La historia de la civilización está contada por aquellas mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho queel género humano, de una forma u otra,avance.
Ya sea inspirando a más seres humanos o formando parte de la acción. Mohamed Zia Ul-Haq es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Mohamed Zia Ul-Haq es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que tuvo Mohamed Zia Ul-Haq en la historia. Cómo vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Mohamed Zia Ul-Haq, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Mohamed Zia Ul-Haq de forma personal.Mohamed Zia Ul-Haq ha sido una persona que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Mohamed Zia Ul-Haq
(Mohamed o Muhammad Zia Ul-Haq; Jullundur, India, 1924 - Bahawalpur, 1988) Militar y político paquistaní, presidente de la República desde 1978 hasta 1988. Instruido en la Escuela de Mandos de Quetta, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial combatió como soldado profesional en el Ejército británico en las campañas de Indonesia, Birmania y Malaya, tras las que terminó con el rango de oficial (1945).
Con la partición del subcontinente indio en 1947, Zia se integró en el flamante Ejército paquistaní, en el que logró carrera desempeñando puestos de mando, instrucción u organización. En 1964, con el rango de teniente coronel, fue designado a la Escuela de Quetta. En 1969 fue ascendido a general de brigada y en 1972 a general de división. Siempre relacionado a las fuerzas acorazadas, participó en la segunda (1965) y tercera (1971) guerras contra India, y en el momento en que se encontraba en Jordania en 1970 combatió al lado del Ejército Real en la guerra civil ("Septiembre Negro") contra los fedayin de la OLP, con tal éxito que el rey Hussein llegó a condecorarlo.
En abril de 1975 fue impulsado a teniente general, con mando sobre un cuerpo de ejército, y el 1 de marzo de 1976 el presidente Zulficar Ali Bhutto le nombró jefe del Estado Mayor del Ejército paquistaní. En tal situación y en un contexto de grave conflictividad a causa de las selecciones legislativas (ganadas por Bhutto y denunciadas como fraudulentas por la oposición), el 5 de julio de 1977 Zia encabezó un golpe de Estado incruento, suspendió los partidos y se proclamó gestor jefe de la ley marcial.
Pese a la aclaración inicial de que su estancia en el poder era únicamente temporal, hasta volver como estaba la seguridad interna, Zia aplazó indefinidamente las selecciones y, desatendiendo las necesidades de clemencia de todo el mundo, no impidió la ejecución de Bhutto en 1979, tras hallarle culpable de una supuesta cooperación en el homicidio de un contrincante político.
Transformado en dictador (formalmente aceptó la presidencia de la República en el mes de septiembre de 1978), Zia refrenó con dureza las jamás acalladas manifestaciones de la oposición civil y emprendió una progresiva islamización de la sociedad paquistaní, en lo que halló el acompañamiento de los partidos habituales y opuestos al laicismo que había representado Bhutto.
Esta línea inquietó a Estados Unidos, quien sin embargo prosiguió asistiendo a nivel económico a Zia por hacer más simple bases a los mujahidines afganos en pelea contra el régimen pro-soviético de Kabul. El 19 de diciembre de 1984 sometió a referéndum su política islamizante, con el resultado de un 97´7 % de votos convenientes, sobre una participación del 62´1 %. El 25 de febrero de 1985 se festejaron las primeras selecciones legislativas desde 1977, sin base de partidos, y el 30 de diciembre siguiente, tratando devolver una imagen de normalidad, levantó la ley marcial.
El 29 de mayo de 1988 endureció su posición con la disolución de la Asamblea Nacional y la destitución de Muhammad Khan Junejo adelante del Gobierno, ya que aceptó él mismo. El 15 de junio siguiente dictaminó la introducción de la sharia (ley islámica), cuyas drásticas penas justificó como único medio para asegurar el orden público y disuadir a sus probables infractores.
El 17 de agosto siguiente, el avión en el que viajaba Zia, el embajador de Estados Unidos y otras 28 personas, dentro el jefe del Estado Mayor del Ejército y múltiples en general, se estrelló minutos tras despegar del campo de aviación de Bahawalpur. El siniestro, por lo menos enigmático, logró meditar a varios en un atentado, y las últimas indagaciones señalaron que un gas ha podido haber adormecido a usuarios y tripulación y causado el desplome del aparato. Un complejo atentado que, caso de haberse producido, sugería la intervención de los servicios misterios de alguna capacidad.
La verdad es que la desaparición de Zia, a quien sucedió provisionalmente en la presidencia Ghulam Ishaq Khan, aceleró el retorno de la democracia en Pakistán. En las selecciones legislativas del 16 de noviembre venció el Partido Popular de Pakistán (PPP), otrora comandado por Bhutto y en este momento por su hija Benazir, que en los últimos años había encabezado las manifestaciones y había sufrido la persecución del gobierno.
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