Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Mikulas Dzurinda, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa sustancial para que podamos valorar no sólo la existencia de Mikulas Dzurinda, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Mikulas Dzurinda, personas a quienes de de una u otra forma Mikulas Dzurinda influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Mikulas Dzurinda.
(Spyssky Stvrtok, 1955) Político eslovaco. Mikulas Dzurinda nació el 4 de febrero de 1955 en Spyssky Stvrtok, en la zona de Kosice. Estudió en la Universidad de Transportes y Comunicaciones de Zilina, donde se licenció en 1979 en la especialidad de economía del tráfico ferroviario.
Ese año se empleó en el Instituto de Tráfico Ferroviario de exactamente la misma localidad. Con todo, no abandonó la vida académica, puesto que continuó en exactamente la misma capacitad realizando indagaciones en el Departamento de Ciencias Económicas. En 1989 consiguió un máster de ciencias y un año después abandonó su trabajo como jefe de los sistemas de control automatizado, que ejercitaba desde 1988.
Su primera aparición en la escena política sucedió muy antes de la independencia de Eslovaquia, en el momento en que entre 1991 y 1992 ejercitó de viceministro económico en el Ministerio de Tráfico y Comunicaciones del gobierno eslovaco.
La vida política en la Eslovaquia de Meciar
La actividad política de Dzurinda se acentuó más que nada tras el desarrollo popular como el «divorcio de terciopelo», o sea, tras la separación de los 2 países que integraban Checoslovaquia desde 1920.
El desarrollo de separación de la vieja Checoslovaquia brotó tras el desmembramiento del bloque comunista con la caída de la Unión Soviética. Las selecciones que se festejaron en 1991 fueron efectuadas con el propósito de actualizar el Parlamento común y los de los dos territorios. En cada rincón ganó una fuerza política diferente: los ultraliberales en la región checa y los demócratas en la eslovaca.
En estas condiciones era irrealizable la convivencia política y fue entonces en el momento en que se propuso un desarrollo de separación pacífico, que acabó el 1 de enero de 1993 tras la adopción de pactos relativos a la división del patrimonio, de las Fuerzas Armadas y del régimen económico y capital, entre otras caracteristicas. Finalmente, desapareció Checoslovaquia y brotaron los 2 nuevos países: la República Eslovaca o Eslovaquia y la República Checa o Chequia.
En la parte eslovaca, el mandatario político del desarrollo fue Vladimir Meciar, entonces presidente de Eslovaquia, un político que no era bien visto ni por Estados Unidos ni por la Unión Europea, en tanto que a lo largo de su orden sumió a Eslovaquia en el aislamiento político y económico y se realizó manifiesta su incapacidad para hacer las reformas democráticas primordiales. Durante los cinco años en los que rigió recortó las libertades públicas, persiguió a sus contrincantes, medró la corrupción y también impuso una política exterior antioccidental, con la que Eslovaquia no entró en la OTAN, al tiempo que sí lo hacían, en 1999, la República Checa, Polonia y Hungría.
Del KDH a la SDK
Durante estos cinco años, la actividad política de Dzurinda fue intensa, en tanto que en el primer mes del verano de 1992 había resultado escogido diputado del Parlamento eslovaco en las listas del Movimiento Cristiano Demócrata (KDH), cargo que renovó en el mes de septiembre de 1994. Pocos meses después, el 3 de diciembre, se transformó en vicepresidente del partido.
Desde ese puesto preeminente se transformó en entre los impulsores de la Coalición Democrática Eslovaca (SDK), orientada al centroderecha y también dentro, aparte de por el KDH, por el Partido Democrático (DS), el Partido Socialdemócrata de Eslovaquia (SDSS), el Partido Verde Eslovaco (SZS) y la Unión Democrática de Eslovaquia (DU). Esta unión heterogénea, nacida en el mes de octubre de 1997, tenía un fin clarísimo: vencer a Meciar en las urnas. La SDK se formó en una federación unida el 4 de julio de 1998. Dzurinda, que había ejercido de representante y líder del desarrollo, fue escogido su presidente.
De esta forma, en las selecciones al Parlamento del 25 y el 26 de septiembre de 1998 el partido de Meciar solo consiguió 43 de los 150 escaños, al paso que la SDK, con 42 escaños y el 26,3 % de los votos, alcanzó un acuerdo para un gobierno de coalición con los partidos de la Izquierda Democrática (SDL), de la Coalición Húngara (SMK) y del Entendimiento Civil (SOP). Esta amplia y extensa coalición contó, ya que, con una mayoría absoluta de 93 escaños y formó un genuino frente anti Meciar.
La figura de Dzurinda fue haciendose de reconocimiento y mientras que recurría a inusuales actos de publicidad, como recorrer el país en bicicleta, proclamaba su ideario político, que incluía esencialmente un decidido giro europeísta en la línea de polacos, húngaros y checos. «Yo deseo que mi partido sea el motor de unión de las fuerzas populares eslovacas y, al tiempo, la fuerza que propulse las reformas económicas que precisa el país», confirmaba Dzurinda.
Su tarea como presidente
En el lote institucional se aprobó una enmienda constitucional para aceptar la decisión del presidente de la república por voto directo. Resultó escogido el candidato de la coalición gobernante, Rudolf Schuster, que se impuso a Meciar el 15 de mayo de 1999. En el lote legislativo y popular se hizo una ampliación de los derechos de las minorías nacionales apuntada eminentemente a arreglar el inconveniente planteado por la existencia de un diez % de población húngara en Eslovaquia y se despolitizaron la radio y la televisión públicas, al tiempo que se reestructuraban los servicios de sabiduría del Estado.
Pero fue sin ningún género de inquietudes en el campo económico donde las ideas de Dzurinda tuvieron secuelas mucho más evidentes. De hecho, pocos años tras su llegada al poder, la Unión Europea consideraba ahora a Eslovaquia como entre los países mejor preparados cara a la ampliación.
Para conseguir este milagro, en su calidad de presidente se vio obligado a tomar resoluciones muy impopulares con la meta de equilibrar las cantidades macroeconómicas del país y favorecer su apertura a las inversiones extranjeras. Dzurinda se encontraba presto a favorecer la liberalización y la privatización de los ámbitos básicos de la economía eslovaca: los 4 bancos nacionales, el agua, el gas, la electricidad y las telecomunicaciones.
La adhesión a la Unión como propósito
En enero de 1999 Dzurinda solicitó a la OTAN un calendario para el ingreso de su país en la Alianza militar. Su afán por formar parte a esta organización se realizó visible en el tercer mes del año de ese año, en el momento en que su gobierno decidió abrir el espacio aéreo eslovaco a los aeroplanos socios en contestación a la crisis de Kosovo, y después se sumó al embargo petrolero de la Unión Europea a Belgrado.
En lo que tiene relación a la Unión Europea, el diez de diciembre de 1999, en Helsinki, los amos de gobierno de los países integrantes han comunicado que se admitía el ingreso de Eslovaquia que, en 1997, había sido descartado de la primera ola de adhesiones solo por las deficiencias en el desempeño democrático detectadas con Meciar. El 15 de febrero de 2000 han comenzado en Bruselas las negociaciones de adhesión.
«La pregunta no es cuándo nos encontramos preparados para ingresar, sino más bien cuándo va a ser capaz la Unión Europea de admitirnos», aseveró Dzurinda en alguna ocasión. Pero bajo su punto de vista lo más esencial de este desarrollo de adhesión no era la fecha en que al final pudiese generarse la admisión, sino más bien el estar incluidos en el primer conjunto de la próxima ampliación.
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