Mohamed VI de Marruecos

La historia de las civilizaciones está contada por aquellos hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel mundo, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Mohamed VI de Marruecos es una de las personas cuya vida, en verdad, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Mohamed VI de Marruecos es comprender más sobre un periodo concreto de la historia de la humanidad.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que detentó Mohamed VI de Marruecos en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en el mundo fue decisivo no sólo para las personas que frecuentaron a Mohamed VI de Marruecos, sino que tal vez dejó una señal mucho más honda de lo que logremosimaginar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Mohamed VI de Marruecos de forma personal.Mohamed VI de Marruecos fue un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Mohamed VI de Marruecos, cautivan nuestra curiosidad, deben ayudarnos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Mohamed VI de Marruecos, porqué Mohamed VI de Marruecos vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Mohamed VI de Marruecos

(Sidi Mohamed; Rabat, 1963) Rey de Marruecos. Hijo del rey Hasán II, que desde 1961 hasta su fallecimiento en 1999 rigió Marruecos con mano de hierro y subsistió a 2 intentos de cuajo de Estado, su padre cuidó y inspeccionó en lo personal su educación, a la que dio un corte occidental, intentando de proveer la mejor preparación al futuro heredero. Sidi Mohamed cursó los primeros estudios en la escuela coránica del Palacio Real. En 1985 consiguió el nivel de bachiller en leyes; en 1987 se graduó en ciencias políticas, y en 1988 consiguió un nuevo certificado en derecho público. Trabajó en el gabinete del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y más tarde se trasladó a Niza, en cuya facultad cursó un doctorado en derecho en todo el mundo.

La actividad diplomática de Sidi Mohamed empezó de forma temprana: en 1975, con solo 12 años, representó a su padre en el trabajo festejado en Nôtre Dame de París en memoria del fallecido presidente Georges Pompidou. Cabe refererir asimismo la da un giro que efectuó en 1980 por distintos países africanos, y su tarea como presidente de la comisión organizadora de los juegos mediterráneos de Casablanca en 1982 y de los juegos panárabes en 1983. En 1996 acompañó al ministro del Interior, Driss Basri, en las negociaciones con integrantes del Frente Polisario. En estas y otras metas el futuro monarca mostró efectividad discursiva y habilidad en las relaciones públicas. Consciente de la relevancia del ejército, Hasán II no vaciló en concederle extensos poderes castrenses, nombrando a su hijo coordinador de las fuerzas armadas en 1985, hasta promoverlo al nivel de general de división (1994).

Tras el fallecimiento de su padre, Sidi Mohamed fue entronizado el 30 de julio de 1999 con el nombre de Mohamed VI. El traspaso del poder se causó sin sobresaltos, y la imagen de modernidad del nuevo rey, adjuntado con la coyuntura de un gobierno socialista, hicieron meditar en el comienzo de una transición a la democracia. En su primer alegato como monarca frente al parlamento abogó por seguir con el desarrollo de transición política iniciado en 1998 por Hasán II, defendiendo la necesidad de una genuina separación de poderes, con la consiguiente restricción del poder real. Pero más allá de que el nuevo rey tomó ciertas medidas positivas (autorización del regreso de los asilados, indemnización a las víctimas de las torturas del previo régimen, destitución del inquietante ministro del Interior, Driss Basri), las esperanzas de un cambio profundo se verían próximamente defraudadas, y la composición del poder continuaría prácticamente íntegra.

Mientras que el rey fomentaba una imagen de prodigalidad y solvencia política que le ganaba un simple favor entre la masa, los inconvenientes candentes de Marruecos no solo no se resolvían, sino ciertos aun se agudizaron. Los escenarios de pobreza, desempleo y analfabetismo no han disminuido, se ha reculado en la independencia de prensa, el ejército sostiene su predominación de poder fáctico, y los conjuntos islamistas avanzan de una manera estable. Pero quizá lo mucho más importante fue que nuestro monarca se obstinase en la determinación autocrática de asumir competencias que deberían corresponder en única a los poderes legislativo y ejecutivo. En este sentido, fue muy importante la designación de Driss Jettu, político sin dependencia que ocupaba la cartera de Interior, como presidente en el mes de octubre de 2002. Esta resolución directa del monarca desplazaba al hasta el momento presidente, el socialista Abderramán Yussufi, que se había alzado con la victoria en las selecciones legislativas festejadas semanas antes.

Las relaciones diplomáticas con España, que se habían deteriorado precisamente en los últimos meses, pasaron por su peor instante en 2003, en el momento en que el gobierno marroquí decidió ocupar con efectivos militares un islote despoblado cercano a sus costas, llamado Perejil por los españoles y Leïla por los marroquíes, cuestionando de esta forma la soberanía del país vecino sobre ese territorio; días después, el gobierno de José María Aznar respondió con el desalojo de los soldados y también instó a Marruecos a fin de que, como hasta el momento, no hubiese presencia de ninguno de los países en el islote. Un nuevo episodio de esas bien difíciles relaciones sucedió en 2007, en el momento en que el monarca español Juan Carlos I visitó las ciudades de Ceuta y Melilla, cuya soberanía reclama Marruecos. Mohamed VI calificó de "lamentable" el hecho y retiró al embajador de Marruecos en España.

En mayo de 2003 nació el primer hijo de Mohamed VI y su mujer, la princesa Lalla Salma. El primer retoño del monarca marroquí es el heredero de la corona alauíta y transporta el nombre de su abuelo, Hasán. En febrero de 2007 nació su segunda hija, la princesa Lalla Khadija. Tras las manifestaciones populares habidas en Marruecos a principios de 2011, en el contexto de la ola de revueltas prodemocráticas popularizada desde Túnez a diferentes países árabes, Mohamed VI ha propuesto una reforma constitucional que fue doblegada a referéndum. La reforma tenía como objetivos hacer mas fuerte el pluralismo, los derechos humanos y las libertades particulares, tal como achicar los poderes de la monarquía a favor de las instituciones políticas. Así, el nuevo jefe de gobierno (presidente) no podía ser designado por el rey, sino había de ser escogido invariablemente del partido mayoritario que brotara de los comicios parlamentarios (que tuvieron rincón, de forma adelantada, el 25 de noviembre de 2011). El nuevo artículo, aprobado por los votantes en el mes de julio del mismo año, no satisfizo no obstante a parte importante de la oposición, que acusó al monarca de sostener prerrogativas fundamentales en la novedosa carta magna.

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Por ese motivo, si eres del tipo de personas que creen en que de forma colaborativa es posible crear algo mejor, y conservas información acerca de la existencia de Mohamed VI de Marruecos, o sobre algún elemento de su figura u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Mohamed VI de Marruecos, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es fundamental intentar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos tienes tú sobre Mohamed VI de Marruecos. Estaremos ilusionados de perfeccionar esta biografía con más información.