Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que tuvo Miguel Ligero en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para las personas que trataron a Miguel Ligero, sino que a lo mejor produjo una señal mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Miguel Ligero de forma personal.Miguel Ligero ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Miguel Ligero, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos valorar no sólo la vida de Miguel Ligero, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Miguel Ligero, gentes a quienes de de una u otra forma Miguel Ligero influyó, y desde luego, comprender y entender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Miguel Ligero.
Vida y Biografía de Miguel Ligero
(Miguel Ligero Rodríguez; Madrid, 1890-1968) Actor de cine y teatro español. Formando pareja con la artista Imperio Argentina, fue entre los intérpretes mucho más populares del cine previo a la Guerra Civil.
Integrante de una compañía teatral infantil, su debut sucedió en el Teatro El Dorado de Madrid. En 1917 figuraba como primer actor cómico en la compañía de Enrique Lacasa, donde interpretaba papeles de gallardo en el género chaval y la gaceta. Durante los años veinte efectuó giras por tierras sudamericanas que le brindaron popularidad el otro lado del Atlántico.
En 1926 comenzó en el cine con una película muda rodada en Madrid y apuntada por Arturo Caballero: Frivolinas. Pero, frente a las faltas de la industria cinematográfica de españa, en 1930 pasó a trabajar para los estudios Paramount en Joinville (Francia), que por entonces efectuaban películas en español para los países hispanos. De este periodo son Doña Mentiras de A. Millar, ¡Salga de la cocina! de P. Infante y La canción de las naciones de M. Gleize, F. Gargallo y R. Meinert.
En 1931 se trasladó a Hollywood contratado por la Fox, donde intervino en 4 películas, y un par de años después regresó a España para interpretar una sucesión de films de enorme éxito: El novio de mamá (1933), La hermana San Sulpicio (1934), Nobleza baturra (1935) y Morena Clara (1936), todas y cada una ellas al lado de Imperio Argentina y dirigidas por Florián Rey, y Susana tiene un misterio (1933), Crisis Mundial (1934) y Rumbo al Cairo (1935), bajo la dirección de Benito Perojo.
En esta época encarnó individuos planos y tradicionales, caracterizados con una imagen contrapuesta a la del tradicional gallardo, aparte de un inolvidable Don Hilarión (papel que interpretó en varias oportunidades) en la versión cinematográfica de La verbena de la Paloma (1935), el habitual sainete lírico de Ricardo de la Vega y Tomás Bretón.
Durante la Guerra Civil se trasladó a Alemania, donde rodó El Barbero de Sevilla (1938) y Suspiros de España (1938), al lado de la habitual actriz Estrellita Castro, y, tras interpretar múltiples películas mucho más en Italia, en 1941 volvió a España: fue el comienzo de una segunda etapa refulgente merced a su encarnación del personaje de Pepe Conde en la película homónima y en una segunda distribución (El delito de Pepe Conde, 1946), las dos de José López Rubio, y como personaje principal en los grabes de Florián Rey La luna vale un millón (1945), La cigarra (1947) y Cruz de mayo (1954).
Otras películas resaltadas en su filmografía fueron Sucedió en Damasco (1942), La mies es bastante (1948) y La reina mora (1954). Estuvo casado con la actriz chilena Blanquita Pozas y tuvieron un hijo adoptivo, Luis Ligero, que les dirigió a los dos en Sobresaliente (1948) y Entre barracas (1949), películas que, no obstante, resultaron poco agraciadas. Su carrera fue rechazando conforme pasaban los años; no obstante, todavía participó en sendos remakes de sus 2 mayores éxitos, La verbena de la Paloma (1963), apuntada por José Luis Sáenz de Heredia, y Nobleza baturra (1965), de Juan de Orduña. Se retiró antes de su muerte.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de una persona como Miguel Ligero, que tuvo su relevancia en una época concreta, es indispensable procurar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
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