Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Miguel de Cervantes Saavedra es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Miguel de Cervantes Saavedra es comprender más acerca de periodo preciso de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que atesoró Miguel de Cervantes Saavedra en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que frecuentaron a Miguel de Cervantes Saavedra, sino que a lo mejor produjo una señal mucho más honda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Miguel de Cervantes Saavedra personalmente.Miguel de Cervantes Saavedra ha sido un ser humano que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Miguel de Cervantes Saavedra, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa sustancial para que podamos poner en valor no sólo la vida de Miguel de Cervantes Saavedra, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Miguel de Cervantes Saavedra, personas a quienes de de una forma u otra Miguel de Cervantes Saavedra influenció, y indudablemente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Miguel de Cervantes Saavedra.
(Alcalá de Henares, España, 1547 - Madrid, 1616) Escritor español, creador de Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615), obra cima de la literatura universal. La enorme popularidad de este libro inmortal, que una parte de la sátira del género caballeresco para marcar un fantástico retrato de los idóneas y prosaísmos que conviven en el espíritu humano, hizo olvidar la presencia siempre y en todo momento insuficiente y azarosa del creador, al que no sacó de la estrechez el fulgurante éxito del Quijote, compuesto en los últimos tiempos de su historia.
Cuarto hijo de un sencillo médico, Rodrigo de Cervantes, y de Leonor de Cortinas, vivió una niñez marcada por los apremiantes inconvenientes económicos de su familia, que en 1551 se trasladó a Valladolid, a la sazón sede de la corte, en pos de mejor fortuna. Allí inició el joven Miguel sus estudios, probablemente en un instituto de jesuitas.
En el momento en que en 1561 la corte regresó a Madrid, la familia Cervantes logró lo propio, siempre y en todo momento esperando de un cargo lucrativo. La inestabilidad familiar y los vaivenes azarosos de su padre (que en Valladolid fue encarcelado por deudas) concluyeron que la capacitación intelectual de Miguel de Cervantes, si bien amplia, fuera mucho más bien improvisada. Aun de esta manera, semeja posible que frecuentara las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca, ya que en sus contenidos escritos se muestran abundantes especificaciones de la picaresca académico de la temporada.
En 1569 salió de España, probablemente gracias a algún inconveniente con la justicia, y se instaló en Roma, donde ingresó en la milicia, en la compañía de don Diego de Urbina, con la que participó en la guerra de Lepanto (1571). En este combate naval contra los turcos fue herido de un arcabuzazo en la mano izquierda, que le quedó atrofiada.
En el momento en que retornaba de vuelta a España tras múltiples años de vida de guarnición en Cerdeña, Lombardía, Nápoles y Sicilia (donde había conseguido un enorme conocimiento de la literatura italiana), la nave en que viajaba fue abordada por piratas turcos (1575), que lo capturaron y vendieron como ciervo, al lado de su hermano Rodrigo, en Argel. Allí continuó hasta el momento en que, en 1580, un emisario de su familia logró abonar el salve demandado por sus raptores.
Ahora en España, tras once años de sepa, halló a su familia en una situación aún mucho más penosa, con lo que se dedicó a efectuar pedidos para la corte a lo largo de unos años. En 1584 casó con Catalina Salazar de Palacios, y por año siguiente se publicó su novela pastoril La Galatea. En 1587 aceptó un puesto de comisario real de abastos que, más allá de que le acarreó mucho más de un inconveniente con los campesinos, le dejó tomar contacto con el estridente y pintoresco planeta del campo que tan bien reflejaría en su pieza maestra, el Quijote.
Don Quijote de la Mancha
La sección primera de El ocurrente noble don Quijote de la Mancha apareció en 1605; el éxito de este libro fue inmediato y notable, pero no le sirvió para salir de la pobreza. Al año siguiente la corte se trasladó nuevamente a Valladolid, y Cervantes con ella, para lograr proseguir limosneando favores. Mientras los enormes versistas del Siglo de Oro, comenzando por Francisco de Quevedo o Luis de Góngora, disfrutaban de una sólida situación o de la protección de aristócratas, y el más destacable dramaturgo de la temporada, Lope de Vega, podía aun vivir de su obra, la justa popularidad que le había dado la difusión del Quijote solo sirvió a Cervantes para difundir otras proyectos que tenía escritas: los cuentos morales de las Novelas ejemplares, el Viaje del Parnaso y las Comedias y entremeses.
En 1615, meses antes de su muerte, envió a la imprenta el segundo tomo del Quijote, con lo que quedaba completa la obra que lo ubica como entre los mucho más enormes escritores de la historia y como el principal creador de la novela en el sentido moderno de la palabra. A partir de una sátira cáustica de las novelas de caballerías, el libro crea un cuadro tragicómico de la vida y explora las profundidades del alma por medio de las andaduras de 2 individuos arquetípicos y contrapuestos, el iluminado don Quijote y su prosaico escudero Sancho Panza.
Ámbas unas partes de Don Quijote de la Mancha proponen, en lo que se refiere a técnica novelística, visibles diferencias. De las dos, la segunda (de la que se publicó en Tarragona una versión apócrifa, famosa como el Quijote de Avellaneda, que Cervantes tuvo tiempo de negar y criticar por escrito) es, por varios fundamentos, mucho más especial que la primera, publicada diez años antes. Su estilo revela mayor precaución, y el efecto cómico deja de buscarse en lo grotesco y se logra con elementos mucho más refinados.
Los 2 individuos primordiales consiguen asimismo mayor dificultad, al arrancar cada uno caminos contradictorios, que conducen a don Quijote hacia la cordura y el desengaño, mientras que Sancho Panza siente nacer en sí nobles anhelos de generosidad y justicia. Pero la excelencia del Quijote no debe esconder el valor del resto de la producción literaria de Cervantes, entre la que resalta la novela itinerante Los trabajos de Persiles y Sigismunda, su genuino testamento literario.
¿Qué piensas de la crónica de la vida de Miguel de Cervantes Saavedra? ¿Has encontrado todo aquello que esperabas encontrar?
Obviamente conocer profundamente a Miguel de Cervantes Saavedra es algo que se reserva a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Miguel de Cervantes Saavedra es una suerte de enigmaque tal vez podamos rehacer si cooperamos conjuntamente.
Debido a esto, si eres de aquellos que confían en que de modo colaborativo se puede crear algo mejor, y conservas información con respecto a la vida de Miguel de Cervantes Saavedra, o con respecto a algún elemento de su personalidad u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente imprescindibles, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de alguien como Miguel de Cervantes Saavedra, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es indispensable intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué sabes tú en relación con Miguel de Cervantes Saavedra. Estaremos complacidos de perfilar esta biografía con más información.