La historia de las civilizaciones la escriben aquellos hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela sociedad, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Miguel Cané es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Miguel Cané es comprender más sobre un periodo concreto de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que atesoró Miguel Cané en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Miguel Cané, sino que a lo mejor legó una señal mucho más honda de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Miguel Cané de forma personal.Miguel Cané ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Miguel Cané, cautivan nuestra curiosidad, tienen que servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Miguel Cané, el motivo por qué Miguel Cané vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Montevideo, 1851 - Buenos Aires, 1905) Escritor, político y diplomático argentino. Miembro de la llamada generación del 80, a la que asimismo pertenecieron Eduardo Wilde y Lucio V. Mansilla, es popular más que nada por sus escritos autobiográficos. Su personalidad política y literaria ha empañado la brillantez del recuerdo de su padre, Miguel Cané (1812-1863), novelista de mérito, cuya expatriación motivó el nacimiento del hijo en tierra uruguaya. De sus progenitores heredó la admiración por Europa, "el centro cultural soñado, mezcla de club, museo y salón de música", y la vocación de escritor.
Miguel Cané estudió en el Colegio Nacional Argentino, y la evocación de estos años de mocedad fue el tema del mejor de sus trabajos, Juvenilia (1882). Subtitulado Memorias de un estudiante, es un relato en primera persona que no forma parte rigurosamente al género novelístico, sino está atravesado por una fuerte huella digresiva. Se trata de una obra marcada por la melancolia, donde el tono informal deja una aproximación sesgado y también irónico al planeta de la niñez, al paso que crea un fresco literario de las prácticas y los hábitos del campo de la sociedad argentina a la que su familia pertenecía.
En 1872 Cané se doctoró en jurisprudencia; para entonces ahora se había iniciado en el periodismo: fue redactor de La Tribuna y dirigió El Nacional, donde escribió productos sobre la vida popular, política y literaria. También desarrolló una esencial actividad política; apoyó la línea ideológica de Domingo Faustino Sarmiento y ejercitó como legislador, diplomático en Colombia y Venezuela, gobernador de Buenos Aires y ministro del Interior y de Relaciones Exteriores a lo largo del gobierno de Carlos Pellegrini.
Apasionado de los viajes, reunió sus impresiones en sendos volúmenes titulados A distancia (1882) y En viaje (1884). De ideas políticas conservadoras, en 1898 presentó un emprendimiento legislativo que planteaba deportar a los inmigrantes que tuviesen militancia política o sindical. En 1900 fue nombrado decano de la Facultad de Filosofía y Letras.
No era un escritor de profesión; hombre culto, distinguido, temperamentalmente humorista y escéptico, Miguel Cané escribió sobre las impresiones de sus viajes, sobre los países donde radicó gracias a sus cargos diplomáticos, sobre los libros que leía y los hechos en que tomaba parte; estas impresiones fueron las que se reunieron después para integrar la mayor parte de sus libros.
Sus compilaciones de productos periodísticos, a los que él llamaba apuntes o "conversas descosidas", tienen dentro Ensayos (1877), Notas y también impresiones (1901) y Prosa rápida (1903). Buen conversador y hombre de gusto refinado, no procura hacer una obra literaria trascendente, pero su producción tiene la virtud de haber preservado para sus contemporáneos y las generaciones siguientes el espíritu y el talento del escritor y hombre de planeta que fue este creador.
¿Qué opinas de la crónica de la vida de Miguel Cané? ¿Has podido leer toda aquella información que deseabas encontrar?
Obviamente llegar a comprender a Miguel Cané es algo que está reservado a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Miguel Cané es una suerte de puzzleque probablemente lleguemos a rehacer si cooperamos todos a la vez.
Por ese motivo, si eres de esas personas que creen en que de modo colaborativo existen posibilidades de elaborar algo mejor, y conservas información sobre la existencia de Miguel Cané, o sobre algún pormenor de su personalidad u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de alguien como Miguel Cané, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es vital tratar de mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos posees con respecto a Miguel Cané. Estaremos encantados de perfeccionar esta biografía con más información.