Nina Simone

Ya sea inspirando a otras personas o tomando parte de la acción. Nina Simone es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Nina Simone es conocer más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que tuvo Nina Simone en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para quienes frecuentaron a Nina Simone, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Nina Simone de modo personal.Nina Simone ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Nina Simone

(Nombre artístico de Eunice Kathleen Waymon; Tryon, Carolina del Norte, 1933 - Carry-le-Rouet, Francia, 2003) Cantante y pianista estadounidense, considerada una de las considerables voces del siglo XX. Nina era la sexta de una familia de ocho hermanos, descendiente eminentemente de esclavos africanos, si bien entre sus antepasados asimismo hubo sangre irlandesa y también india.

Su padre, John Divine Waymon, se dedicó en el transcurso de un tiempo al planeta del espectáculo: cantaba, bailaba y tocaba la armónica, si bien en el momento en que su familia comenzó a ser abundante, trabajó en una tintorería y como barbero para salir adelante. La madre, Mary Kate, tocó el piano para él en alguna ocasión, si bien entonces se realizó ministra de la Iglesia metodista y rechazó todo cuanto no fuesen espirituales religiosos.

Simone medró, ya que, cercada de música. En su hogar, todos y cada uno de los hermanos cantaban y tocaban algún instrumento, sin tomar clases ni tener siquiera conciencia de haber aprendido. Cuenta en su autobiografía que su primer recuerdo de la niñez es su madre cantando gospel, y que comenzó a tocar el órgano que había en la vivienda tan rápido como medró lo bastante para sentarse sobre el banco y llegar al teclado. Nadie se percató hasta el momento en que un día su madre la vio tocando una de sus canciones preferidas: aún no había cumplido tres años.

En 1939 tomó sus primeras clases formales de piano, y a los diez años dio su primer recital, en la librería local. Fue asimismo su primera toma de contacto con el racismo: a lo largo del mismo, sus progenitores fueron desalojados de la primera fila para ordenar a blancos. Esa experiencia del Sur segregado fue traumática para la pequeña Eunice. Más tarde declaró que fue el punto de inicio de su deber en la pelea por los derechos civiles.

Con asistencia financiera de apasionados locales, en 1950 continuó sus estudios de piano tradicional en Nueva York. Posteriormente, su familia se mudó a Filadelfia, donde fue rechazada en una escuela de música. En 1954 apareció una ocasión de trabajo en un bar de Atlantic City (ciudad de Nueva Jersey que es algo tal como el Las Vegas de la costa Este). El inconveniente era que el dueño deseaba que cantase, al tiempo que Eunice tan solo se presentaba como pianista. Ella improvisó una versión de I loves you Porgy, de George Gershwin, con su característico timbre grave, y consiguió el puesto.

Primeros contratos discográficos

Fue en Atlantic City donde adoptó el nombre artístico que la daría a entender internacionalmente, tomado de la actriz francesa Simone Signoret. Empezó a hacerse conocer y, tras accionar en múltiples clubes de Filadelfia, en 1957 logró un contrato discográfico con Bethlehem Records.

Por año siguiente publicó su primer disco, Jazz as played in an exclusive side street club (asimismo popular como Little girl blue). Fue un éxito inmediato, y el simple elegido, I loves you Porgy, vendió un millón de ejemplares en Estados Unidos en el verano de 1959. Curiosamente, nunca volvería a poner otra canción en el Top-40 de Estados Unidos, lo que no le impidió forjarse una audiencia leal.

A continuación, Simone firmó un contrato con la vigorosa Colpix (Columbia Pictures Records), con la que publicó diez discos en cinco años (seis en estudio y 4 directamente), y múltiples canciones para bandas sonoras de películas de Columbia, entre ellas Viento Salvaje (1957), de George Cukor, y Sayonara (1957), interpretada por Marlon Brando, aparte de interpretar un tema de Sansón y Dalila, entre las fastuosas superproducciones de Cecil B. DeMille. En 1961 contrajo matrimonio con Andy Stroud, detective de Nueva York que se transformaría en su mánager y que aparecería como compositor en los créditos de múltiples canciones. Ambos tuvieron una hija, Lisa Celeste, en 1962.

En 1964 firmó otro contrato, en esta ocasión con Philips, discográfica con la que publicó siete discos en tres años. De ese periodo resalta su tradicional Don’t let be me, su versión de I put a spell on you, de Screaming Jay Hawkins, y su primera canción de queja: Mississippi goddam! (‘¡Mississippi, maldita sea!’), furioso alegato contra múltiples estados del sur de Estados Unidos, anotado en la pelea por los derechos civiles de los negros. Por entonces se la comenzó a comprender como la Suma Sacerdotisa del Soul.

Entre 1966 y 1974 causó, para la compañía RCA, ciertos de sus mayores éxitos, como las ediciones de To love somebody (Bee Gees) y Ain’t got no/I got life, del musical Hair. Otro de sus tradicionales, To be young, gifted and black, se encontraba inspirado por una parte de teatro de su amiga Lorraine Hansberry, y fue grabado por Aretha Franklin en 1972.

En 1969 decidió dejar de vivir en Estados Unidos, asqueada por el racismo de la cultura de Estados Unidos. Por esa temporada se apartó de Stroud. Nina Simone pasó a transformarse en su mánager, y a trabajar con su hermano Sam Waymon. Residió en Liberia 4 años, y asimismo en Barbados, Suiza, los Países Bajos, Trinidad y Gran Bretaña. Declaró en alguna ocasión que le agradaría fallecer en África, si bien por último escogió establecerse en Francia, con cuya cultura siempre y en todo momento se sintió relacionada sentimentalmente: entre sus tradicionales está una versión de Ne me quitte pas, de Jacques Brel.

Una canción: My baby just cares for me

En 1978 fue resumidamente detenida por no declarar impuestos entre 1971 y 1973, en queja por la guerra de Vietnam. Ese año publicó Baltimore y en 1982 Fodder on my wings, disco apoyado en su autoimpuesto «exilio», para un sello discográfico suizo. Cuando parecía destinada a transformarse en una vieja gloria solo recordada por nostálgicos, un increíble rebrote de popularidad le llegó de manera inopinada en 1987. My baby just cares for me, una vieja canción que aparecía en su primer disco, anunciado hacía ahora treinta años, se transformó en el tema elegido para una campaña de propaganda del perfume Chanel Nº 5 para la televisión británica. Alcanzó el quinto puesto en las listas de ventas de Gran Bretaña.

El éxito en toda Europa la devolvió a la luz pública, y se prodigó en colaboraciones con artistas como Pete Townsend, Maria Bethânia o Miriam Makeba. En 1992 se dieron a conocer distintos temas suyos en la película Point of no return, con ocasión de la admiración de la personaje principal por la artista. Ese año publicó su autobiografía, llamada I put a spell on you, que fue rápidamente traducida al francés, la lengua alemana y el holandés. En 1993, año en que se instaló terminantemente en el sur de Francia, publicó su último álbum en estudio, A single woman. El álbum contenía otro tradicional de la canción francesa, Il n’y pas d’amour heureux, un poema de Louis Aragon musicado por Georges Brassens.

Su actitud rebelde la acompañó siempre y en todo momento. Incluso a lo largo de sus últimos años, su nombre apareció en múltiples oportunidades mezclado en escaramuzas de vecindario. Nunca se retiró completamente: en 1998 fue entre las convidadas de honor en la celebración del 80° aniversario de Nelson Mandela. En 1999, tras recibir un premio por toda su trayectoria, cantó unos duetos con su hija Lisa Celeste en el Guinness Blues Festival de Dublín.

Su última da un giro en todo el mundo data de 2000, año en que recibió varios reconocimientos a su trayectoria. Nina Simone murió el 21 de abril del 2003 en su casa de Carry-le-Rouet, en el sur de Francia. Se anunció que su muerte fue por causas naturales y que llevaba tiempo tolerando atribuyas, si bien no trascendieron mucho más datos.

Caracterizada por su deber contra el racismo, bajo el lema de Black is the colour (Negro es el color), su temática está completamente enraizada en las tradiciones afroamericanas. Un repertorio tan extenso como el de el, que entiende desde canciones melódicas, blues, cantos espirituales y gospel hasta temas tomados del folclore africano, logró de ella una artista bien difícil de clasificar, y en verdad su biografía hace aparición en compilaciones de literatura sobre jazz, rock, pop y soul. Como dijo algún crítico, ella fue todo eso y nada: un espíritu sin dependencia y temperamental, único y también incomparable.

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