Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que tuvo Nicanor Parra en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Nicanor Parra, sino que a lo mejor produjo una señal mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Nicanor Parra en persona.Nicanor Parra ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Nicanor Parra, cautivan nuestra atención, tienen que valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Nicanor Parra, porqué Nicanor Parra vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.
(Nicanor Segundo Parra Sandoval; San Fabián de Alico, 1914 - La Reina, Santiago, 2018) Poeta chileno. Nicanor Parra fue el constructor de la llamada «antipoesía», inclinación que no debe de comprenderse como una negación del género ni de su función sociable, sino más bien como una intención de eliminar sacralizaciones y excesos retóricos a favor de un coloquialismo con frecuencia mordaz, políticamente puesto en compromiso y, más que nada, próximo al alma y a la expresión habitual. Junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro, se considera entre los enormes versistas chilenos, y ocupa un espacio de honor entre las mejores voces de la lírica sudamericana del siglo XX.
Acabó el bachillerato en su población natal y se trasladó a Santiago para graduarse como instructor de mecánica teorética y matemáticas. Con una beca del Institute of International Education estuvo a lo largo de tres años en la Universidad de Brown, en Estados Unidos. De vuelta a su país fue nombrado directivo interino de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile (1948) y un año después, gracias nuevamente a una beca, en esta ocasión del Consejo Británico, se trasladó hasta Inglaterra, donde continuó un par de años mucho más.
En 1951 regresó a su país para proseguir con su tarea enseñante en la Universidad, hasta el momento en que la Fundación Gugenheim le condujo nuevamente a Estados Unidos con el fin de seguir sus estudios en el campo de la física, lo que le supuso una intensa actividad estudiosa que no le impidió desarrollar el ejercicio poético.
Inició su tarea literaria en 1937, con la publicación de Cancionero sin nombre, si bien ahora en 1935 había aparecido el cuento Gato en el sendero, en La Revista Novedosa. El Cancionero sin nombre fue apartado por nuestro creador a su prehistoria poética, si bien luce por su estilo antihermético, en el campo de una corriente que propugna el retorno a la claridad expresiva.
De 1954 es Poemas y antipoemas, su obra primordial, compuesta por tres partes: Cantos a lo humano, Poemas y Antipoemas. En esta obra abandonó su poesía hasta el momento simbólica y desesperada por otra mucho más folclórica, irónica, de acentos escandalosos y muy enlazada a la verdad. El libro fue acogido como una obra revolucionaria en el campo de la poesía latinoamericana de esos años. Sobre todo en Chile, gobernado entonces por el tono solemne y grandioso de Neruda, el coloquialismo del creador significó un profundo cambio y también ingresó un modelo alterno, abierto a la ironía y el humorismo. La antipoesía proponía una reacción contra la función metafísica de la poesía y su sacralización y se adhería a una línea esencialmente antirromántica, comprometida políticamente y desmitificadora.
Desde allí se le conoció como el antipoeta más especial, lo que tuvo confirmación en La cueca extendida (1958). Esta obra, que menciona en su título al ritmo musical chileno más especial, lleva a cabo el tono antirretórico y habitual, abriéndose a las canciones, asimismo gracias a la relación del poeta con su hermana, la célebre cantautora Violeta Parra.
La década de 1960 fue singularmente activa en lo que se refiere al número de publicaciones de Parra y refulgente por sus aciertos. Versos de salón (1962) cambió el sujeto pasivo de los antipoemas por un sujeto activo, muy belicoso y delirantemente enérgico; Discursos, que apareció exactamente el mismo año, fue anunciado conjuntamente con Pablo Neruda. Le prosiguieron Manifiesto (1963) y Deux Poèmes (1963), en edición políglota en francés y español.
Canciones rusas (1967) es mucho más elaborado, y alterna la antipoesía con la restauración del lirismo con un neosimbolismo intimista. En 1969 la publicación de Obra gruesa dejó reunir en un solo volumen la "antipoesía" del creador, con la incorporación de nuevos contenidos escritos. Ese mismo año consiguió el Premio Nacional de Literatura, que le consagró finalmente.
Artefactos (1972) inaugura una exclusiva etapa de su obra: es un libro con apariencia de caja, que tiene dentro decenas y decenas de postales en las que se establece una contraposición entre palabra y también imagen. El punto en común de estos contenidos escritos es la exasperación del sarcasmo, que acentúa su efecto merced al estilo epigramático. Alrededor del poeta comenzaron a manifestarse ciertas voces de conflicto, exactamente por la ironía feroz que en ocasiones semeja lindar con el cinismo. Las polémicas se hicieron mucho más encendidas tras los trágicos hechos de 1973, en el momento en que el creador fue acusado de sostener una posición equívoca en relación a la dictadura militar.
La última etapa de su poesía está representada más que nada por Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1977), seguida de Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1978). Inspirándose en un personaje extravagante de esta época chilena, el poeta creó mediante esta pantalla un efecto de extrañamiento. Al mismo tiempo, estas proyectos testimonian la relación incesante del creador con el planeta habitual, del que quita de manera continua elementos sugerentes, en formas renovadas. La colección Hojas de Parra (1983-1996) y Poemas para batallar la calvicie (1996) aparecen entre sus últimas publicaciones.
Nominado frecuentemente sin éxito para el premio Nobel, recibió en cambio otros muchos como el Internacional Juan Rulfo, el Prometeo de Poesía, el Municipal de Santiago, el Juan Said de la Sociedad de Escritores de Chile, el del Sindicato de Escritores de Chile, el Bicentenario y, en el 2001, el X Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Además, su trabajo poético fué estudiado en múltiples de las mucho más esenciales universidades de Estados Unidos, donde se han rodado aun 2 películas sobre su historia y su obra, partiendo de múltiples de sus recitales.
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