La historia de la civilización la narran las personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela civilización, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que atesoró Osvaldo Dorticós Torrado en la historia. Cómo vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Osvaldo Dorticós Torrado, sino que a caso legó una señal mucho más profunda de lo que logremosfigurar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Osvaldo Dorticós Torrado de modo personal.Osvaldo Dorticós Torrado ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Conocer las luces y las sombras de las personas significativas como Osvaldo Dorticós Torrado, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Osvaldo Dorticós Torrado, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Osvaldo Dorticós Torrado, aquellas personas a quienes de un modo u otro Osvaldo Dorticós Torrado influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Osvaldo Dorticós Torrado.
Vida y Biografía de Osvaldo Dorticós Torrado
(Cienfuegos, 1919 - La Habana, 1983) Político cubano. Reconocido y refulgente letrado en la ciudad más importante cubana, fue un luchador ferviente contra la dictadura de Fulgencio Batista y llegó a ser presidente de Cuba. Estudió derecho en la Universidad de la Habana. En 1948 ingresó en el Partido Comunista, donde trabajó como asesor jurídico y, a través del partido, se presentó a las selecciones municipales. Después dirigió el movimiento innovador castrista en Cienfuegos, pero fue detenido.
Escapó a México, donde continuó hasta el momento en que en 1959 triunfó la revolución dirigida por Fidel Castro y el Che Guevara, instante en el que decidió regresar a la isla. Fue nombrado ministro de Leyes Revolucionarias, y como tal asistió a elaborar las políticas cubanas; no obstante, no debió aguardar bastante para ser presidente de la República, tras la dimisión del presidente Manuel Urrutia Lleó, que se causó el 18 de julio de 1959.
A lo largo de su orden, Dorticós actuó según con la política de Fidel Castro. Así, por servirnos de un ejemplo, en el momento en que Castro deseó entablar negocios con los Estados Unidos, Dorticós lo justificó asegurando que la diplomacia podría solucionar los inconvenientes con los norteamericanos. Sin embargo, Castro y Dorticós eligieron que, a la postre, el acuerdo con los americanos no se iba a hacer, y ese día el presidente de los Estados Unidos Eisenhower daría luz verde a un plan de invasión de Cuba.
En esta situación, Dorticós actuó como gerente de Cuba en múltiples charlas de todo el mundo, como la Conferencia Interamericana de Punta del Este, y en 1962 estuvo que se encuentra en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Ese mismo año se generaron en Cuba las manifestaciones de Cárdenas, donde cientos de amas de sus casas salieron a la calle como señal de queja frente a la insuficiente coyuntura económica que se encontraba viviendo el país, situación de la que se responsabilizó desde el gobierno al "bloqueo capitalista". En 1964 Dorticós aceptó la Cartera de Economía y la presidencia de la Junta Central de planificación.
En diciembre de 1976 se formó el consejo de Estado y Dorticós cedió la presidencia a Fidel Castro, pasando a ser vicepresidente del gobierno. Cuatro años tras su nuevo ascenso se encargó del Ministerio de Justicia, función que desempeñó hasta el momento en que se suicidó en 1983.
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