técnica puntillista, tomando como fundamentos las riberas del Sena y las costas mediterráneas. Formuló sus ideas estéticas en De Eugène Delacroix al Neoimpresionismo (1899). La obra es una defensa de los métodos profesionales adoptados por los pintores neoimpresionistas, escuela nacida de manera oficial en 1886 de la que formaron parte, aparte de Signac, Georges Seurat (el principal creador), Henry-Edmond Cross, Camille Pissarro, Maximilien Luce y Théo van Rysselberghe, pintores animados por la común aspiración de ofrecer a sus lonas el máximo de la iluminación. Esta finalidad se busca por la utilización de los colores puros no mezclados en la paleta, si bien yuxtapuestos en la lona tal es así que vistos a distancia, fundiéndose en la retina ("mélange optique"), preserven el esplendor originario en el color derivado.
Tras la desaparición de Seurat, Paul Signac se trasladó a Saint-Tropez, donde vivió hasta el año 1911. Fue un enorme viajante y navegante durante su historia, y esta afición a viajar lo llevó desde La Rochelle a Marsella y desde Venecia a Constantinopla, viajes en los que pintaría primordialmente temas marinos y que explicarían la considerable suma de acuarelas presentes en su obra, aparte de su estilo tan especial, ágil y exacto. Su técnica dejó de ajustarse tan rigurosamente a las reglas puntillistas, y evolucionó hacia un ensanchamiento de sus pinceladas.
Desde 1913, Signac efectuó largas estancias en Antibes, si bien prosiguió preservando su estudio de París. Además de panoramas y retratos, asimismo pintó bodegones y ciertas creaciones ornamentales. En sus pinturas al óleo, Signac es voluntarioso y reflexivo; en cambio, en sus acuarelas destapa su sensibilidad y se expresa con entera independencia. El pintor jugó un papel muy notable en la capacitación del conjunto de neoimpresionistas; sirvió aparte de vínculo entre Pissarro, Seurat y los escritores simbolistas, y trabó amistad con pintores belgas que formaron un segundo conjunto de neoimpresionistas.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Paul Signac, que detentó su significación en un momento histórico concreto, es fundamental tratar de brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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