Ya sea inspirando a más seres humanos o tomando parte de la acción. Miguel Torga es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Miguel Torga es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que atesoró Miguel Torga en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Miguel Torga, sino que tal vez produjo una señal mucho más vasta de lo que logremosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Miguel Torga en persona.Miguel Torga ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Miguel Torga, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Miguel Torga, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Miguel Torga, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Miguel Torga influenció, y sin duda, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Miguel Torga.
Vida y Biografía de Miguel Torga
(Seudónimo de Adolfo Correia da Rocha; São Martinho de Auta, 1907 - Coimbra, 1995) Escritor portugués. De humilde familia campesina, de los 13 a los 18 años vivió en Brasil, haciendo un trabajo en una finca agrícola bajo el mando de su tío paterno.
Vuelto a Portugal, en 1933 se licenció en medicina en Coimbra. Colaborador de Presença desde 1927, tres años después abandonó esta publicación y creó y dirigió las gacetas Sinal y Manifiesto. Alejado paulativamente de todo conjunto y escuela, publicó él mismo sus proyectos, que aparecen entre las mucho más importantes de la literatura portuguesa del siglo XX.
Poeta de religiosidad complicada y trágica, donde la simbología pagana convive con la bíblica y cristiana, Miguel Torga se encuentra indisolublemente relacionado al ámbito rural, del que valora poéticamente los elementos principales y místicos. "Orfeo rebelde", firmemente anclado en la "patria telúrica" que para él se prolonga de los Pirineos al Atlántico, con su obra dio un testimonio exacto de la condición del hombre y del poeta de su país.
Se dio a entender con un volumen de poesías, Ansiade (1928), seguido de Rampa (1930), Tributo (1931) y Abismo (1932); se aseveró con O outro livro de Job (1936) y afianzó su popularidad con las consecutivas compilaciones, entre ellas Lamentação (1943), Libertação (1944), Odes (1946), Nihil sibi (1948), Cãntico do homem (1950), Orfeu rebelde (1958) y Poemas ibéricos (1965).
Fue asimismo creador de una autobiografía, La creación de todo el mundo (A criação do planeta, en cinco volúmenes, 1937-1981), escita en prosa y en verso, donde mezcla recuerdos, divagaciones, juicios y también impresiones de viaje. Compuso también las novelas O senhor ventura (1943) y Vindimia (1945), las proyectos teatrales Terra estable (1941), Mar (1941), Sinfonía (1947) y O paraíso, los ensayos Portugal (1950) y Traço de união (1955), y se descubrió como enorme narrador en los varios volúmenes de cuentos, como Bichos (1940), Contos da montanha (1941), Rua (1942), Novos contos da montanha (1944) y Pedras lavradas (1951), en las que podemos encontrar tanto la problemática como las mejores características del poeta.
Entre la producción de los últimos tiempos resalta Diario XII (1977), una distribución mucho más de su extendido Diario (1941-68), grupo de meditaciones, esbozos y poemas que en parte prosiguen su autobiografía A criação do planeta, y Fogo preso (1975).
En 1960 y 1978 fue nominado para el Premio Nobel de Literatura, y en 1976 recibió el galardón Knokke-Heist de manos de la Academia Belga. Trece años después fue conocida la contribución de Miguel Torga a las letras portuguesas con la concesión del respetado Premio Camoes. Entre sus últimas proyectos publicadas podemos destacar la edición póstuma de su Diario (1932-1994), en 1997, que ampliaba su ahora anunciado Diario 1932-1987.
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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente imprescindibles, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Miguel Torga, que tuvo su trascendencia en un momento concreto de la historia, es esencia procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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